Día Mundial Contra la Homofobia

por GUSTAVO MICHANIE, JAG – Judíos Argentinos Gay.

 

La Homofobia es un término relativamente nuevo surgido en función de los avances hacia el reconocimiento de la existencia de otras orientaciones sexuales que la heterosexual. Es poner en letras la resistencia y rechazo hacia todo lo que nos fue enseñado como correcto y único, es poner en palabras una reacción cultural muy antigua que significaba que todo lo que estuviera fuera de los modelos aceptados era deleznable.

Es ese comentario, esa mirada, esa acción encubierta o expresa que condena, ataca, prohíbe, discrimina hasta llegar a extremos tales como los crímenes de odio. Es ponerle un nombre a lo que toda persona con una forma distinta de vivir el amor y su cuerpo ha tenido que sufrir, un rechazo que más encima era normal y aceptado por todos.

Hoy decimos BASTA. La homofobia no es una actitud, ni una reacción razonable. Es peligrosa y potencialmente criminal porque en función de ella se siguen cometiendo crímenes e injusticias en todo el planeta. Se registran todos los días atropellos que llegan hasta la muerte de personas GLBT, y algunas con el agregado de comentarios que abiertamente describen la situación de manera tal que todo parecería justificar el desenlace.

La Homofobia puede existir de varias formas. La Interiorizada es el miedo u odio a la homosexualidad que existe dentro de la mente del mismo homosexual, y se manifiesta en hacer un esfuerzo decidido para vestirse o actuar de tal manera de no parecer “raro”, tener una baja autoestima o cuando un gay discrimina a otro gay por actuar en actitud «demasiado femenina» o “demasiado gay”.

La homofobia Interpersonal son las acciones de un individuo homofóbico hacia otros que son, o supone que son, LGBT. Esto implica crímenes de violencia, acoso físico, insultos, odio anti-gay, chistes que tergiversan o reprimen e incluso la sugerencia que debemos «entender» cuando se nos trata de manera diferente.

Por último, también existe la homofobia institucional: Las formas en que los gobiernos, las empresas, las iglesias, las sinagogas  y otras organizaciones discriminan a las personas LGBT, en políticas o legislaciones que impiden activamente a las parejas del mismo sexo la posibilidad de adoptar hijos o casarse, haciendo caso omiso de la sexualidad como una categoría en las hojas de recogida de datos, que impiden oportunidades de carrera o ser despedido de un trabajo por ser gay o ser percibido como tal, o al tener la prohibición de poder ver una pareja del mismo sexo en un baile de la escuela o en una fiesta de graduación.

Los ejemplos son muchísimos. La homofobia puede ser extremadamente dañina y perjudicial, no sólo para el bienestar físico y seguridad, sino también para su salud mental y la felicidad y para la sociedad en su conjunto. En muchos casos, se manifiesta a través de la exacerbación del machismo, producto del modelo heterosexista, contribuyendo a generar también situaciones de Bullying.

Nos queda un largo trabajo por delante y está en cada uno de nosotros emprenderlo ya que ninguno de nosotros puede considerarse exento de participar consciente o inconsciente de estas actitudes. Ayude denunciando situaciones de víctimas de violencia homofóbica, diríjase a algún centro de Derechos Humanos, a la Policía, o a la Justicia. Entre todos podemos decir BASTA a la Homofobia. No permitamos que más inocentes mueran por crímenes de odio. La responsabilidad es de todos, el derecho también.

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