Un judaísmo no sionista

por SEBASTIAN ROSA HIRSCH, Est. Sociología, U. Nacional de La Plata, Argentina.

 

¡Pasen y vean señoras y señores! Acérquense y disfruten, conozcan esta noche otra cara de esto tan particular que denominamos un judaísmo. Les presentamos hoy un espacio dentro del judaísmo que no adhiere a los principios del sionismo, lo que alguna vez alguien llamó la minoría dentro de la minoría. Pasen y conozcan a quienes no se reconocen en el Estado de Israel.

Esta corriente se basa en la idea que el Estado de Israel no es la centralidad del mundo judío, sino un espacio más (significativo por cierto) pero tan válido como cualquier otro. Seamos justos con la historia: existe un sionismo hasta la creación del Estado de Israel y uno posterior. Hasta 1948, el sionismo se proponía como el movimiento judío que pretendía la creación de un Estado nacional que centralizara la vida de nuestro pueblo. Desde 1948, y con la concreción del sueño de Hertzl, esa búsqueda se transformó en el reconocimiento del Estado sionista en concreto, Israel, como el centro (cultural, religioso, político, etc.) de la vida y el mundo judío. Sin embargo, seguimos siendo muchos los que vivimos en otros rincones del planeta.

Se proponen dos miradas. La primera es la que presenta al judío como diaspórico, desterrado de la tierra que le es propia y que le corresponde, Eretz Israel, y que puede continuar en esa diáspora o no, pero entiende que tiene su lugar en el mundo con centralidad en Jerusalem. Por otro lado, existimos quienes descartamos el concepto de diáspora y no nos consideramos en tierra ajena o fuera del lugar que nos corresponde, sino como parte de una forma de vida judía que como consecuencia histórica llegó a otras tierras que hoy considera su casa, en la que nos sentimos cómodos (o no) y como confluencia de una nacionalidad (argentina, chilena, o cualquier otra), la pertenencia a un pueblo, lo que no lleva una contradicción sino una reafirmación identitaria que nos constituye desde lo contextual pero principalmente de nuestra elección de pertenencia.

Existen muchos espacios para la vida judía, y cada uno elige el que considera propio. Israel es un Estado que reconoce como religión oficial el judaísmo (el único de hecho) y en el cual existe una comunidad judía muy importante, con el agregado de la cantidad de sitios históricos ligados a la historia de nuestro pueblo que se encuentran al interior de su geografía. Sin embargo, es un Estado nación y no la representación de los judíos del mundo, ni el lugar al que pertenecemos, ni mucho menos donde deberíamos pertenecer.

Debemos reconocer una multiplicidad de espacios infinita en los cuales una persona puede elegir practicar su judaísmo, abriendo las puertas a que se haga de una forma más plural y democrática, y rompiendo con la idea de contradicción entre el judaísmo y las nacionalidades, entendiéndolas como una suma.

Si concebimos la identidad como un diamante en el que conviven millones de caras, algunas más pronunciadas o de mayores dimensiones pero todas ellas significativas (lo que provoca que no existan dos piezas iguales), podremos entender entonces que todas las experiencias, elecciones, vínculos y contextos en los que se enmarca una persona tienen una cara que nos modifica y nos hace quienes somos sin negar las otras.

Así se propone una de las formas de judaísmo en la actualidad, pero hay tantas otras. Pasen y vean señoras y señores, una cara más entre tantas, pasen y compartan. Porque alguien dijo alguna vez que hay tantos judaísmos como judíos en el mundo, y yo digo que quizás más.

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3 comentarios

  1. Pense que se trataria de los Naturei Karta o de judios comunistas. Ser sionista hoy no es excluyente como parte de la identidad de cada judio. Estoy de acuerdo en casi todo lo que planteas, aun asi, Israel va a ser por gravedad el centro de la vida judia del mundo.

  2. Está muy bueno el artículo Sebastián…
    Me hiciste sonreír en algunos momentos….Y la verdad, hoy me vino muy bien…
    Esta bien, a mi entender, lo que planteás del concepto de diáspora. Creo que somos muchos los que ya no sentimos que vivimos en un lugar que no es el nuestro. Elegimos vivir en el país en el que estamos. En mi caso en Argentina, donde nací y me crié. Y no pensamos que en realidad nos correspondería vivir en Israel…En eso estoy muy de acuerdo. Soy argentina, y así me siento en cualquier lugar del mundo al que vaya.
    Pero…siempre hay un pero, viste? No termino de comprender por qué no podrías ser sionista a la vez, a la vez de sentirte argentino y judío…jeje…Como poder, podés….Creo que somos muchos los que nos identificamos incluso no sólo con esas tres identidades, sino también, con una ideología política humanista, progresista o como la quieras llamar…Nada es excluyente, me parece, en el abanico de las identidades judías existentes en el mundo…Eso es lo más loco de todo, no? Que nos llamamos «judíos» todos, y a veces parecería que tenemos una distancia abismal con otro que, también como nosotros, se hace llamar «judío»…Qué tengo que ver yo con una judía ultra ortodoxa? Muchas veces me hago esa pregunta…Y sin embargo, vaya a saber por qué, las dos nos seguimos llamando «judías», cada una a sí misma…Somos parte del mismo pueblo, y a la vez somos tan diferentes y vemos el mundo y la vida tan diferente…Pero bueno, será cuestión de volver al inicio, no? La famosa pregunta del millón (¿qué es o qué implica la judeidad?)…A la que creo que nunca le encontraremos una respuesta universal, sino más bien subjetiva e individual…
    Saludos Seba!! Yo también nací en La Plata, así que está bueno encontrar un columnista de mi ciudad!! Ah, porque además soy re pincharrata…y el día que tenga hijos jajaj….que no me salgan del Lobo, por favorr!! jajaja 😉

  3. Pd: Creo que está bueno cuestionar qué es ser judío, pero en esta época donde abunda tanto anti-sionismo (que no lo asimilo por completo con el antisemitismo, pero lamentablemente es una de sus caras y creo que no se lo puede negar…Y sino, pensá en esos lemas del tipo «sionismo=conspiración judía mundial», jeje…que yo todavía no entiendo contra quiénes estaríamos conspirando: A mi nunca me enseñaron en ningún colegio judío a odiar a nadie ni a pensar en estrategias para dominar el mundo ni nada de eso), no me queda claro vos en qué lugar te pararías. ¿Es lo mismo para vos, en TU concepción de sionismo, ser un judío anti-sionista que un judío no-sionista? Me parece una pregunta que no es nada liviana…Contestala cuando quieras y tomate el tiempo que quieras. Jaia..

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