¿Por qué un día del Orgullo Gay?

por GUSTAVO MICHANIE, Judíos Argentinos Gay (JAG).

Cuántas veces he escuchado decir “Nosotros los heterosexuales no hacemos marcha del orgullo heterosexual, ¿por qué ustedes si?”

Pienso y siempre termino casi explicando lo mismo: nosotros nos sentimos orgullosos de poder llegar hoy y decir que nuestra condición sexual no es un tema para ser discriminado, y en tal caso la sexualidad no se elige, se elige hacerse cargo de ella.

Millones de personas LGBT, han sido echadas de sus casas, por el solo hecho de confesar a sus familiares acerca de  su elección sexual. Millones de personas han sido echadas de sus trabajos, por el solo hecho de contar acerca de su elección sexual. Millones de personas han sufrido el acoso y el bullying en colegios, universidades, por el solo hecho de hablar sobre su condición sexual.

La lista podría seguir cientos de frases y estrofas acerca del por qué sentir el Orgullo LGBT.

Sin embargo, ninguna persona heterosexual puede decir que lo hayan echado de su casa por ser heterosexual, ni lo han despedido de su trabajo por decir que era heterosexual, y mucho menos haya sufrido acoso en sus lugares de estudios, por relacionarse con personas del otro sexo, para una relación.

Nosotros SI, y por el camino que venimos recorriendo, por el camino hacia los mismos derechos, para todas y todos es que salimos a Festejar el Día del Orgullo LGBT.

El pasado viernes 7 de Junio se llevó a cabo en Tel Aviv, Israel, la Marcha del Orgullo, y tuve la suerte de poder participar y ver a más de 80.000 personas, que llegan de todo el mundo para ser parte de esta celebración y marchar y festejar por las calles de la ciudad.

El desfile arrancó en el céntrico Parque Meir, donde tiene su sede la asociación LGBT de Tel Aviv, con un acto en el que participaron el ministro de Finanzas, Yair Lapid; la titular de Justicia, Tzipi Livni; la de Cultura, Limor Livnat, la jefa del principal partido de la oposición, la laborista Shely Yajimovich, y el alcalde de la urbe, Ron Huldaí.

Acá los heterosexuales israelíes no cuestionan el fin de esta marcha, sino que lo comparten completamente, son parte de esta celebración, la que está llena de familias y niños que vienen a mostrar como la sociedad israelí se construye cada vez más en la tolerancia y la diversidad. La ciudad entera cuelga banderas de arcoíris, compradas con platas de la municipalidad y presupuestos fiscales, porque la sociedad israelí entiende que la aceptación hacia lo LGBT es un derecho y un deber de todos.

Orgullo de pertenecer. Orgullo de ser quien soy. Orgullo de poder decidir por mí mismo. Orgullo de Amar a quien quiero Amar.