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Esclavos

por VANESSA HITES, Est. Derecho, U. de Chile. Directiva Federación de Estudiantes Judíos.

 

Pesaj pretende conmemorar la liberación del pueblo judío de la esclavitud en Egipto y su libertad como nación bajo el liderazgo de Moisés. Sin embargo, es posible estar libre espiritualmente mientras estás atrapado físicamente, pero es más difícil estar libre espiritualmente si estás atrapado psicológicamente. Mas que nuestras circunstancias físicas, son las psicológicas las que nos llevan a la esclavitud.

No nos liberamos al salir de Egipto, ni con la creación del estado de Israel en la tierra prometida. Somos testigos de una nueva esclavitud, la esclavitud del mundo moderno.    Somos esclavos de nuestros miedos y pasiones, de nuestros deseos y experiencias, de nuestro trabajo que no nos apasiona, de nuestras tentaciones e inseguridades.

Vivimos atrapados en nuestra mente, preocupándonos de nuestra imagen, somos esclavos de lo que piensan de nosotros, de la tecnología, del dinero. Somos esclavos de la sociedad.

Somos esclavos del ciclo de la vida y la muerte, dentro de eso somos esclavos de los miedos que acarrean la vida y la muerte, nos acobardamos de tantas cosas que nos pueden causar dolor que nos da miedo vivir.

No solo somos esclavos de nuestro trabajo, sino que también de la idea que sin él no valemos nada y no llegaremos a ser nada importante. Estamos apresados por el miedo, miedo a la soledad, al ridículo y a la pobreza, pero pasamos tanto tiempo estando asustados que nos volvemos solos, ridículos y pobres.

Lo peor es que nacemos libres, ingenuos, desprovistos de corrupciones, pero al crecer y adentrarnos más en este sistema que creamos, nos damos cuenta que no queda nada más que aceptarlo. Somos esclavos que tenemos que aceptar este sistema porque alguien más grande nos lo dijo, porque si no lo hacemos, algo mucho peor vendrá, mejor ni cuestionárselo.

Muchos también somos esclavos de D’s, del castigo que tendremos en una supuesta vida después de la muerte. Tenemos miedo que si lo hacemos mal habrá una catástrofe natural. Somos esclavos de la moral que se nos impone y que si no la cumplimos, seremos condenados al ostracismo.

Muchos nos apresamos de las consecuencias de nuestras acciones, envés de aceptarlas y redimirlas. Nos volvemos esclavos de la culpa, culpamos a quienes no deberíamos y a veces nos culpamos por cosas que no pudimos controlar.

El gobierno moderno es la forma más ingeniosa de esclavitud. Tenemos un sistema de leyes que te castiga cuando es necesario, de esta forma nos controla, nos obliga a pagar impuestos, a no pasarnos una luz roja, a no cometer un fraude. Tenemos un sistema económico, nos movemos en función del dinero, un papel, una abstracción que nosotros mismos creamos. Tenemos un sistema educativo, que nos enseña a respetar a las autoridades, hay que permitir a los esclavos educarse, ¡pero no lo suficiente para que derriben el status quo!. Y lo más importante, nos dan la ilusión que tenemos el poder de elegir, que somos iguales, que con el voto podemos cambiar las cosas, pero no nos damos cuenta que todos nos ofrecen lo mismo, nueva mayoría o alianza, ambos pretenden mantener el sistema intacto a grandes rasgos. “Que mejor manera de esclavizar a un hombre que darle un voto y decirle que es libre”- Albert Camus.

Y si sabemos todo esto, ¿por qué permanecemos siendo esclavos? Es la solución fácil, mantenerse en el status quo, someterse al sistema. Es por eso que solo un 20% de los judíos en Egipto siguieron a Moisés, escapando del sistema del que eran esclavos.

Ser libre es una responsabilidad, un privilegio, una opción. El esclavo es el que espera que lo liberen envés de él liberarse a sí mismo. Hay que ganarse la libertad, porque entremedio de Egipto y nuestra tierra prometida hay un desierto en el que tenemos que surgir, crecer y cambiar.

El desierto es lo que nos hace libres, nos da perseverancia, nos ayuda a sobrepasar el dolor, el miedo y las angustias de las que realmente somos esclavos. La verdadera libertad es si estás dispuesto a salir de tu Egipto por tu propio desierto.

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