Pasión por el deporte, pasión por nuestras vidas.

por GABRIEL FINKELSTEIN, Ingeniero Comercial, PU. Católica. ExRosh Tikva.

 

Pasión de multitudes, el deporte más hermoso del mundo, así es como lo apodan algunos. Amado por muchos y odiado por pocos, lo cierto es que el fútbol es un deporte de multitudes que cada semana saca a flote la pasión de miles de simpatizantes. Cada vez que la pelota empieza a rodar -antiguamente pesada y dura, actualmente liviana y que enloquece a los arqueros, la que un talentoso jugador acaricia cual si fuera su amada, o un destructor la envía a la China – miles de corazones palpitan a un ritmo incesante y las emociones se multiplican al por mayor.

El fútbol se relaciona con la vida de una persona en todo contexto y bajo cualquier circunstancia. Apasionado jugador de fútbol y además un hincha acérrimo del romántico viajero es lo que me ha llevado a compartir mis experiencias y emociones con amigos, profesores, compañeros de trabajo, maestros, choferes, barras brava, entre otros. Esto se ha dado en variados contextos, como una cancha de fútbol, una clase, un asadito, un carrete, en el estadio, yendo arriba de un taxi, en un restaurante, entre muchas otras situaciones. En una de esas tantas tertulias surgió el concepto de las “metáforas futbolísticas”, expresando situaciones de la vida cotidiana con frases futbolísticas, concepto que revolucionó las conversaciones con mis conocidos.

La dejaste rebotando en el área, la tiraste fuera del estadio, la tiraste al corner, quedé offside, ¿está ciego? (en referencia al referí), me fui a la B (notable frase del Tano), Pepe Rojaaaas!!, la pusiste en el ángulo, entre muchas otras.

Muchas veces me han preguntado por qué tanto amor al fútbol, por qué no hablar de otra cosa, que qué le veo al fútbol. Ante estas preguntas logro recordar una sabia frase que me dijeron: “Quién es hincha del fútbol, quién es un apasionado por el fútbol, es un apasionado de la vida y la vive a concho como esos 90 y tantos minutos en que rueda el balón”. Sin importar los colores de camiseta (igual les recomiendo la azul), todo hincha que vibra por el balompié y su equipo, que lo siente, que lo vive y lo hace convivir con su día a día, tiene un motivo por el cual motivarse y sentir pasión.

Lo lindo del fútbol es que además de ser un deporte de multitudes, hoy en día es practicado por hombres y cada vez más mujeres, por lo que esta “locura” se está empezando a entender como una razón de ser. Por eso los invito a comprar las carnecitas, sus chelitas, piscolas, y prender la parrilla, para armar un tremendo asado con todos nuestros cercanos y así volvamos a ver a Chile ganando y dando espectáculo a final de mes. Le tengo fe a Sampa-el-loli, grande Minimí!!

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Un comentario

  1. Seco Gaboooooooo, te entiendo mucho!! A pesar de ser mujer y no vivir el «deporte rey» desde pequeña como los «hombres», tuve la suerte de tener un padre futbolista, quien me enseñó desde qué era un OffSide hasta amar el fútbol.

    Lo único que no logró enseñarme, y de lo cual no me arrepiento, es su pasión por el albo. Por eso comparto contigo ser de corazón bullanguero, romántico y viajero.

    Un abrazo, gran gran gran texto te mandaste.

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