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Transantiago, ¿fiscalización y multas, o mayor equidad y educación?

por GABRIEL MINOND, Est. Medicina, U. de Chile.

 

Este mes de junio se ha iniciado un nuevo período para el mundo del transporte público. El Transantiago ha comenzado un nuevo plan o sistema que permite disminuir la evasión en el pago del pasaje del bus. Este plan consiste básicamente en poner fiscalizadores a bordo de los buses que tienen mayor tasa de evasión; de forma que aquel que no paga el pasaje, recibe una multa que oscila entre los 40.000 a 60.000 pesos chilenos; multa que si no es pagada, el infractor arriesga 7 días en prisión. Este plan se ha iniciado este mes, comenzando por la empresa Alsacia-Express (empresa poseedora de la mayor cantidad de buses en Santiago); con la colaboración de Carabineros.

Desde que se puso en vigencia el sistema Transantiago el año 2007, las cifras de evasión llegan hasta un 20% de los usuarios; lo cual hace que la empresa pierda mucho dinero. Obviamente no corresponde saltarse el pago de la micro, y es una falta de respeto no pagar; pero es preciso analizar la situación desde distintos puntos de vista, antes de criticar a quienes lo hacen, y a opinar a favor de este nuevo plan de “tolerancia cero”.

Existen distintas situaciones de evasión del pago. Primero, están aquellos que no pagan por que no quieren pagar. Entre ellos, existe un gran porcentaje que sí tiene dinero para cargarla pero no lo hace de todas formas, como también existen aquellas personas que tienen un sueldo bajo, y pagar el excesivo monto del pasaje varias veces por día implica que este sueldo neto sea aún más bajo. El primero de los grupos lo encuentro repudiable, y tal vez sí se justifica el sistema para evitar esta actitud; pero en el segundo caso, se descubre un problema aún más trascendental e importante, que refleja el estado del país y sus medidas parche para resolver problemas: el alto costo del servicio y el bajo sueldo mínimo.

Imaginemos el caso de un trabajador chileno soltero y padre de 2 hijos que gana el sueldo mínimo (aproximadamente 150.000 o 190.000 pesos dependiendo del grupo etario) imaginemos que tiene que usar diariamente el sistema de transporte público mínimo 2 veces al día (incluyendo combinación micro-metro) en horas punta, por lo tanto $670 por vez (es decir, paga en pasaje $1340 diarios, lo cual multiplicado por 30 equivale a $40.200 mensuales, sin considerar irregularidades). Entonces de su sueldo le quedan aproximadamente $150.000, los cuales tiene que distribuir en vivienda, alimentos, servicios básicos, salud y la vida de sus 2 hijos. Esto lo obliga a buscar toda la ayuda social que pueda para pagar los otros gastos (que puede no ser muy eficiente), probablemente buscar un segundo trabajo (a lo cual utiliza más el transporte público repitiendo el ciclo), o solicitando la ayuda de sus hijos, para que estos brinden ingresos. Sin considerar que ellos también usan el sistema de transporte público, y para compensar gastos esto puede llevar secundariamente a una alimentación basura y cuidados básicos deficientes, tendiendo al estrés y a problemas de salud.

Bajo este caso hipotético (pero muy cotidiano) la persona pierde mucho dinero solo en transporte, por lo cual no es extraño esperar que tienda a la deshonestidad y a la evasión del pasaje (considerando además que la multa vale casi lo mismo que el gasto mensual, por lo cual no pierde nada intentándolo). Y si a esta persona la mandan a la cárcel por 7 días (quedando además en la hoja de vida), ¿alguien pensó qué harán sus hijos durante esa semana?

En el segundo caso de personas que no pagan, aquellos que se traspapelaron pensando que les quedaba dinero en la tarjeta, cuando en realidad no tenían, pidiendo que los lleven ya que probablemente no estén cerca de un punto Bip para cargarla, siendo esto completamente evitable, ¿se merece el usuario una multa así de grave?

Soluciones reales para el primer caso son complejas, pero hay que considerar que el precio es muy elevado y los sueldos son bajos; pero no solo ahí se puede intervenir para beneficiar a estas personas, sino que es muy importante por ejemplo desarrollar un buen plan de ayuda para personas que lo requieran de verdad (no solo para estudiantes). En el segundo caso, el problema se puede evitar aumentando los puntos bip y separándolos más, ya que si bien existen muchos, éstos se concentran a veces en algunos sectores pequeños. También mejorando el sistema de comprobación y carga del dinero de nuestra tarjeta (vía teléfono, computador, u otras) o simplemente, siendo personas más precavidas y mejor organizadas.

Existen variadas formas para mejorar los sistemas y evitar la evasión, pero es importante entender que las soluciones no solo radican en mejorar los sistemas de multa y asustar a la población, sino que hay problemas de base que originan las faltas; por lo que si nuestras energías se enfocan en disminuir estos problemas base, por ejemplo, con ayuda y educación, podemos mejorar la conducta ciudadana. Y eso no solo corre para esta situación en particular, sino que para toda situación de contingencia nacional.

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2 comentarios

  1. Creo que nada justifica la evasión, cuando uno es honesto se las ingenia para buscar alternativas, Generalmente los maestros de la construcción se cambian de trabajo por uno que les paga mas, especialmente ahora que hay mucha demanda y son los que mas he visto evadir. Ademas otras personas invirtieron en una bicicleta en verano y solo andan en micro cuando llueve. Asi que hay soluciones, el tema pasa por el principio de estar dispuesto a robar o no.

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