Aceptación y Tolerancia: bases para la Realización de nuestra Sociedad.

por BENJAMIN NAPADENSKY, Est. Derecho, U. de Chile.

No creo haberlo logrado aún entender el significado de “sentirse realizado”, pero soy optimista, precisamente porque en mi corta existencia creo ya haber tenido buenos atisbos de aquello.

En la infancia, crecemos viendo cómo nuestros adultos se desvelan por alcanzar esta tan deseada idea, sin embargo, ¿saben lo que persiguen? ¿Están conscientes de lo que quieren o de por qué lo quieren siquiera? Muchas veces, y sobretodo cuando aún no tomamos plena consciencia de nuestras identidades, creemos que en parte nuestra existencia se justifica para satisfacer las expectativas que terceros puedan tener respecto de nosotros, siguiendo un esquema respecto del cual hemos sido concientizados en exaltar desde chicos. Resulta casi atentatorio contra nuestro libre albedrío el que debamos mantenernos apegados a estos esquemas. El impecable desempeño en lo académico, la carrera profesional exitosa, el encuentro de la mujer perfecta y la formación de la familia “bien constituida”. En definitiva, estructuras que vistas bajo la óptica de la vieja usanza, han quedado a mi modo de ver, obsoletas y superadas.

Se debe abrir camino a que las nuevas generaciones de jóvenes tengan plena libertad para explorar sus individualidades, permitiéndoseles optar por un camino que los satisfaga verdaderamente y que se desmarque de este plan de vida tradicionalista. ¿Cuál es el sentido de contar con un doctor con alma de pianista o un ingeniero con alma de actor? ¿Con un pésimo padre que nunca quiso tener realmente hijos ni casarse con una mujer, o con una mujer casada con un hombre a quien verdaderamente nunca amó, porque la religión y su comunidad le dicen y obligan a quien amar? A simple vista pareciera ser que estas acusaciones resultaran anticuadas y lejanas a la realidad en que vivimos, sin embargo, ¿podemos realmente considerar nuestra existencia como efectivamente nuestra? ¿No estaremos cumpliendo anhelos ajenos, anteponiendo expectativas sociales que vienen dadas ante a nuestros verdaderos intereses y capacidades?

Si queremos realizarnos, debemos conocernos. Y para conocernos, resulta indispensable romper con esos preconceptos que uno tiene no sólo respecto de las personas que nos rodean, sino que también de uno mismo. De lo contrario, no será posible tomar nuestras habilidades y explotarlas al máximo. Luego de conocernos, es imperativo el aceptar y querer eso que somos y que nos define, no rehuir a nuestros verdaderos afanes e intereses.

Paralelo a este proceso interno, el poder realizarse conlleva también el proyectarnos en otras personas, puesto que si bien suele hablarse de realización personal, no tiene sentido el tratar ésta disociadamente de nuestro entorno. El ser humano, quiérase o no, es un ente ávido de reconocimiento y aceptación de parte de sus partes. Dicha compulsión es en ocasiones tan potente, que termina por alejar nuestros afanes y el propio talante so pena de sufrirse exclusión.

A raíz de mi experiencia personal, puedo concluir que se puede acceder a un camino de realización siempre que y sólo cuando se den las condiciones necesarias de respeto y tolerancia por las opciones y condiciones que nos definen como individuos. El valorar la infinita diversidad y hermosa complejidad de cada cual, hace probable que la propia biografía pueda tomar el rumbo tan íntimamente anhelado. He tenido la invaluable fortuna de contar a mi alrededor con un círculo humano que ha sabido abrazar estas ideas con total sinceridad, brindándome apoyo y afectos en cada paso que he dado en mi vida, desde aquellos que se pierden en la cotidianeidad de la rutina hasta aquellos que nos definen como hombres y marcan hitos en nuestras vidas.

En estos días, sí creo tener una noción de lo que persigo y del por qué lo hago. No se trata sólo de perseguir la construcción de una sociedad que sea más justa y tolerante con el prójimo, sino también de una en la cual las realidades ajenas sean valoradas de igual manera y respetadas como la que más. Si le entregamos desde muy pequeños a los que están por venir la seguridad y confianza de que SU camino -sincero, comprensivo de lo diverso, y tendiente a la felicidad- es válido y digno, muy probablemente los llevará éste a la realización; habremos alcanzado una sociedad que sea digna de ser denominada como tal. No existe realización sin aceptación, tanto propia como ajena.

 

El Saludo de ROSITA SABAH, Directora del Programa Nofim.

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Un comentario

  1. Mis más sinceras felicitaciones en este cumpleaños de El Diario Judío!
    Valorando el derecho de expresión y la multiplicidad de miradas a una misma realidad, los felicito por este espacio tan necesario como enriquecedor que ha potenciado un movimiento cultural estimulador y removedor para nuestra comunidad y en especial con nuestra juventud.
    Mazal tov,

    ROSITA SABAH
    Directora
    Programa Nofim

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