Nuestra obligación como judíos y chilenos de ir en contra cualquier discurso político totalitario. Nunca más Hitler, nunca más Pinochet.

por JONATHAN RAPAPORT, Est. Psicología, U. del Desarrollo.

Dicen que los conflictos traen crisis, que las crisis traen cambios y que no hay cambio que por bien no venga.

Cada cierto ciclo o períodos de tiempo llegan estas “modas políticas” producto de campañas, proclamaciones, elecciones y todo lo relacionado. No me llaman la atención, pero no porque no me guste la política, sino porque  no estoy conforme con lo que ésta se ha convertido.

Cada vez me convenzo más aun de que uno elige su posición política no por atracción a cierto partido o tendencia, sino por el rechazo que las otras alternativas nos producen. Así también el gobierno de turno, sea cual sea, llama de “oposición” a los políticos de los partidos contrarios. “Oposición” como dos o más fuerzas que luchan, la una contra la otra, para finalmente una gobernar y así desplazar y postergar a las demás. ¿Es eso en lo que se convirtió la política? ¿Queremos desplazar, postergar y enmudecer a lo diferente?

Este caso político se puede extrapolar a diferentes situaciones o temas tabúes cotidianos, como la religión, la orientación sexual, etnia, y un sin fin de temas que no lograrán jamás un consenso o una unidad, producto de nuestras diferencias que se expresan en dos o más posturas radicales que alimentarán la pugna y la diferenciación de las posiciones, y son precisamente estas posturas que pasan a ser “ridículamente” radicales las que generan conflictos, que luego traen crisis, y con ellos se sucede la historia, generando cambios que no siempre logran satisfacer las expectativas de todos.

Creo que es legítimamente aceptable escuchar y ver personas que se declaran “derechistas”, de “izquierda”, “apolíticos”, “apartidarías”, de lo que sea, pero es cuando estas posturas se radicalizan, y hago hincapié en lo ridículamente radicales, personalmente me produce un conflicto grave: que aun existan personas que se declaren  “pinochetistas” es tan lamentable,  repudiable, y guardando proporciones, comparable como el hecho de que en algún momento alguien se hiciera llamar “hitleriano”, y es aun más bajo que después de más de 30 años sigan existiendo personas que manejen el mismo discurso “él nos salvo de la crisis, gracias a él tenemos pan, gracias a él no somos otra Cuba”.

De lo único que podemos estar “agradecidos” es que gracias a personas, que tienen la desfachatez de llamarse políticos, hoy tenemos familias enteras que jamás van a poder dejarle flores o piedras a sus padres, hermanos, hijos, en un espacio donde tengan la certeza que al menos físicamente están ahí. Para quien sea capaz de aun así decir que extremos de estas dimensiones son eficientes o al menos eficaces, una persona, grupo u organización para lograr sus objetivos nunca debe literalmente borrar a otras personas. Nosotros debemos ser lo suficientemente responsables para ir en contra de dichos discursos, y levantarnos, caminar y elegir a nuestros líderes, con toma de conciencia y mayor participación política y ciudadana para ser responsables de la sociedad que estamos construyendo, asegurándonos que ciertos hechos históricos nunca vuelvan a suceder. Somos los únicos animales que tropezamos dos veces con la misma piedra.

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4 comentarios

  1. Estoy de acuerdo en el fondo de lo que dices, sin embargo se te olvida dasr ejemplos de totalitarismos de izquierdas y eso le resta credibilidad a tu posicion personal, si hubieses dicho no mas Hitlerismo, no mas Pinochetismo, no mas Stalinismo, no mas Castrismo, no mas Chavismo, hubiese compartido 100% contigo. Que lastima que no fue así. Eso te muestra como que tu personalmente eres lo mismo que repudias y eso se llama incosistencia.

    1. Ari, primero que todo gracias por darte el tiempo de leerme.

      Segundo, creo que si hay algo que no le falta al ensayo es
      consistencia. Mi punto de vista queda claro, me da asco tener amigos
      que se hacen llamar pinochetistas y la comparacion con hitler es en
      particular por el método utilizado por ambos (por eso solo utilizo esos dos extremos)

      Tercero y para darte razon en algo, si, quizas falto contraste del
      otro lado,de izquierda, pero tu comentario solo avala aun mas mi punto
      de vista. Tu punto politico solo existe y es creible cuando existe una
      critica hacia el otro lado, de otro modo no aceptarias los errores de
      tu propio lado político. Volvemos entonces a ver en ti a lo que me refería con pugna y con el nuevo sentido de la política.

      Gracias y espero que sigas leyendo

      1. Que bueno que me respondes. Los ejemplos deben ser completos, claros y ecuanimes. Es obvio que ningun totalitarismo es bueno, que la libertad humana y los derechos humanos son inalienables.
        Sin emabrgo, sin considerarme en ningun momento pinochetista, me molesta muchisimo la comparacion que ya es usual incluso entre nosotros los judios entre Hitler y Pinochet.
        Durante el gobierno militar era necesario HACER algo para estar en peligro, Pertenecer a algun grupo, o expresar alguna idea era lo que no se debia hacer. Si acatabas y te callabas podias vivir en paz.
        Sin embargo a los Nazis les bastaba lo que ERAS, independiente de cuaqluier otra consideracion, y eso marca una diferencia que como judios no podemos soslayar.
        Pinochet no mato a ninguna guagua por ser hija de un comunista mientras que un millon de niños judios fueron exterminados por el solo hecho de serlo

        Si no aceptamos nosotros esa diferencia fundamental, como pretendemos que la shoa no sea mas vanalizada??

  2. Todo ser humano, debe condenar categóricamentetoda clase de dictadura y sin excusas de ninguna clase .
    Me preocupa e indgna que haya relativización,negación o banalizacion de violaciones sistemáticas a Derechos Humanos inalienables ( Derecho a dignidad y vida humana, Derecho Humano,jurídicamente regulado en Convencion de DD.H.H de Onu, 1948), como fue Holocausto ( genocidio nazi o shoa), es decir, exterminio realizado hacia 6000 millones de judiios) y otros asesinatos de lesa humanidad.
    No podemos realzar ningún arquetipo justificativo de asesinato,persecución y denigracion, en nombres de Fundamentalismos religiosos, políticos, sociales o culturales .
    No basta con pronunciamiento de discursos respecto al tema, sino que emprender acciones sólidas ,concretas y reales.

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