El Cuerpo como objeto de estudio en las Ciencias Sociales y el rol del movimiento feminista.
por YAEL RAPAPORT, Socióloga, U. Diego Portales.
En comparación con otros fenómenos sociales, el cuerpo no ha llegado a ser sino, hasta épocas recientes, objeto de estudio de las ciencias sociales. El cuerpo parece ser cada vez más relevante para la sociología, y cobra mayor fuerza la idea de que el cuerpo puede ser entendido como el medio por el cual nos representamos socialmente, y como la herramienta por medio de la cual interaccionamos en el mundo social. Se articula así el cuerpo como un resultado de la construcción social y cultural.
Es aquí donde la sociología del cuerpo comienza a tomar forma y comienza a construir importantes datos sobre la sociedad de hoy. “La tarea de la sociología consiste en comprender la corporeidad en tanto estructura simbólica y no dejar de lado representaciones, imaginarios, conductas, límites infinitamente variables según las sociedades” (Le Bretón, 2002: 31).
A lo largo de la historia, la representación del cuerpo ha ido adquiriendo diversos significados. Desde los griegos, el cuerpo ha jugado un rol fundamental al interior de la cultura de cada pueblo, y de sobremanera, en la expresión artística. Los pueblos clásicos entendían la corporalidad como máxima expresión de lo que podía llegar a ser el hombre, en otras palabras, vivían para conseguir un cuerpo perfecto. Desde la perspectiva hedonista de los antiguos griegos, hasta la fecha actual, “se han construido tantas concepciones del cuerpo como estructuras sociales se han sucedido” (Le Bretón, 2002: 31).
El significado del cuerpo en la Edad Media poseía cierta dualidad referida a lo profano y lo sagrado. Posteriormente, y a la par con los procesos de secularización, el cuerpo deja un poco de lado su carácter simbólico-religioso y comienza a constituirse como materia de estudio científico, comenzando a ser objeto de disecciones y provocando profunda curiosidad acerca de su mecánica y funcionamiento.
Pero no es a partir de los años 60, luego de los diversos movimientos sociales, culturales y feministas, que el cuerpo comienza a considerarse como un objeto digno de estudio sociológico, emergiendo así un análisis social de la corporalidad humana, que se fundamenta en el análisis de la relación entre la corporalidad humana, la cultura y la sociedad en general. Fueron finalmente las mujeres, las que tuvieron un rol protagónico en permitir que eso pasara.