Sociedad de cerdos

por NICOLAS ROTMAN, Est. Medicina, U. del Desarrollo. Director, Federación de Estudiantes Judíos.
 
Ser un ser pensante no es algo que tenemos de nacimiento. Nacemos con el potencial de serlo, pero si no se estimula, se pierde. ¿Dónde quedó el homo sapiens sapiens?
Pareciera ser que cada día somos simplemente más homo y menos sapiens. Todo el día estamos pegados a nuestros celulares, a la televisión, a facebook, llenando nuestras cabezas con lo más fácil que existe, “información” a la vena, en bandeja de plata y el control en la mano. ¿Cómo es posible que el leer 5 libros al año te saque completamente de la curva del promedio de los demás “humanos”, quedando automáticamente fuera de las estadísticas de los normales/tarados?
Nos transformamos exactamente en lo que los medios quieren que seamos. Un trabajador se levanta todas las mañanas para pasar horas detrás de un escritorio, con el único objetivo de juntar dinero y más dinero para “disfrutar”, cuando alguien le trae su piña colada mientras se rasca las bolas al sol del caribe, en una semana irreal, ridícula, superficial y vacía.
¿Dónde quedó el interés por la cultura? ¿Por la vida? ¿Por el día a día? ¿Dónde quedó el goce de lo simple, una caminata por el parque, la vista de la luna llena? Tan hermosa en el cielo, ¿quién levanta la cabeza y la observa? Mágica y encantadora, hoy pasa desapercibida, mes tras mes, perdida en el cielo, sola.
No hay tiempo ni interés para ver y maravillarnos con un enorme astro en el cielo, que gira alrededor de nuestro planeta con luz propia, iluminando nuestras noches y otorgándonos el sentido del tiempo, ya no es tema. En vez de subir la cabeza, la agachamos para ver ese whatsapp y maravillarnos con la “no comunicación”, para deleitarnos con ese sonido que te obliga a ver el teléfono. Y aun cuando te equivocaste porque en realidad le sonó el teléfono al de al lado, igual mejor porque así aprovecho de revisar facebook o alguna otra vacía red social. Sorpresa, no hay nada nuevo en estos 5 minutos.
Son unos cerdos. No se pueden conformar con un par de tetas, quieren 4, 8, 80. Es solo un número que nunca termina, siempre se pueden dos más, y así con todos nuestros impulsos insatisfechos, traducidos en pobres inventos y mecanismos para satisfacer nuestras “necesidades”, igual que el dinero.
¿Para qué trabajas? para tener plata y ser feliz, responde. Pero, ¿desde cuándo que el dinero compra la felicidad? ¿Cuánto es lo suficiente para ser feliz? ¿Acaso Paulmann y Luksic son felices? ¿O será que todavía no llegan al número mágico de los millones hechos felicidad? Nunca llegarán, es un vacío que tiende al infinito, siempre se puede un dólar más.
Igual que con una papa frita, siempre queremos comer una más, y al final los cerdos queremos simplemente comernos todo el paquete. Una hamburguesa, que sea agrandado, doble cuarto, cuádruple staker, siempre se puede más. ¿Por qué?
Cada vez parecemos más animales, claramente nos comportamos como si lo fuéramos, en una constante carrera de saciar caprichosamente nuestros instintos. ¿En qué momento se vive si se está siempre queriendo más, más y más? Los números son infinitos, jamás llegarás, jamás encontrarás la felicidad así. Te pasas toda tu vida esperando lo que viene mañana.
Cuando salga del colegio, seré feliz, solía pensar. Cuando salga de la U, todo estará mejor, piensa la gente. Cuando me jubile… Jamás vivimos el momento, y cuando llegue el tuyo, no lo sabrás apreciar. Nunca lo has experimentado, para vivir está el presente y nada más.
El pasado ya fue, sólo está en tu memoria, nada más que un mero recuerdo, un invento de lo que fue, basado en tu percepción, en tu imaginación. Eso que recuerdas, no ocurrió exacto como lo imaginas. Ya no existe más que en tu recuerdo. Y el futuro es incierto, nunca se sabe lo que podría ocurrir mañana.
¿Para qué vivir queriendo más, deseando lo que vendrá? Mejor vivir el ahora, esto, este mismo instante. Nada más existe, nada más es real. Experimenta la realidad, la cual está sólo ahora y en ningún lado más.

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0 comentarios

  1. Espectacular! Estoy completamente de acuerdo con todo lo que señalas, lamentablemente estamos en una sociedad donde se hace muy difícil vivir el presente debido a muchos factores que nos rodean y como nos han criado desde niños. Son pequeños cambios en nuestro día a día que pueden marcar la diferencia 🙂 y es responsabilidad de nosotros que con las futuras generaciones no pase lo que expones, un abrazo!

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