Estupidez crítica

por GIANFRANCO RAGLIANTI, Lic. en Derecho, U. de Chile.

Existe un error severo y extremadamente miope cuando se analiza cualquier manifestación artística. Me da vergüenza tener que verbalizar ese error porque para mí es evidente lo equivocado que está, pero consiste en asumir que dicha manifestación alberga, en su forma más literal posible, el discurso al que adscribe el artista.

Es decir: si se escribe una novela policial desde el punto de vista del asesino, el autor quiere glorificar al asesino. Así de simple y mononeuronal es el análisis que han hecho no sólo diversos medios, sino también una alta autoridad del Gobierno, respecto al último video de Los Tres (“Hey, Hey, Hey”).

Primero lo primero. Todo este alboroto se ocasionó porque al titiritero se le vieron los hilos. Es evidente que Los Tres querían llamar la atención de la prensa con este video. Ahora bien, creo que esperaban una nota en lun por el beso lésbico, o probablemente algún reportaje sobre Luis Tosar (reconocido actor español, ganador tres veces del Goya), ya que es indiscutible que su papel lo podría haber hecho cualquiera (incluso Álvaro Henríquez).

Luego, como los que quieren llamar la atención son un grupo de cincuentones asiduos al Liguria, sale a flote todo el resentimiento y surge la crítica básica, que en este caso emana paralelamente de autoridades de extrema derecha y de izquierdistas seudointelectuales. Sólo así me explico esta crítica (http://pablorosenzvaig.blogspot.com/2014/01/hey-hey-ey.html) que contiene frases como: “No sólo es un video horrendo sino que tiene la misma lógica del Liguria que cree que la chilenidad está ahí contenida en una plateada que cuesta el 5% de un sueldo mínimo.” O esta otra, titulada “Los Tres o el relativismo “shúper loco”” (http://www.belelu.com/2014/01/los-tres-o-el-relativismo-shuper-loco/?fb_action_ids=10201996729212382&fb_action_types=og.likes&fb_source=aggregation&fb_aggregation_id=288381481237582), en la que la autora elige arbitrariamente otra obra de arte, entre todo el canon feminista, y le exige a los músicos hacerse cargo de esa tradición.

Ahora hagamos crítica en serio. El problema en la interpretación del video, al igual que en el comentario respecto al Liguria, está en la intención del crítico. Cuando el autor va al Liguria y espera que sea una picada chilena, donde comer barato, él es quien está cometiendo el error, no el local. Uno, porque no es una picada, aunque tampoco es tan caro como les gusta decir a sus detractores (de hecho, en relación precio-calidad-cantidad, es mucho más barato que otros restaurantes similares) y en segundo lugar, porque desde el nombre queda claro que la intención no es ser un ícono de la chilenidad (a menos que yo esté confundido y Liguria sea una región de Chile y no de ITALIA).

Si cada crítico habla de lo que le gustaría haber visto, en vez de referirse a lo que está viendo, obviamente las críticas posibles son infinitas. “Yo creo que el video debió hacerse cargo del infanticidio”, “Me parece que debió mostrar también una relación homosexual entre hombres”, “Yo opino que el video es malo porque no reconoce abiertamente sus influencias de todo el legado cultural feminista de los últimos dos siglos” (puaj).

Respecto a si por mostrar la violencia contra la mujer, ésta se está glorificando, es un error asumir que la opinión del artista está expresada literalmente en su obra. No por mostrar algo, se está adscribiendo. Es más, el artista podría ni siquiera tener una opinión respecto al tema de su obra, y simplemente querer mostrarlo. Este último problema con la crítica es más profundo, viene desde tiempos remotos, y ocurre en todas partes.

La moral y la ética tenemos que exigírsela a los críticos, no a los artistas. Y cuando se la exigimos a los críticos, lo que hay que pedirles es que la usen para hacer un análisis en base al material que vieron, no a lo que les habría gustado ver (dada su moral y su ética).

El arte no puede limitarse a mostrar sólo lo políticamente correcto. El castigo del arte no puede ser la censura, tiene necesariamente que ser el desprecio y el repudio de los consumidores de arte, pero ojalá consumidores lúcidos  y sensatos.

Si la Ministra hubiera visto el video, y en vez de decir “es un error”, hubiese dicho “creo que el video es de mal gusto, pero por lo menos pone el tema en discusión”, entonces probablemente las críticas habrían sido dirigidas hacia a) un supuesto aburguesamiento de Los Tres (al tener un espaldarazo del Gobierno), y a que b) efectivamente pone el tema en discusión, pero lo hace de una forma burda y básica. Por lo demás, nadie la habría criticado a ella.

Las críticas hacia Los Tres (-1 +Quercia) como personajes (a), habrían sido inevitables, pero la segunda crítica (b) está más encaminada hacia lo que se espera de una crítica a una manifestación artística. Y es que si el video buscaba poner el tema en debate (es decir, tenía una pretensión sustancial), entonces podría haberlo hecho de una manera más sutil y menos grotesca, cosa que la forma no banalizara el fondo. En cambio, si lo suyo era sólo una cuestión formal y estética, lo cierto es que no hay demasiados méritos en ello, porque es una propuesta burda, en la que quizás lo más interesante y novedoso, sea el plano general del cadáver bailando. Lo demás son planos medios y primeros planos, que no aportan nada a la construcción de la historia o al tema que trata, quizás porque no hay mucha más historia ni novedad.

Puede que esté mal logrado. Pero está tan mal logrado que es probable que a nadie le llame la atención la violencia (a diferencia de “Breaking Bad” o “The Wolf of Wall Street”), por lo que las críticas moralistas devienen en irrelevantes.

Aun cuando estuviera bien realizado, sería tan absurdo como criticar esta canción por naturalizar la violencia contra los avales: http://www.youtube.com/watch?v=ZrSzX_tyqn0 O este video, por hacer una apología del adulterio, la infidelidad, y los homicidios: http://www.youtube.com/watch?v=oDZ1RSBHX4U Algo que, me parece, nadie hizo en su debido momento. Quizás se nos quedó la sensatez en los noventas…

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Un comentario

  1. Pues el video es bastante malo, de mala calidad, con pésimas actuaciones. Si hubiese tenido un mejo guión con mejor calidad visual entonces lo que su autor o autores querían contar habría sido mejor entendido, pero no fue así. Y es que es una constante en los videos clips chilenos la mala calidad de sus producciones.

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