Oda al mantra del ignorante pacifishta

por MARIANA HERRERA, Actriz. MA en Historia del Arte, U. Haifa.
 
Cuántos izquierdistas, artistas, pacifistas, intelectuales y defensores de los derechos humanos se levantaron durante los últimos 45 días, para salir a protestar escribiendo cuanta carta y comunicado les fue posible condenando el «Genocidio» y «Limpieza Étnica» que supuestamente Israel estaría llevando a cabo la Franja de Gaza. Cuántos. Hipócritas todos. Ignorantes también. Cobardes por más.
Ninguno de ellos es capaz de condenar las matanzas que el Daesh está llevando a cabo en Irak, o el genocidio en Siria que está llevando a cabo desde marzo del 2011 el dictador Bashar Al Assad y que ya lleva 200.000  muertos, incluidos niños y refugiados palestinos. Ninguno de ellos es capaz de condenar las matanzas a cristianos que ISIS comete en Irak, ni los asesinatos públicos que cometió Hamás este fin de semana en la Franja de Gaza contra aquellos palestinos que se niegan a cooperar con la milicia terrorista. Ninguno de estos izquierdistas, artistas, pacifistas, intelectuales y defensores de los derechos humanos condenan ninguna de estas atrocidades por que en ellas Israel no está involucrado, chivo expiatorio de TODOS los problemas del mundo. Si Israel no está involucrado, entonces no hay lucha porque no hay a quien culpar.
El activismo sólo es real cuando salimos a condenar a Israel. Entonces salen todos los activistas del mundo, la mitad de ellos fervientes antisemitas y resentidos sociales que creen todos los mitos medievales de que los judíos controlan el mundo, y que en sus fiestas bebemos la sangre de niños cristianos. Todos esos activistas salen a denunciar el supuesto «genocidio» en Gaza que da cuenta de 1.870 Palestinos muertos, de los cuales 1417 son militantes de Hamas/terroristas/soldados/blanco legítimo en cualquier guerra. Para ellos no cuenta que se trate de terroristas, porque hasta eso está en discusión. Es más romántico creer que el estado de Israel y su ejército se levantan cada mañana pensando a cuantos palestinos matar, así la «causa palestina» adquiere una forma más ideal, mas rosada y sublime. Así se vuelve causa, así se vuelve revolución.
Esta guerra nos está dejando más que claro que a todos estos «activishtash» les importa un real carajo lo que pasa en el mundo. A ellos, lo único que les interesa es salir en contra de Israel. Porque está de moda, porque suena bien. Porque hoy para ser «pashifishta» hay que estar en contra de Israel. Porque usted puede no tener la más pálida idea de lo que pasa entre israelíes y palestinos, pero salir públicamente condenando a Israel le da estatus, usted es un verdadero izhquierdishta comprometido con los derechos humanos. No importa cuántas veces le repitan que Israel es la única democracia en Medio Oriente, que en todos los otros países de la zona la gente se mata entre ellos, que hay grupos terroristas que controlan los países, o monarquías absolutistas que llevan siglos apernadas en sus tronos sin la más mínima intención de irse y las cuales tienen a sus pueblos sumidos en la más absoluta pobreza (Qatar, Jordania, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, o PALESTINA). Estos «pashifishtas» siempre van a condenar a Israel.
Cómo no condenarlo, si acá viven un millón y medio de palestinos, los cuales gozan de plenos derechos democráticos, ¡qué horror! Como no condenar a Israel, si acá los palestinos tienen representación en el parlamento, ¡pero que ignominia! Si Israel es el único país judío del mundo, se respeta y tolera a todos los credos religiosos por igual, los cristianos, católicos, musulmanes, evangélicos, todos tienen su lugar sagrado, y el país lo resguarda, acá no se mata a nadie por creer o pensar diferente o por rezarle a un dios distinto, ¡qué monstruosidad!
Como no condenar a Israel, si este al verse atacado por los misiles que Hamás ha venido lanzando indiscriminadamente sobre la población civil israelí durante los últimos 14 años, tiene la desfachatez de defenderse y bombardear de vuelta a la Franja de Gaza, ¡pero que descaro! ¿Cómo es posible?
Como no condenar a Israel, si este hace un uso desproporcionado de la fuerza (continua el pacifishta) Pobres palestinos que no tienen ejército, luchan con piedras y morteros caseros (que tienen un alcance de 150 km) y los israelíes se van con tanques, artillería, y les destruyen toda la Franja, ¡qué barbaridad, qué crueldad!
Seguramente, ante el lanzamiento de misiles, cualquier país esperaría sin hacer nada, pero no, los israelíes tienen que ir con toda la caballería encima en contra de los pobres palestinos que encima no tienen ejército, porque Hamás es un grupo de resistencia no de terrorismo… No importa que usted le repita al pacifista que los  «voluntarios» de Hamas, que entregan su vida por el movimiento, son entrenados en el arte del combate por Al Qaeda en Afganistán, las armas y los misiles se los provee Siria e Irán, los sueldos de sus comandantes y soldados se los paga Qatar, construyen túneles que llegan a 200 metros de casas de israelíes con la sola intención de mandar hombres a inmolarse, y a acribillar judíos. Eso para el pacifista  no es un ejército, es una pequeña milicia de resistencia… e Israel comete la infamia de atacarlos.
El pacifista, izquierdista defensor de los derechos humanos mantiene un monólogo consigo mismo y piensa que: los pobres palestinos militantes de Hamas se ven en la obligación de usar a sus civiles como escudos humanos, a esconder sus misiles en mezquitas, hospitales y escuelitas de la ONU y a dispararlos desde esos mismos lugares o en su defecto desde zonas urbanas. Todos estos esfuerzos sobre humanos, los pobrecitos militantes de Hamas los hacen para que los israelíes no les descubran las armas, porque ¡imagínate lo que pasaría si se las descubren! No podrían seguir matando civiles israelíes, eso sería lamentable. Que se mueran todos los israelíes es lo mejor que le puede pasar a medio oriente, y al mundo, ¡imagínate si lo controlaran todo! Es un descaro que Israel se defienda de semejante amenaza.
Estos judíos son terribles, también inventaron el Holocausto, las cámaras de gas, los hornos crematorios, los campos de exterminio, es toda una invención de los hebreos para conquistar el mundo… hay que ayudar a los pobrecitos de Hamas a destruir Israel. Además, ellos les hacen a los palestinos exactamente lo mismo que les hicieron a ellos los Nazis  (¿pero no acaba de decir que el Holocausto jamás existió?) No importa cuántas veces usted le aclare a ese pashifishta que si bien en la Cisjordania palestina hay una ocupación militar israelí (reprobable si usted quiere), no hay campos de exterminio, ni de concentración, ni cámaras de gas, ni hornos crematorios. No importa. El pacifista seguirá repitiendo el mantra que Israel le hace a los palestinos lo mismo que le hicieron a ellos los Nazis.
El pacifista, izquierdista defensor de los derechos humanos de hoy, seguirá viendo lo que él quiere ver. El único conflicto que hay en el mundo para sus ojos es el conflicto Palestino-Israelí, del cual no tiene la más vaga idea, si usted le hace un cuestionario con las preguntas más básicas sobre geografía palestina e israelí, sobre historia palestina o israelí, sobre actualidad de ambos países, si usted le pregunta los nombres de los líderes de su tan defendida y amada Palestina, este pacifista, izquierdista defensor de los derechos humanos no tendrá la menor idea. Porque él sabe lo que ha venido repitiendo hace siglos: Israel es el malo. No importa por qué, ni cuándo ni cómo, Israel es el malo. Los palestinos son los buenos y las víctimas.
Es importante y crucial ser empáticos antes de levantar cualquier juicio valórico. Y si a usted le cuesta ser empático, ¿qué haría usted si la ciudad en la que vive fuera bombardeada diariamente por misiles de un grupo terrorista cuyo único objetivo es destruirlo a usted y a su país?
Hay tanto que desmentir, tanto que aclarar, que mesurar, que moderar, que poner en la correcta proporción. En este último tiempo, las únicas voces que se escuchan son las del extremismo. Aquellas que llaman a matar a todos los judíos (igual que a principios del siglo 20), que todos los palestinos son víctimas. Es importante, especialmente en estos tiempos violentos, recordar que este conflicto es complejo, que no empezó ayer, y que lo más seguro es que su solución no vendrá ni de izquierda ni de derecha, sino de un lugar moderado, que vele por los intereses de todos los pueblos involucrados por igual. DE TODOS POR IGUAL. Y si usted se dice un defensor de los derechos humanos, esta es una verdad que simplemente no podrá refutar.