La Música actual, una víctima más del Consumo.

por ALEXANDER MINOND, Psicólogo, U. del Desarrollo. Ex Presidente Consejo Juvenil Sionista de Chile.

 

La música ha sido y es una de las cosas que por naturaleza mueven al hombre, le da ritmo, motivación, recreación y vida, siendo incluso el mismo corazón un instrumento musical. La música emerge del ser humano para ser escuchada por el mismo, así nos autoalimentamos de ella.

La historia nos ha mostrado la presencia de este fenómeno rítmico desde tiempos milenarios, el cual poco a poco fue siendo dominado y desarrollado por el hombre a medida que éste fue evolucionando, tanto en sus estilos como sus fines; religiosos, de guerra, celebración y duelo, etc.

La música se ha hecho parte de la historia humana con sus ritmos y mensajes. Durante el siglo XX se llevaron a cabo un sinfín de revoluciones y movimientos sociales, y la música no estuvo ajena a estos cambios, transformándose a medida que la sociedad cambiaba al son de las nuevas ideologías.

Pero con la hegemonía del mercado por sobre cualquier otra esfera del mundo social, la música fue dejando de lado su carácter sentimental y profundo, para pasar a satisfacer necesidades económicas surgidas en el proceso de masificación de la cultura de consumo. De pronto, podemos encontrar grandes disqueras produciendo bandas cuyo único fin es mover a las masas para comprar una imagen, una moda, una forma de ser e incluso una personalidad, no natural, sino que producida por las mismas firmas discográficas, quienes nos moldean en base a estereotipos construidos y valores asignados. Comportamientos que emanan y generan exclusivamente hábitos de consumo.

Como aficionado a la música, es una lástima ver como las nuevas generaciones no son capaces de apreciar la música creada desde el corazón, desde la base inicial de todo movimiento, del latido rítmico que nos da vida, valorando solo el estereotipo elegido dentro de las posibilidades que regala el capitalismo local, lo que les da una cierta imagen frente al resto, transformándose en un fenómeno de relaciones sociales que deja de lado lo personal, emocional y verdaderamente social.

Somos víctimas de la sociedad de consumo, la que cierra nuestros horizontes y nos lleva a funcionar en base a ésta y sus exigencias, lo que considero una falta a nuestra libertad. No conocemos la verdadera libertad.

¿Está la música perdiendo su naturaleza histórica?, ¿Es anti natural el curso en el que está encaminándose?, ¿No está la música respondiendo a las necesidades del ser humano, como lo ha hecho durante la historia? Si bien la música popular actual responde a las necesidades surgidas producto del desarrollo de la sociedad de consumo y responde a un contexto histórico, es necesario y fundamental para el desarrollo de la humanidad mantener el origen de este arte; un fin de expresión sentimental y cultural, liberación y crecimiento, y no dejar que se transforme solo en moda y consumo.

Así como la música ha sufrido cambios radicales a través de la historia, pasando de algo sentido a algo vendido, ésta seguirá cambiando a medida que el ciclo vital de la humanidad siga su curso, y la música como siempre dará el bombeo de energía para poder vivir la vida.

Publicaciones Similares

2 comentarios

  1. Muy buena columna Alex!
    Como músico profesional, te encuentro totalmente la razón… Creo que además de los efectos del mercado hay que sumar el hecho de que hoy en día cualquiera con un computador es capaz de hacer música… eso es un arma de dobe filo. Gracias a la masificación de los métodos de producción musical, cualquiera puede subir su material….
    Recuerdo que en una clase en la universidad, hablando sobre Reggeatón y música comercial un profesor nos dijo que más allá del estilo y del gusto, existe música que está hecha con cariño y música que no.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *