El conocimiento y la felicidad, cómplices para cambiar el mundo.

por AMIT KNUST.

Recuerdo en un viaje que estaba en un bar y se me acercó un tipo y me dijo: “Hola soy Dávide y ¿sabes que la palabra felicidad significa Feliz y dad? que eres feliz dando”. Yo flipé (estaba en España) y me hizo sentido, más si la escribía,  felic-i-dad.

Es difícil la palabra. Me cuesta entender su cliché y los estados de Facebook con interpretaciones post industriales que se le dan a la misma. Siendo que ser “feliz” es algo tan íntimo y profundo, no creo que un amigo virtual me pueda hacer feliz con un post, quizás me anime por un rato y despierte mis sueños de poblar África con comida y otras buenas acciones, blablabla.

Pero como mis días avanzan y me desarrollo, entiendo la felic-i-dad como un momento sin tiempo. Como ese conocimiento nuevo, ese barco pirata full loop con un amigo, ese ramo pasado, ese rencor olvidado. Es rara la felicidad y más su mecanismo de acción, ataca solo de vuelta.

Nuestro Primer Libro enseña que el dar, Tzedaka, ya sea en forma de conocimiento, dinero o cariño, es un camino a la libertad y a la vida plena, rica, cozy. El diseño del dar muta sus formas. Podemos devolver una billetera perdida, darle trabajo a alguien, darle un beso a tu hermano, comprarle un cuarto de libra a un vago o simplemente decirle gracias a un amigo que te escucha y estamos dando. Abraham tenía su casa abierta en las 4 direcciones para los viajeros que llegaban y les daba comida, casa y compañía, sin pedir nada a cambio, seco, y nosotros que apenas compartíamos la colación en el colegio.

Estos actos de dar (que aparentemente nos hacen felices) no ocurren al azar. Involucran movimiento, consciencia y valores que como judíos se nos enseñan -mediante tradiciones- en la repetición periódica de conocimientos y comportamientos directos a nuestro Lóbulo Frontal.

El conocimiento es el que nos hace libres, el valioso conocimiento. Con él entiendo que dos más dos son cuatro y que mi mejor amigo odia los pies. Con él puedo programar una animación digital que hace reír a cien Millones de niños o levantar el Titanium y poner a cientos de papás con familia trabajando. Con él lidero mis pensamientos y mi conducta. Éste es una inspiración para la creatividad y permite construir una Personalidad más abierta, más sana, más flexible y más humilde. El conocimiento nos da ese tip de saber que al mismo tiempo que damos algo, estamos también recibiendo, ya sea un chocolate o una bomba. Le sonrío a la señora del aseo, me sonríe de vuelta y así para todos los ejemplos casuísticos de la vida.

Y una vez que nos hacemos cómplices de que somos nosotros los que cambiamos el mundo en el que vivimos, damos un paso atrás, asustados…. y volvemos a ver tele.

‘God’s largest concern is not just for the welfare of the poor, but for the perfection of mankind’.