Casa de Papel

por GABRIEL ZALIASNIK, Abogado, U. Chile. Profesor Derecho Penal U. Chile. Ex Presidente Comunidad Judía de Chile. Abogado querellante del gobierno en los saqueos y desmanes.
 
Lo sucedido en Chile hace recordar la serie «Casa de Papel» que retrata los vaivenes de un asalto con toma de rehenes. En ella uno siente simpatía por quienes llevan adelante el acto delictual, obviando casi hipnotizado la gravedad de los hechos. Hasta la música de la serie – Bella Ciao – evoca nostálgicamente el himno de los partisanos italianos que resistían al nazismo, del mismo modo que en estos días una performance del movimiento feminista incorpora al cancionero popular su composición «Un violador en tu camino». En el ideologizado juego de palabras de su letra, acusan de violador a los policías, los jueces, el Estado y el Presidente. El efecto es demoledor pero también revelador.
En cierta forma, en Chile también estamos en presencia de una toma de rehenes en la que las múltiples e inagotables demandas sociales nos parecen legítimas y, por ende, muchos son condescendientes con los actos delictuales que las han acompañado. A su vez, se recrea lúdicamente un canto que, no obstante denunciar como corresponde la violencia de género, cuestiona profundamente el funcionamiento institucional de una democracia representativa.
Así, socavando la confianza en la judicatura, el Estado y sus poderes Legislativo y Ejecutivo, y en la policía, encargada de resguardar el orden público, se avanza en una agenda de anomia y anarquía, que algunos movimientos impulsan. Duele decirlo pero el vandalismo de estas semanas no ha sido sólo material, sino también cultural. Intentan imponer en el imaginario colectivo ideas de algunos sectores o grupos radicalizados de nuestra sociedad ante la pasividad de una inmensa mayoría silenciosa.
Con agudeza, el filósofo español Daniel Innerarity afirma que «en una sociedad con ciudadanía de baja intensidad, desafección galopante hacia la política, debates planos y argumentos inexistentes, cualquier llamamiento a sumarse a las críticas encuentra una inmediata acogida.
Años atrás, el excanciller Roberto Ampuero anticipaba que no se habían hecho las tareas en la defensa de las ideas de libertad y prosperidad en una sociedad sensible. El crecimiento y desarrollo no eran suficientes. «Nadie sale a marchar para celebrar una baja en el desempleo» decía y nos recordaba las palabras del teórico marxista Antonio Gramsci para quien las ideas triunfan cuando son interpretadas como sentido común de la sociedad.
En estas últimas semanas, se han intentado interpretar como sentido común el acceder a todas y cada una de las demandas de quienes han secuestrado la democracia y el estado de derecho. El avasallamiento por medio de la violencia no es sentido común. Sentido común es recuperar la paz social y la unidad como nación, resguardar la democracia y los DD.HH.
Con no poca razón, Emil Cloran escribió que «los pueblos infectados por la desgracia de la actividad se han consumido y extinguido antes que los tardos y prudentes».
 
Fuente: La Tercera
Foto: Ramón Monroy / Aton Chile

Publicaciones Similares

3 comentarios

  1. ^socavando la confianza en la judicatura, el Estado y sus poderes Legislativo y Ejecutivo,»
    Ahí está el asunto, pero debería ser
    Para los invisibles pobres y rotos ha sido SOCABADA la confianza POR la judicatura, el Estado y sus poderes Legislativo y Ejecutivo,
    Si no, ¿por qué se ha llegado a esta situacion?

  2. Que verguenza! Gabriel Zaliasnik, usted y todos los judíos apoyando a este gobierno criminal están preparando la próxima Shoah. Pagaremos todos por su oportunismo y su alejamiento a la Torah. VERGUENZA!!!!!!!!!!!!!!!!!!

  3. Estimado Don Gabriel:
    No cabe duda que existe una seria crisis social en Chile, que requiere ser solucionada con soluciones efectivas y no meros discursos.
    Es lamentable,por no decir dramático, el nivel de intolerancia y polarización política ( existentes a nivel nacional),principales causales de este conflicto social desarrollado en Chile.
    No puede ser plausible que todo actor político, dedicado a servicio público social, priorice ambición política y descalificaciones personalistas que no conducen a un óptimo sendero.
    El Estado debe estar al servicio común ciudadano , propiciar clima para desarrollo de seguridad y paz social.
    Con respeto y diplomacia, me atrevo a manifestar, que es incuestionable e irrefutable, conglomerado de demandas sociales en diversos ámbitos (Pensiones, salud, educación y transporte público, entre otros ítems sociales), que urge atenderlas con sólida y real administración política-jurídica.
    También es muy esencial, restauración de diálogo,respeto,tolerancia ,justicia y paz a nivel nacional y social. Sin estos notables valores humanos, estamos condenados a un orbe vil y oscuro ,
    Tal como condeno categóricamente toda clase de antisemitismo,(judeofobia), injusticia, y maldad, rechazo todo estereotipo de odio y xenofobia. Este es momento de reencuentro ,armonía,diálogo e integración entre todos.
    Francisca Estay.

Responder a ffigueroacar Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *