Post Gaza

por FELIPE SICHEL, Lic. Economía, U. Federal de Rio de Janheiro. Ex Pahil Hashomer Hatzair Rio.
 
El período post operativo en Israel está absolutamente controversial. En una sociedad ya marcada por las discusiones, enfrentamientos y divergencias, estamos envueltos en la gran pregunta: ¿Ganamos en Gaza? ¿O los 50 días de conflicto generaron solamente pérdidas? ¿La estrategia de ‘cortar el pasto’ será efectiva en una guerra asimétrica?
La cantidad de opiniones que son profesadas en los medios a ese respecto es enorme. Son miles de ponderaciones sobre los objetivos del operativo, la capacidad de acción del ejército, los costos (humanos, económicos, diplomáticos), la preparación previa, las consecuencias hacia conflictos futuros, etc…
Las ponderaciones son necesarias. Una sociedad que pierde su capacidad de cuestionar, protestar, pensar de formas alternativas, pierde su propio espíritu democrático. Lo interesante de Israel es su capacidad de llevar discusiones adentro de sus propias instituciones, en la esfera política. Los cuestionamientos no son puestos al margen, sino atraídos para el centro del debate político de manera legítima.
Los altos escalones del gobierno, a cargo de dar inicio a las distintas etapas del operativo, y más importante aún, de decidir por un cese al fuego, en el momento que fue alcanzado, tratan de enaltecer las victorias y blindarse de las críticas, lo que resulta completamente normal. Lo problemático surge cuando nos encontramos con un reproche absoluto en las calles a los que ponen en duda si lo que se hizo fue de la mejor manera posible. Ciertos grupos de distintos sectores de la calle israelí simplemente eligieron cerrar sus ojos y oídos para dejar de escuchar a los que opinan diferente.
¿Será realmente razonable tratar a gente de la izquierda sionista en Israel de ‘anti-semitas’ cuando sus propuestas reciben el respaldo de importantes ex líderes del ambiente político y militar?
Un gran amigo mío estuvo en el ejército de miluim (reservista) a lo largo del conflicto, fue enviado a una base a 1 km de la Franja de Gaza por los cincuenta días de batalla. Él salió de una tnua de izquierda, con una postura pro concesiones a los palestinos y que defiende el modelo de ‘dos estados para dos pueblos’. Una de sus anécdotas del período, que retrata el peligro de la mala utilización de conceptos específicos, es: “Hashomer Hatzair es  un movimiento juvenil judío sionista socialista. Pero en la diáspora somos considerados nazis por ser sionistas y acá somos llamados de anti-semitas por ser de izquierda. A la brevedad, seremos obligados a cambiar de nombre para definirnos como un movimiento juvenil judío nazi y anti-semita.
Las dificultades existentes en Israel son enormes, y este último operativo del ejército, por más necesario que haya sido, demuestra estas mismas dificultades. Ya el sionismo enfrenta demasiados ataques desde fuera. A menudo tenemos que defender la existencia de nuestro país y la legitimidad (incuestionable) de nuestro hogar nacional.
“Atacarnos” mutuamente no es llamar a la debilitación interna de Israel. No caigamos en dejar de escuchar los argumentos razonables que existen de ambos lados del espectro político (dejando fuera los extremos). Nunca existirá solamente ‘una ideología correcta’, la misma existencia de la democracia lo demuestra de forma clara. Cuidemos siempre los valores de nuestro país, sociedad y la libertad de pensar y actuar.
 
Foto: Getty

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