La saturación del arte

por ERIC NICOLAIEVSKY, Egresado de Psicología, PU. Católica. Est. MA en Psicología Laboral Organizacional.
 
La humanidad ha expresado la necesidad de manifestar artísticamente aspectos de la realidad e imaginación de los sujetos que la componen. Las primeras pinturas rupestres tienen 40.000 años de antigüedad, y quién sabe si no existieron otras formas de expresión de las que no quedo registro alguno. Desde ese momento, se han creado todas las técnicas de representación y expresión que existen y miles de millones de obras de arte que utilizan incalculables combinaciones posibles de patrones.
En el caso de la música, la convención que se ha creado (la escala musical) de cierta manera hace posible la creación de obras musicales en base a la estructura propuesta, pero al mismo tiempo funciona como un marco de referencia que limita la creación fuera de esos parámetros. A fin de cuentas, muchas canciones se parecen a otras: la cantidad de notas y acordes, el ritmo, y el timbre están predeterminados dentro de un número finito de opciones, y muchos de los patrones han sido explorados y reutilizados un millar de veces. Con la pintura ocurre lo mismo. Todos los colores ya han sido creados (o descubiertos) y se han inventado infinidad de estilos que otorgan parámetros sobre cómo crear las obras de arte. Después de todo; es imposible imaginar un color que no exista. Un color nuevo.
Lo que es más curioso, muchos géneros pueden abarcarse mediante diversos medios de representación. Existen convenciones suficientes para saber cuando se trata de una película, novela, cuadro, o canción que corresponde al género de los piratas, del western o de las historias medievales. La creación en conjunto de todos los artistas que aportan en cada uno de estos estilos de representación, hace que hoy sea difícil crear algo novedoso y que además cumpla con ser coherente con algún género u estilo de representación existente, en cualquiera de las artes.
Por ejemplo, el Western. Ya se han narrado y creado miles de aventuras de cowboys, sheriffs, indios, bandidos, cuatreros mexicanos y militares de la caballería de Estados Unidos. Se han robado todos los tesoros de trenes, minas, bancos y caravanas. Se han conocido los más bellos desiertos y acantilados, los pueblos más corruptos y prósperos, los más tenebrosos cementerios y pueblos fantasma, los más misteriosos bosques y cuevas, y las más peligrosas guaridas de forajidos. En definitiva; se han explorado y utilizado virtualmente casi todos los elementos posibles dentro de su marco de referencia, y lo mismo ocurre para muchos otros géneros. La saturación del arte, es entonces; la dificultad contra la que se encuentra en la actualidad un artista que se proponga a crear algo nuevo en cualquier arte, género o estilo.
¡Pero no está todo perdido! La creatividad es la habilidad para hacer recombinaciones entre constructos o conceptos existentes y generar algo nuevo; una posibilidad que aún no se le había ocurrido a nadie antes. A pesar de que todos los arquetipos y convenciones de un género ya estén creados y establecidos dentro de un marco de referencia, siempre existirá la posibilidad de generar nuevas combinaciones entre los elementos que lo componen.
Volviendo al caso Western, en un inicio se caracterizaba por héroes fuertes y valientes, generalmente cowboys o sheriffs. Pero después de la saturación de este tipo de historias, se dio origen al western crepuscular, con anti-héroes y protagonistas envejecidos y cansados, y al espagueti western, que cambió los planos panorámicos por primeros planos, e introdujo fuertemente el humor a la narrativa. Incluso, se han hecho mezclas con otros géneros, como “Volver al futuro III” o la controvertida “Cowboys & Aliens”, ambas de ciencia ficción, aportando un sinfín de posibilidades de recombinación a los elementos normales del género, impensados hasta entonces.
Después de todo, si hoy tenemos marcos de referencia que funcionan para cada género, es porque en algún momento alguien los creó. Y podemos ser nosotros los que, con creatividad y trabajo, creemos los marcos de referencia de los géneros del futuro.