El irresponsable rol del Estado y el Retail en el incipiente desarrollo de nuestras PYMES.

por ALBERTO DUEÑAS, Est. Ingeniería Comercial, U. Adolfo Ibáñez.

Siempre a lo largo de la historia, ya sea de una u otra forma, al pueblo judío se le ha intentado destruir. Si en un comienzo fueron los egipcios, o mucho más tarde el Régimen Nazi de Hitler, hoy el rol de destrucción lo ejercen países como Irán y los respectivos apoyos que obtienen de los medios de comunicación. Tan sólo vale recordar unos días atrás, las lamentables e indignantes palabras del actual Presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, quien nos demostró que el antisemitismo está presente en nuestra sociedad y nos hace dar cuenta que jamás debemos descuidarnos.

Esto va más allá de lo religioso, ser judío es una identidad multidimensional (tal como lo aclaré en mi ensayo anterior), y es fundamental tener en cuenta que si no te sientes judío, siempre habrá alguien no judío para recordártelo. Sin embargo, el pueblo judío ha logrado vencer todos los obstáculos que se le han interpuesto, siendo probablemente un ejemplo de supervivencia ante el intento sistemático de destruirnos.

Para seguir hoy en día en pie, el pueblo judío históricamente ha sabido apoyarse a sí mismo a través de sus distintas comunidades, las que pueden tener ideales muy distintos, incluso diferencias raciales, pero finalmente tienen como objetivo el mismo, el salvar la existencia de los judíos, el judaísmo y de la Tierra de Israel. El pueblo judío, siendo una minoría, es como si hubiese sido protegido por una mayoría, y esto gracias a la forma estratégica de cómo se ha defendido históricamente. La historia derivó además en que hoy tengamos un país propio, Medinat Israel: un país fuerte, potente, importante y respetado, que nos protege y acoge en caso de necesidad. Ya no estamos tan solos como hace menos de un  siglo. Si bien nos siguen atacando, la cosa ha cambiado, y eso se lo debemos a la forma de agrupación que nuestro pueblo nunca perdió.

Actualmente, la pequeña y mediana empresa en nuestro país está siendo cada vez más chica e intrascendente, comenzando próximamente a ser destruida. Hay gigantes que la están aplastando, lo mismo que se intentó hacer con nuestro pueblo (y que se sigue tratando de hacer). ¿Por qué las PYMES se muestran mucho más vulnerables frente a este acoso? Porque justamente la pequeña y mediana empresa no ha sabido unirse y juntarse como un gran pueblo, como sí lo hizo el pueblo judío. Cada pequeño local veló por su propia subsistencia, logrando sólo ver cómo sus compañeros comenzaron a hundirse.

Pero esto no es responsabilidad sólo de las pequeñas y medianas empresas, sino que además tiene un ingrediente esencial para su desgaste: la inexistencia de un ente poderoso que lo apoye. La entrada a Chile del Retail y el escaso apoyo del Estado simplemente están destruyendo a las Pymes. El Estado no sólo brinda débil apoyo a este grupo de comerciantes, sino que le da todas las licencias y el sustento político, social y legislativo al Retail, para que haga y deshaga. En simples palabras, las PYMES no sólo no son capaces de actuar en conjunto, sino que deben “pelear” contra un gigante como lo es el Retail, avalado por el Estado. Esto es destrucción.

Mi llamado es a darnos cuenta y visualizar una realidad. No permitamos esta destrucción a la cual nos están invitando a ser testigos privilegiados. Al menos yo me opongo a tener una actitud pasiva frente a esto y prefiero ser consecuente con la historia de mi pueblo. Exijo mayores controles y limitaciones al Retail, y una fuerte ayuda a las PYMES. El apoyo del Estado en Chile al Retail es descarado, vergonzoso e inaceptable. De su eliminación depende el verdadero desarrollo económico de nuestro país.

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