|

El mundo de los sueños

por TOMAS NUMHAUSER, Est. Periodismo, U. Adolfo Ibáñez.

 

Hace ya mucho tiempo atrás, empecé a pensar cómo sería mi mundo ideal. Me di cuenta que al menos, para mi felicidad, sólo necesito días como los “típicos domingos futboleros”. Esos domingos donde puedes ver tres, cuatro y hasta cinco partidos buenos, y que durante el transcurso de ellos, no puedes pensar en otra cosa.

En mi país de los sueños, las únicas peleas que existirían serían porque te celebraron un gol en la cara, o porque te entraron muy fuerte disputando una pelota. Si existiera un superhéroe en este extraño lugar, sería un arquero, alguien que realmente vuele para salvar una pelota. Eso es ser un héroe.

Ídolos o padres para nosotros, serían como alguna vez lo fue el gran Marcelo Bielsa, creando una ilusión a todo un país, donde hasta el día de hoy, podemos encontrar varios “viudos de Bielsa”. Sir Alex Ferguson en el mítico teatro de los sueños, entrenando al Manchester United por más de dos décadas.

Los policías serían los árbitros, que a veces te castigan y reprochan tus infracciones, todos hemos odiado a estos “policías”, que al fin y al cabo, sólo intentan cumplir la ley.

En este extraño mundo, las amistades no se harían hablando, ni encontrando cosas en común con el otro, sino que dándole un pase cuando estás solo frente al portero para que él la emboque.

En mi mundo, la única esperanza que habría es en esos infartantes últimos minutos, donde siempre está viva la ilusión de cambiar el marcador, aunque se vea tan lejana esa opción. La vergüenza no sería en ese momento que dices algo que no debes, o cuando te tiras un flato en público, sino cuando pierdes un gol cantado, o cometes un auto-gol, cuando te hacen un lujo y te quedas parado.

Tanta es esta pasión que llega hasta la música. No existe una música mejor que las canciones de la hinchada de tu equipo. ¿A quién no se le ponen los pelos de punta al escuchar esa mítica canción? Esa donde escuchamos un gran coro acompañado de violines. La melodía que todos conocemos… La Champions League.

Y en cuanto a la mentalidad de los hombres, en mi mundo soñado el objetivo es el triunfo. Pero, ¿Qué es realmente el triunfo para un hombre? No es sólo vencer, si no que nunca desistir.

No existirían guerras y menos violencia para divertirse, como se hacía en los antiguos tiempos romanos… El único gladiador sería EL delantero, ese que la mete. El que hace que la gente grite con su rugido de gol, ya que en mi mundo de los sueños, las personas perdonan, hasta D’s lo hace, pero el gladiador, EL delantero, no.

Pero ¿qué trasfondo tiene todo esto? ¿Qué hay detrás de mi gran sueño? La real importancia del fútbol tiene y debe ser la unión que crea un deporte como éste. El fútbol hace quizás lo que nada más ha logrado hacer en la humanidad: genera una sociedad unida, independiente del equipo que te guste.

No existe discriminación: si eres negro o blanco, de derecha o izquierda, rico o pobre, musulmán o judío, siempre vas a poder gritar ¡GOL!

Publicaciones Similares

2 comentarios

  1. O quizás el fútbol es una manera de distraer los reales problemas…

    Total… Son 22 giles siguiendo a una pelota. Y si de fútbol hablamos para resolver el mundo, quizás te haga falta leer un poco de Focault o Marx.

  2. Recomiendo al de abajo que deje de santificar a los pensadores añejos con ideas de siglos de antiguedad. Te recomiendo «homo ludens»
    La sociedad actual se desarrollo desde sus inicios por el juego. Esa extraña forma de evadir la realidad y crear nuevas reglas para un mundo que se sobrepone al tuyo y que por un instante te hace olvidar tus problemas y aflicciones, dejar el trabajo de lado aunque sea por un momento para gritar gol.
    Tremendo artículo Tomy!

Responder a Lala Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *