Depresión y Globalización: comunicación y nuevas posibilidades de acción.

por PAMELA NUDMAN, Arquitecto, U. de Chile.

Ha llegado el momento de que tomemos conciencia de que el mundo está por completo en nuestras manos: no está en manos ni de los políticos, ni de los empresarios, ni de cantantes famosos ni nadie por el estilo, sólo en MIS (TUS) manos.

Una mejor calidad de vida no depende de ellos, sino de la conciencia que tomemos sobre la situación actual a nivel social, nuestra particular situación a nivel personal y respecto a qué estamos dispuestos a hacer y cambiar para mejorar nuestra propia vida. No estamos hablando aquí ni de dinero ni de viajes exóticos, estamos hablando de felicidad, armonía, paz, equilibrio, familia, de ese anhelo profundo que vive en cada uno de nosotros y nos acompaña noche y día y sólo logramos mantener tranquilo, pero jamás callar por completo.

¿Dónde se encontrará la felicidad? es lo que al menos yo me pregunto desde que tengo uso de razón, es la pregunta que nos acompaña siempre y pocas veces queremos intentar responder.

Si creemos y tenemos la esperanza de que en alguna parte está esa “felicidad”, deseo, imagino y pienso que es porque en algún lugar que no podemos ver, entender ni sentir, se encuentra. No lo podemos ver tal vez porque insistimos siempre en buscar la felicidad como una sensación que debe darse dentro nuestro y hemos evitado darnos cuenta que el mundo globalizado nos grita que tal vez esa felicidad se encuentra afuera. Todo nos habla de interconexión, globalización, interdependencia, y nosotros insistimos en avanzar ciegamente en la dirección contraria.

Tenemos las herramientas para comunicarnos e interrelacionarnos con todo el mundo, y a su vez cada día aumentan más las tasas de depresión, especialmente en los países más desarrollados, todo crece: las deudas, las manifestaciones, la interconexión, la crisis financiera, las dudas, los divorcios, los conflictos sociales, la desconfianza en los políticos, la contaminación, el hambre en África, la obesidad en Estados Unidos, etc.

¿Por qué tanta depresión entonces en un momento histórico en donde las formas de comunicación se han desarrollado exponencialmente, podemos hablar con muchas personas alrededor de todo el mundo y saber que está pasando en todas partes? estamos cada vez más conectados y a su vez somos cada vez más individualistas.

Cuando la esperanza muere, cuando el deseo por una vida mejor desaparece, sentimos que la vida muere, sin metas ó algo superior que nos motive la vida pierde su sentido, y la globalización nos está dando una señal respecto a esto.

La Organización Mundial de la Salud(OMS) indicó que la depresión se convertirá en el año 2020 en la segunda causa de incapacidad en el mundo, superada sólo por las cardiopatías. Esta misma entidad también señaló que cada 40 segundos hay un suicidio, y se estima que en el 90 por ciento de los casos la depresión o el abuso de drogas fue el detonante para que una persona intentara quitarse la vida; se estima que en los pasados 45 años el índice de suicidios creció 60 por ciento.

Converso a veces con mi madre sobre cómo era el “mundo antes” y me cuenta que un día apareció la tele, que fue toda una revolución para su época, en blanco y negro, comenzaba a mostrarle realidades que hasta ese entonces sólo podía recrear en su imaginación. Luego apareció la tele en colores, luego los computadores, luego Internet, los e-mails, los chats, los comunidades Cibernéticas, hasta llegar hoy a Facebook, y así suma y sigue y no sabemos hacia donde va todo esto.

Volvemos al principio: cada vez estamos más conectados, las distancias se acortan, podemos conocer casi al instante lo que está ocurriendo a miles de kilómetros físicos de donde me ubico, con Internet nos parece como si las distancias desaparecieran, fuesen imaginarias, se diluyen.

Por último, llega el momento de decidir si queremos seguir llorando por todo lo malo que nos pasa ¿por qué a mi? o cambiar la visión hacia ¿para qué a mi?, o mejor aún… ¿para qué a todos nosotros?

“¿Y cuáles son sus causas? Estas se hayan ampliamente descritas, y es relevante destacar dentro de las explicaciones de esta enfermad,  el hecho de que se ha producido una ruptura con aquel mundo simbólico que de alguna manera garantizaba y sostenía el funcionamiento regular de un grupo social, esto ha influido en las manifestaciones psíquicas de la población, independiente de su situación social o económica.

Como seres sociales, vemos como los cambios que están sucediendo en nuestro entorno afectan directamente nuestra calidad de vida y nuestro estado anímico: querer aislar esta enfermedad parece imposible.”*

*http://www.geosalud.com/salud_mental_prof/depresion_malestar.htm

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