Reflexiones Incómodas en una fría tarde de invierno.

por DAN PONIACHIK, Est. Economía, U. de Chile.

Saben, en un principio tenía pensado escribir algo polémico. Tal vez de actualidad nacional (el reciente homenaje a un conocido ex-dictador me venía de maravilla), o quizá del conflicto de medio oriente (siempre es polémico) o posiblemente algo sobre los problemas internos que aquejan a nuestra comunidad (la falta de democracia en sus instituciones, la falta de un debate sincero, y por qué no, sobre el olvido de nuestros hermanos de una posición económica menos acomodada)

Sin embargo, considero que sería muy poco respetuoso de mi parte incomodar a los lectores en estos fríos días de invierno con algo de ese estilo.

Por ello, desistí de escribir sobre el homenaje a Pinochet llevado a cabo el 10 de junio pasado, vergüenza nacional. Sobre las nauseas que produce el considerar que existe gente que al hablar de Pinochet hace una simple operación matemática: Claro, murió gente, pero… ¡había que defenderse de los guerrilleros izquierdistas! Era una guerra sin cuartel. ¡No olvides que gracias a él nuestra economía es la mejor de América Latina! Raya para la suma: saldo positivo. Pinochet y sus 17 años fueron una gran bendición para Chile.

También desistí de escribir sobre el conflicto de medio oriente. Israel cumplió 64 años y es un orgullo para todos nosotros, es sin duda un país espectacular. ¿Pero no es hora ya de cambiar un poco la dinámica? Es tiempo de avanzar con firmeza hacia una solución de dos Estados para dos pueblos; es la única manera de asegurar un Israel judío y democrático hacia el futuro.

Por último, también desistí de escribir sobre nosotros mismos, sobre nuestra comunidad. No quise mencionar la falta de democracia y transparencia en la elección de algunos de nuestros representantes. Tampoco sobre la falta de un dialogo abierto y sincero que nos permita construir el futuro, más que aparentar construirlo. Por último, tampoco quise incomodar escribiendo sobre el olvido de nuestros hermanos para quienes las becas para ingresar al Instituto Hebreo parecen nunca llegar, ni sobre la construcción de una magnífica nueva sinagoga, pero que tal vez, sólo tal vez, podría haberse construido la mitad de monumental y destinar los recursos sobrantes a quienes más lo necesitan.

No quisiera yo incomodarlos con todas estas reflexiones. Definitivamente lo mejor es dejar esta columna hasta acá, no deseo molestar. Creo que nuestras tardes de invierno ya son lo suficientemente  frías. Sin embargo, espero que cuando se vaya el frio y llegue la primavera, esta nos logre despertar y entibiar un poco los corazones.

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4 comentarios

  1. lo de las becas por dos personas que conozco que tuvieron problemas…

    Aunque estoy de acuerdo que no se puede generalizar a partir de la experiencia de 2 personas y también estoy de acuerdo con que el colegio si da ayuda a quienes lo necesitan

  2. SABES? TIENES TODA LA RAZÓN. SOY JUDÍA, NACÍ JUDÍA, E NECESITADO Y SIGO NECESITANDO LA AYUDA DE LA COMUNIDAD Y NUNCA LA HE RECIBIDO, ES POR ESO QUE PUEDO DECIR QUE DICEN QUE LOS JUDÍOS SOMOS HERMANOS Y YO CREO QUE NO ES ASÍ LAMENTABLEMENTE, FUI MADRIJÁ ESTUVE SIEMPRE EN GRUPOSA JUDÍOS Y MI PADRE FUE TESORERO DEL POLICLÍNICO ISRAELITA POR 20 AÑOS Y AHORA QUE NECESITO DE LA COLECTIVIDAD A NADIE LE IMPORTO. TIENES RAZÓN EN TODO,

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