El balance que no existe

por FELIPE SINAY, Est. Psicología, U. de Chile.

 

Nada más típico que escuchar en una conversación: “todos los excesos son malos”. Y claro, como si ir al colegio 40 horas a la semana o dormir un tercio de la vida no lo fueran. Por un lado, se nos ha dicho que hacer mucho de algo es malo, y por el otro lado, hasta los 25 años gastamos 2/3 de la vida en solamente dos actividades distintas.

Algo anda mal. Creo que asistir al colegio o dormir lo suficiente no lo está. Lo que sí está mal es el juicio que se suele tener en torno al concepto de exceso. ¿Son los excesos intrínsecamente dañinos? Claro que no, un exceso de música para el oído me parece sumamente enriquecedor, pero un exceso de drogas me parece nocivo.

O también es típico escuchar: “hay que buscar un balance en la vida”. ¿No les parece que la vida está lejos de ser una balanza y que siempre hay mucho más de una cosa que de otra? La voraz búsqueda de un balance nos lleva a una moderación casi fatal, una en donde hay un poquito de deporte, un poquito de estudio, un poquito de familia, un poquito de amigos,  un poquito de arte, etc. Al fin y al cabo, si llevásemos la idea de la balanza como un fin en sí mismo, habría un poquito de todo y nada de mucho.

Propongo superar la idea de la balanza como un fin en sí mismo y planteo que el fin en sí mismo sea seguir nuestras emociones, intereses, e intuiciones. No importa el fracaso; importa haber intentado conseguir nuestros anhelos. Uno de los resultados de nuestras infinitas aspiraciones puede ser una vida  “balanceada”, pero no debiese ser el único resultado posible y necesario.

La consecuencia de creer en los excesos como algo que es “malo” por naturaleza causa, inevitablemente, creer en la moderación como algo “bueno”. Aventuro a afirmar que ninguno de ellos es bueno y malo por sí solo, y que por ende, nuestras acciones no debiesen de estar enfocadas a satisfacer estas consignas sin real trascendencia. A lo que sí debiese de estar apuntando nuestra dirección de vida es hacia la realización de nuestros sueños, sean o no sean un exceso, sean o no sean balanceados.

 

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Un comentario

  1. La gente dice que el balance es sabio porque al no entregarle todo a nada, te salvas de que ese algo te decepcione y te rompa el corazón absolutamente. Es muy arriesgado apostarlo todo en un solo número. Pero es lo que puede resultar más enriquecedor.

    En fin, depende de como cada uno quiera vivir la vida.

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