Conflicto

La sociedad está llena de fuerzas e intereses que se oponen entre sí. En su política, en su economía, en su cultura, en todos los ámbitos posibles. Como judíos que buscamos ser agentes de cambio social, los conflictos son una posibilidad para construir un nuevo escenario social.

Pero los conflictos no son malos per se, al menos no como el Estado, la Iglesia, el Mercado o el Ejército nos enseñan. Al contrario, son el momento cuando podemos pararnos frente a la realidad, o frente a lo que los distintos grupos de poder quieren que entendamos como realidad, y decir basta. Frente a esa incertidumbre y cambio que suponen los movimientos sociales, es que las instituciones utilizan toda su fuerza para oponerse y restablecer el orden y la seguridad.

Pero como seres críticos, sabemos que dichos conceptos son falacias e invenciones de los mismos grupos de poder que buscan perpetuar las injustas condiciones actuales. Como dicen grandes amigos míos, la Revolución es la Educación del Estudiante.

Podemos mirar el mundo con espanto ante los desórdenes sociales producidos, y asustarnos frente a los pueblos que se levantan frente a sus gobiernos autoritarios, sus economías opresoras, sus religiones dominantes y sus ejércitos aplastadores, o podemos ser parte del cambio y apoyar a dichos movimientos sociales en su justa lucha de reivindicación social.

Solo viviendo profundos conflictos sociales podremos construir una nueva realidad.

 

Nico Riethmüller

Director – El Diario Judío

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2 comentarios

  1. Sr. Director,
    Con respeto le pregunto, sin ánimo más allá de la discusión ideológica, ¿a qué se refiere ud. con reivindicación? Según mi simple entendimiento, reivindicar importa recuperar algo que se perdió, un derecho que fue usurpado, cuestión de hecho es haberlo tenido, por lo tanto si no se ha poseído, no se puede reivindicar.
    Una lucha social o conflicto como lo llama usted, por más que busque generar nuevos derechos (cosa que es buena y necesaria para la evolución social por lo demás), no busca reivindicar, sino crear, cosa que debería ser en acuerdo político ¿no? (y no me refiero con esto a la factibilidad práctica y de ser la última ratio)
    La reivindicación como forma discursiva no me parece entonces democrática, ya que utiliza una falacia en este contexto, ¿fue con esa intención su utilización o utilizada sin mayor búsqueda?

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