¿Democracia en Israel?

por ARIEL STERN, Est. Ciencias Políticas, Sociología y Antropología, u. de Tel Aviv.

Aun siguen los festejos por los 65 años de vida que ha cumplido el Estado de Israel, el país de los judíos y la única democracia de oriente medio, pero entre las fiestas y las celebraciones estas fechas me parecen ideales para hacer una pausa y analizar qué país hemos construido, qué tipo de estado es Israel y cómo se rige.

A diario oímos que diferentes medios definen al régimen en Israel de distintas maneras que van desde “una potencia colonizadora” hasta “la única democracia en medio oriente”, pero para poder definir realmente qué tipo de régimen gobierna en Israel, es necesario tener en cuenta algunos datos.

Primero: Israel, por numerosas causas, no tiene una constitución, aunque tradicionalmente la Carta de Declaración de la independencia ha servido de base y ha puesto límites a la legislación. Segundo: En el año 1950, el primer parlamento de Israel decidió mediante un acuerdo conocido como “decisión Harari” no redactar una constitución, en cambio, se proclamarían leyes llamadas “leyes básicas” que juntas conformarían a su debido momento la constitución del estado de Israel.

Resulta fundamental tener en cuenta estas dos características de la política israelí si se quiere definir su régimen, ya que son la clave y la raíz del dilema. Tanto la declaración de independencia como la ley básica de respeto humano y libertades definen a Israel como un país judío y democrático. Aunque como judíos nos suene armónica tal definición, la verdad es que los conceptos judío y democrático son polos opuestos al describir de carácter del país. Mientras la palabra judío habla sobre una clara preferencia de ciudadanos que pertenecen a un colectivo determinado sobre cualquier otro ciudadano, la palabra democracia (demos y kratos, gobierno del pueblo) hace referencia al gobierno de los ciudadanos, de todos y por igual.

Se han elaborado diferentes modelos que tratan de darle un nombre al tipo de gobierno vigente en Israel, entre ellos uno muy conocido es el del Profesor Sami Samoja, sociólogo y catedrático de la Universidad de Haifa, que denomina a Israel como una democracia étnica. La democracia étnica es aquella donde convive el compromiso del gobierno para con los valores de la democracia pero que al mismo tiempo le otorga preferencias a la etnia dominante. El mecanismo utilizado para hacer esa distinción es reconocer los derechos individuales de cada ciudadano, pero al mismo tiempo, respetar los derechos colectivos de un solo grupo: la etnia dominante. Si bien este modelo es crítico, aun le concede a Israel el título de democracia, aunque diferente al resto de las democracias en el mundo.

65 años pueden parecer un período de vida muy corto para ser la vida de un país, pero a la vez es un período que parece prudente para tomar posturas y definir objetivos de identidad nacional. El debate sobre quién y cómo es Israel aun sigue parcialmente abierto, la tensión entre el país judío y el país democrático sigue existiendo. ¿Nos seguiremos preguntando quién es Israel en cada Iom Haatzmaut?

Publicaciones Similares

2 comentarios

  1. Estimado… hasta donde yo se, la única ley que hace diferencias del tipo que mencionas, es la ley de inmigración.
    Para mi, el punto básico, es si uno está de acuerdo con que haya un «Hogar judío». Si uno está de acuerdo con ello (que creo la historia justifica su necesidad sobradamente), no veo de qué otra forma podría lograrse (asegurarse). Esa ley es una necesidad y, claro, tiene como consecuencia que el país tenga una mayoría de ciudadanos judíos y esto, a su vez, permita que sea realmente un «Hogar judío» (es decir, un lugar donde los judíos puedan vivir sin que les sean quitados sus derechos de ciudadanos lo que, hasta donde se, es válido para todos los ciudadanos israelíes, sean o no judíos).
    Por otro lado, cualquier país (y muchos son los ejemplos), pone restricciones a la inmigración si ve amenzada su identidad… y no por eso son cuestionadas las democracias. Un caso «ejemplar» podría ser Suiza… lo menciono porque grande fue mi sorpresa cuando amiga descendiente suiza (y creo que tiene esa nacionalidad por «herencia»), me contaba de las distintas restricciones que pone ese país a los inmigrantes a Suiza… desde no dejarlos entrar, hasta entrar como ciudadanos de segunda clase, que nunca podrán obtener esa nacionalidad ni sus hijos nacidos allí. Menciono este caso, no porque lo considere ejemplar sino porque veo que, una vez más, se critica a Israel por cosas mucho menores o similares que hacen otros países en forma normal y sin recibir crítica internacional por ello.
    Pero recalco mi punto principal: existe una sola ley que hace diferencias, y es la ley de inmigración… necesaria para que exista un «Hogar judío». El punto es si uno está de acuerdo con esto último o no. Si ves otra manera de lograrlo, me gustaría conocerla. Saludos

    1. Hola:
      La verdad es que este articulo era para exponer una idea ampliamente aceptada en la academia israeli sobre que tipo de democracia de Israel y no es critico sino analitico (fuera del titulo y la ultima frase que son un poco provocativas).
      Lo que le ha pasado a Ud. es lo que nos pasa todos los que estudiamos la politica Israeli y llegamos mas temprano que tarde a preguntas tan basicas pero a la vez profundas como las que de ha hecho Ud. y ese era unico objetivo del articulo.
      Lo que si me gustaria aclarar es que analizar el grado de democracia en un pais no es tan simple como analizar las leyes formales promulgadas por los organos legislativos, sino el contexto politico completo del pais, asi por ejemplo, catedraticos que apoyan la teoria de la democracia etnica en Israel se sustentan en resoluciones de la corte suprema israel en las que en casos similares, el colectivo judio recibe apoyo a sus derechos colectivos mientras que otros colectivos no. En el caso de la politica inmigratoria Suiza personalmente no la conozco a fondo, pero segun lo que entiendo de su comentario existe una fuerte regulacion de la inmigracion basada en politicas duras para con los inmigrantes aunque dudo que la discriminacion legal tenga de fondo una discriminacion a una etnia especifica. No creo que el caso de Suiza sea un muy representativo ya que hay muchas areas en las que su democracia, que es una democracia directa, es muy detacada pero es sabido que Suiza es un pais extremadamente hostil con los inmigrantes y de hecho es el pais que pone mas trabas a un exranjero para abrir un negocio en su territorio.
      Gracias por su comentario, que tenga una Shavua Tov.

Responder a Andrés Páris Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *