La moda de ser sefardí

por ANDRES ROSENBERG, Periodista, PU. Católica. MA en Comunicación y Educación, U. Autónoma de Barcelona.

 

A principios de este año, el Gobierno español aprobó un anteproyecto que busca modificar su código civil para otorgarle la nacionalidad española a todos los descendientes de judíos sefardíes exiliados a fines del siglo XV. De concretarse esta modificación, se le podría otorgar la doble nacionalidad (manteniendo también la de origen) a cerca de 3,5 millones de judíos sefardíes en el mundo, los que en su gran mayoría se encontrarían en Israel y los países latinoamericanos.

Esta medida apunta a la muy noble decisión de reparar moralmente lo ocurrido con millones de judíos que fueron despojados de su patria y que tuvieron que asentarse en otro país.

Si bien es cierto que el proyecto aún no se aprueba, éste cuenta con muy poca oposición en el parlamento español, por lo que se espera que vea la luz dentro de los próximos meses.

Aunque el mecanismo para determinar quiénes son realmente descendiente de sefardíes aún no se da a conocer, un sinnúmero de supuestos y teorías comenzaron rápidamente a exponerse: que se fijarán en los apellidos del postulante, que tendrá que poseer un documento firmado por su comunidad judía local que avale la procedencia, que va a depender de la Federación de Comunidades Judías de España, etc. No sorprende que rápidamente se hayan comenzado a difundir sendas listas de apellidos con que supuestamente el Gobierno Español reconocería el origen sefardí. Lo cierto es que ninguna de estas listas es oficial. La única información oficial es la entregada por el Ministerio de Justicia de España en su sitio web.

La lista de presuntos apellidos judíos sefardíes que más se ha difundido y que supuestamente pueden optar a la nacionalidad española es extremadamente larga y contiene algunos de los más comunes apellidos hispanos: Henríquez, Vera, Urrutia. Piensen en apellidos criollos y seguramente estarán en la lista. ¿Se imaginan entonces el problema que se generará?

Permítanme contarlo desde mi caso particular. Yo soy judío sefardí desde las ¾ partes de toda mi descendencia. A excepción de mi abuelo paterno que fue húngaro (Rosenberg), toda mi procedencia es sefardí. De hecho, mis cuatro abuelos descansan en el cementerio sefardí de Santiago.

Donde se estaría complicando la cosa es que mis otros apellidos son Benadretti, Albagli y Daniels. De estos tres, solo Daniels aparece en las famosas listas antes mencionadas, pero apellidos como Albagli o Benadretti nunca aparecerán en ninguna lista porque, por ejemplo, este último fue “inventado” en época de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos apellidos judíos se modificaron para escabullirse de las garras del nazismo.

Cuando llegue el momento de postular al beneficio, si realmente consideran una lista de apellidos de características antes mencionadas, el sistema va a colapsar por el número de solicitantes, y dicho evento no me cabe duda que irá en perjuicio de personas que, al igual que yo, nos correspondería verdaderamente la nacionalidad española. Cuando se apruebe la ley, un gran número de chilenos va a decir ser descendiente de judíos sefardíes y van a clamar su amor por nuestra cultura. De hecho, la noticia ya ha salido en la prensa bajo la premisa “busca si tu apellido coincide y podrías ser español”.

Ojalá esta bendición no se transforme en una pesadilla, y tanto las comunidades judías en el mundo que se encargarán de emitir certificados, como el Gobierno Español que se encargará de emitir nacionalidades, sepan estar a la altura del desafío y puedan realmente reconocer a quienes hemos preservado un apego sefardí, un apego a España. El acervo cultural de los sefardíes que se ha pasado de generación en generación es inmenso, por lo que no es muy fácil distinguir a quienes se quieren aprovechar de la situación de quienes no.

¿Significará de algo ser de fiel descendencia de judíos sefardíes? ¿O se verá la ley opacada por aquellos que ya desean “engañar el sistema” para obtener los beneficios de ser español, como ingresar a la Unión Europea?

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3 comentarios

  1. Dios quiera puedas lograr la nacionalidad. De todos modos necesitas tan solo 1 de tus apellidos para lograrlo. Ahora bien bajo la ley de la TORA, bajo la ley de DIOS, tu eres shkenazi 🙂 . La halaja dice al respecto que el vientre materno define la religión y el padre la «tendencia».

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