El silencio de los medios

por ANDRES ROSENBERG, Periodista, PU. Católica. MA en Comunicación y Educación, U. Autónoma de Barcelona.
 
El actual conflicto en medio oriente hace debatir a la población de la crucial labor del periodista y los medios de comunicación. El derecho a la información de los ciudadanos libres debe ir por sobre cualquier otro derecho que pueda otorgar un medio de comunicación. Pero cuando se mezcla con motivaciones religiosas, políticas, económicas e históricas, es imposible para los profesionales de la comunicación –y sus jefes– abstraerse.
Sin importar la línea editorial de un medio de comunicación, el común denominador siempre tiene que ser la entrega informativa y no especulativa de los hechos, que verse sobre la verdad, siempre comprobada en hechos. Pero el problema es el silencio, altamente cuestionable y perjudicial para el ciudadano libre que tiene el derecho legal de ser informado. No es lo que muestran los medios de comunicación, sino lo que no muestran y omiten.
Haciendo un barrido por los principales medios de comunicación chilenos e internacionales, el porcentaje de aquellos que sólo informan sobre los ataques de Israel a la franja de Gaza, sin hacer mención a las razones de la contraparte, es de a lo menos un 70%. Emol, La Tercera y La Segunda fueron los únicos medios en Chile que publicaron el llamado de Hamas a que los civiles de Gaza fueran escudos humanos frente a los ataques israelíes.
El maldito silencio, que también se hizo presente cuando líderes de Hamas mataron a 6 de los suyos por opinar distinto, el mismo silencio e impunidad de una Seremi que no recibe siquiera amonestación por participar en una propesta que incluyó la quema de la bandera de Israel. Porque por si no lo saben, aquello que los medios de comunicación deciden difundir puede impactar no sólo en la opinión pública, sino también presionar a que las autoridades se manifiesten y piensen su agenda.
Un medio que oculta información verificable y que no le da voz a las distintas caras de un conflicto, deja de actuar como medio de comunicación y se convierte en medio propagandístico. El ejemplo más extremo es El Ciudadano, que si bien se presenta como un medio que representa los intereses del ciudadano corriente, no es más que una agencia publicitaria disfrazada de medio de comunicación.
El mismo que en el 2010 publicó en su portada que Don Francisco se robaba la plata de la Teletón y que tenía una agenda oculta, o que Rodrigo Hinzpeter era un soldado con entrenamiento militar en Israel, parte de una conspiración sionista internacional denominada Plan Andinia que busca establecer un Estado judío en la Patagonia. Hoy, todas sus publicaciones no son más que invitaciones a odiar a todo judío y a comparar el sionismo con el nazismo, justificando de paso el odio hacia Israel.
Los medios hacen referencia a la destrucción de Gaza, a la falta de suministros básicos para su población, a la pobreza y a la desesperanza. ¿Y en qué se gastan los recursos sus líderes? ¿Cuántos medios han hecho referencia a los millones de dólares que Hamas ha destinado a la construcción de túneles para ocultar sus armas y dar movilidad a sus líderes, a costa de sacrificar mínimas condiciones de vida para toda su población?
Lamentablemente, algunas verdades son mucho más rentables que otras. ¿Es tan difícil de comprender la parcialidad de los medios de comunicación frente a este conflicto? Para el ciudadano común, se le presenta que hasta 1947, los palestinos vivían libremente por casi todo el territorio que ahora pertenece a Israel, y que hoy se encuentran hacinados en pocos metros cuadrados, rodeados de tropas israelíes. Madres y niños mueren, y el resto del mundo no hace nada al respecto, mientras que Israel, una de las mayores potencias militares del mundo, ataca y ataca.
Las cosas NO van a cambiar en los medios de comunicación. Cuando se puede apelar al morbo del ser humano, no hay razón que valga. Más que nunca nos debemos armar de valor y asegurar que los medios y sus silencios no confundan nunca nuestra identidad. Por nosotros, por Israel y nuestros hermanos judíos en todo el mundo, y también por el sufrimiento de todas las personas indefensas en Gaza que sólo quieren vivir en paz. La paz jamás llegará desde el silencio.

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0 comentarios

  1. Es verdad, que muestren de una vez la terrible realidad the vivir en tel aviv, lo pasamos muy mal acá, no me puedo concentrar con el ruido o sedante de las alarmas, ya no puedo jugar tenis como lo hacia antes. Es terrible vivir bajo el ataque de hamas, y además distorsionan todo desde chile.

    1. es una broma??? pobrecito el judio que se cree europeo. no puede jugar tenis!!!!!!!!!! que tragedia!!!!!!!!!!! me gustaria que estes del otro lado 1 solo dia. te orinarias en tus pantalones no tienes ni idea lo que se vive en gaza.

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