Sanar al niño interior herido

por ANGELICA ORTIZ-ARRIETA, Terapeuta Familiar.

 

Cuando  hablamos del niño interior, me refiero a que durante nuestra niñez vivimos lo que se llama la “continuidad cómoda”, es decir, éramos niños provistos de todo lo necesario para nuestra sobrevivencia (si no, no estaríamos aquí), hasta que un día ocurrió algo que marcó nuestra vida, un antes y un después, y se produjo un trauma (que está asociado a emociones dolorosas como, tristeza, miedo, enojo ), del cual se hace una interpretación, y a raíz de todo esto una interpretación de vida.

“Jorge” es un niño que no le gustaba jugar a la pelota con sus primos, y prefería jugar con sus primas, tenía un abuelo que era el patriarca de la familia, que no lo aceptaba por esta inclinación, y se dirigía a él ofensivamente  diciéndole, “Quítate de aquí mariquita”. A todos les llevaba regalos, menos a él, y siendo un niño resintió mucho el desprecio de su abuelo, e interpreta: como yo soy un niño diferente a mis primos no merezco nada, no merezco ser querido, respetado, y aún ahora oculta su condición homosexual a su familia, y sufre mucho por no poder mostrar quien es verdaderamente a su familia.

¿Cómo se puede hacer para sanar al niño herido que llevamos dentro? Primero, localizando el trauma o dolor (lo que el abuelo le decía), y hacer consciente la interpretación de vida que hiciste a través de todo esto (por ser diferente no merezco nada), y lo más importante, liberando los sentimientos dolorosos. Solo así se puede redeterminar la vida, y en otras palabras, sanar al “niño herido” que llevas dentro.

Es importante sanar tu niño interior para establecer relaciones saludables; cuando nuestro niño interior está herido, como adultos no podemos actuar sanamente. Es fácil de identificarlo ya que se expresa a través de dos signos que  vivimos y repetimos todos los días: los sentimientos y las conductas. No sanar su niño herido para cualquier adulto le va a ser más difícil llevar una vida plena, por las lesiones emocionales y mentales que recibió en su niñez. Para superarlas, tiene que reconciliarse con él y tomar las riendas de su vida.

Las lesiones y heridas son provocadas por el abuso de que son víctimas los niños. Puede ser abuso sexual, físico o verbal muy violento, como también puede ser un abuso muy sutil como puede ser el emocional: Les cuentan cosas que no deben saber, presencian peleas, insultos de los papás, generando en ellos, personas muy frágiles, heridas emocionales profundas.

Sanar al niño interno es comenzar a sanar en primer lugar la relación con uno mismo; después con aquellas personas que integran tu círculo afectivo como la pareja, padres, amistades, jefes, entre otros. Es recuperar la verdadera identidad, autoestima, encanto personal, espontaneidad, y salud en todos los órdenes del ser. La idea es que si tú puedes sanar y calmar y nutrir a ese pequeñito interno, ahí está la clave  y puedes convertirte en tu mejor versión.

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