L. Ron Hubbard, el controvertido líder de la cinesiología

por JOSE TOMAS HIRSCH, Est. Derecho, U. de Chile.

 

John Travolta, Tom Cruise, Katie Holmes, Isaac Hayes y Elizabeth Moss son algunos de los rostros famosos de la cinesiología. ¿Cuáles son las deidades de este culto?, y por sobre todo ¿por qué alguien creería en una religión creada en 1952 por un escritor de ciencia ficción que nunca logró el éxito profesional?

En la vida de L. Ron Hubbard, casi todo el recuento biográfico que existe de él  es materia de disputa. Según textos de la cinesiología, nació en 1911 y fue criado en casa de su abuelo, un ganadero adinerado de Montana. Fue un niño prodigio, capaz de montar un caballo antes de poder caminar y poder leer y escribir antes de los cuatro años. Sin embargo, otras fuentes indican que su abuelo era un veterinario de escasos recursos, y que no presentaba cualidades sobre dotadas.

En 1927, su padre, un marino de la flota norteamericana, fue transferido a Guam junto con su madre, y quedó a cuidado de sus abuelos. Entre 1927 y 1929, Hubbard viajó a Japón, China, las Filipinas y Guam. Según textos biográficos de su culto, se la pasó buscando las respuestas del sufrimiento de la humanidad en las filosofías orientales, en un viaje pagado con la fortuna de su abuelo, dialogando con líderes budistas y místicos chinos pero sin hallar satisfacción. Las demás fuentes afirman que solo pasó por puertos chinos de paso a Guam junto a su madre, donde permaneció seis semanas en 1927, y fue a las Filipinas en un viaje familiar en 1928, y en su diario califica a los nacionales de “holgazanes”, “sucios” e incluso “olorosos”.

Entró a estudiar Ingeniería Civil en la Universidad de George Washington en 1930, y según registros de su culto fue un alumno destacado que completó sus estudios y fue de la primera generación en recibir clases sobre física nuclear, de donde supuestamente sacó los principios que sustentan su religión. Registros de la universidad demuestran que fue expulsado en 1932 por su pésimo desempeño, y que solo cursó una clase de física nuclear, la cual reprobó con la calificación mínima.

Luego comenzó su carrera literaria, con la cual supuestamente financiaba sus estudios y viajes espontáneos, pese a que fuentes históricas afirmen que siempre tuvo problemas financieros. Entre 1938 y 1941, Hubbard dice haber escrito guiones de una decena de películas de Hollywood, pese a que su nombre no aparece en los créditos.

En 1938 escribe Excalibur, de donde supuestamente sacó inspiración luego de haber “muerto” por ocho minutos durante una operación (la extracción de un diente bajo los efectos del óxido de carbono, conocido por sus efectos alucinógenos), texto que sirvió de base para la cinesiología. En una convención de ciencia ficción en 1948, dijo que “no tiene sentido escribir por un centavo; si se quiere ganar dinero, se tiene que hacer una religión”. Su vida tuvo más controversias luego de ser expulsado del mando de dos barcos de la Marina estadounidense por ser “incapaz de comandar” en la segunda guerra mundial.

Según su iglesia, hay 8 millones de cinesiólogos en el planeta. Según otra fuente, serían entre 100,000 y 200,000 personas.

¿Qué aprendimos de esto? Es tan solo una prueba más del sustento irracional de la fe. Al final de cuentas, solo espero que Hubbard no haya tenido la razón, por que no estoy considerando hacerme cinesiólogo.

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4 comentarios

  1. ¿¿¿¿¿¿???????
    es obvio que fe y razon son dos veredas diferentes, eso no es ni bueno ni malo, simplemente es; no lo tengo a mano pero me imagino que el diccionario de la real academia asi se refiere a la fe,

    si es una constatación: OK, si es una descalificación creo que anda por el camino perdido ya que ninguna persona de fe se sentiría aludida.

    el tema es harto mas complejo; siendo complicado el descalificar q quien profese otra fe, creo que el «test ácido» es si esta esta o no teñida de idolatría,

    por lo tanto, te dejo como tarea para la casa el que elabores mas el tema, medio livianete tu articulo….

    1. Luis, mi conclusion fue alterada por ser muy larga, asi que aprovecho de explicar aqui mi punto. La fe no tiene nada de malo, y mi articulo en si no pretendia ser una descalificación, dado que yo, un ateo convencido, tengo claro que el ateismo implica un «salto de fe» igual de grande que la creencia en cualquier deidad superior, al no poder probarse ni negarse la existencia de dios. Por tanto, siendo un ateo, yo tambien me considero un hombre de fe, y creo que la razon no tiene influencia en este tema. Por ultimo, mi articulo solo buscaba mostrar la curiosa historia de el lider de este culto, que yo considero interesante, especialmente recalcando que fue posible crear una leyenda alrededor de este escritor, y el milagro que esto todavia sea posible en una era donde existen los recuentos historicos exactos. En síntesis, no tengo ningun animo de descalificar, al contrario, quiero exponer que nuevamente la fe y la razon son incompatibles (y yo incluyo al ateismo dentro de la fe) y que pese a que vivimos en un mundo inmerso en la razon y la veracidad del conocimiento empirico, aun se pueden crear «profetas» y leyendas, como L. Ron Hubbard.

  2. gracias Tomas, pero creo que igual sigues con un concepto que estimo equivocado, cuando usas la palabra «incompatibles» ya estamos mal, para expresarlo graficamente (en un plano XY): son conceptos ortogonales, se puede ser un cientifico y hombre de fe, no son incompatibles porque no compiten.

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