¿Mujer virtuosa o mujer salvaje?

por ARIELA LIJAVETZKY, Est. en Ciencias de la Educación de la U. Buenos Aires. Directora del Departamento de Educación No Formal de la OHA Macabi.

 

Dentro de cada mujer alienta una vida secreta, una fuerza poderosa llena de buenos instintos, creatividad y sabiduría. Es la Mujer Salvaje, una especie en peligro de extinción debido a los constantes esfuerzos de la sociedad por “civilizar” a las mujeres y constreñirlas a rígidos papeles que anulan su esencia instintiva. (Clarissa Pinkola Estés en “Mujeres que corren con los lobos”)

Desde hace ya un tiempo comencé a preguntarme por qué las mujeres deberíamos ser más débiles, más sensibles, más prolijas, hasta más educadas que los hombres. No se trata de una cuestión de género, ya que si estamos solo entre mujeres es más sencillo ser como a cada una le venga en ganas. Pero parecería tratarse de un tema de oposición de géneros: las mujeres deben ser todo aquello que se espera que los hombres no sean. Y es cierto que tenemos características corporales que nos distinguen y ciclos hormonales que pueden hacernos variar de humor, pero nada de eso nos impide ser fuertes, rebeldes o andar despeinadas. Estas no son imposibilidades de nuestro cuerpo sino de nuestra sociedad.

Decidí experimentar por mí misma ese “ser salvaje” de la mujer, aquello que los hombres se permiten y las mujeres tenemos prohibido; y así comencé a participar de un Círculo de Mujeres. Un espacio en donde las participantes pueden ser ellas mismas, sin presiones, sin prohibiciones, sin tabúes; un espacio de liberación y reflexión; un círculo donde fluye la energía creativa, donde el espíritu salvaje se contagia y donde el instinto femenino adquiere su máxima expresión.
¿Por qué un círculo? Porque sólo en aquella forma geométrica, elegida por tantas tribus milenarias como modalidad de reunión, la energía simplemente CIRCULA. Porque un círculo puede asemejarse a la forma de la Tierra, quizás del sol, tal vez de la luna; un círculo puede ser una ciruela, un caramelo, una naranja; un círculo puede ser un ovario, una panza embarazada, la forma de un abrazo. Círculos, círculos, círculos. Lo que importa es lo que contienen y en ese contenido hay una mezcla de luz, de sabor, de magia, de cariño, de calor… de VIDA.

La vida de las mujeres tiene un poder que ningún hombre puede alcanzar: nosotras no sólo vivimos, tenemos también el don de DAR VIDA. Aún no lo he vivido en carne propia… no en el sentido estricto. Pero si he dado luz a muchas cosas: a proyectos personales, a mi propia casa, a mis amistades, al amor. Esa es la propuesta de los círculos. Reunir las pequeñas luces de cada mujer que lo conforma para luego repartir esa luz brillante, potente, llena de energía entre todas las mujeres presentes, y que cada una de ellas pueda usarla para lo que quiera. Por qué no, para aullarle a la luna…

En la tradición judía cada viernes por la noche antes de comenzar la cena de Shabat se recita: “A una mujer virtuosa, ¿quién puede hallar? Es más preciosa que las perlas. El corazón de su esposo confía en ella; nada le faltará a él. Ella le prodiga el bien y no el mal, todos los días de su vida. Ella se procura la lana y el lino, con gusto hace las labores de sus manos. Se asemeja a nave de mercaderes, que desde lejos buscan su sustento. Se levanta cuando aún es de noche, proporciona sustento para su familia y alimento a sus mozas(…)”. Ojalá existiese también una oración para el “hombre virtuoso” y así nosotras, las mujeres, sin preocupaciones banales y de servicio a otros, podamos convertirnos en lobas y andar por el bosque desnudas y despeinadas.

Publicaciones Similares

Un comentario

  1. no entiendo bien a que postulas.
    según lo que entendí de tus palabras es que la mujer es superior al hombre y que por ende no se tiene que subyugar al hombre.
    corrigeme si me equivoco, pero creo que ese es justo el problema de los circulos feministas, el creer que se trata de una lucha entre géneros, que si bien si se justifica en la sociedad occidental del siglo 21 pero no en el judaismo.
    justamente en la mujer virtuosa se destaca la importancia del rol de la mujer judía y justamente es el complemento perfecto del hombre púes sin aquella mujer virtuosa no podria el hombre llegar a su maximo potencial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *