El descaro de la "PSU sin violencia"

por TAMARA CAMPUSANO, Est. 4to Medio, Liceo Exp. Manuel de Salas. Madrija Hashomer Hatzair Chile.
 
Violento es ir a clases, aparte del colegio, tres veces a la semana durante uno o dos años para saber responder una prueba, bajo presión y contra el tiempo, que tiene un total de 332 items. Y un valor de $32.700.
Violento es el ambiente de los preuniversitarios, elitista por su alto costo, con personas sin mérito ni esfuerzo alguno, que de igual manera compraron su derecho de estar ahí, como en todo en este país.
Violento es que si no puedes pagar preuniversitario, cagaste, no hay forma de preparar o asegurar tu admisión, tu carrera o tu futuro.
Violento es que si te va mal en la prueba, no puedes estudiar en una universidad tradicional, no tenis el prestigio de una, tienes que hacer carrera como puedas, porque la prueba segrega.
Violento es que el Sistema Único de Admisión sea segregador. Estadísticamente, los colegios con mejores puntajes tienen un precio mayor a los colegios con puntajes más bajos. Si tienes plata, puedes comprar la educación necesaria para que te vaya bien en la prueba y así entrar a una universidad tradicional y hacer carrera. Si no tienes plata, cagaste.
Violento es que los casos donde la gente sale adelante, son cuando viajan una hora todos los días a la U, cuando no se echan ningún ramo y se sacan la mierda estudiando para no perder la gratuidad. Esos casos son los que se usan para felicitar al que se esfuerza el triple, para ejemplificar lo que se debe hacer, cuando en realidad estas cosas no debiesen tener que pasar.
Violento es que la prueba interrumpa los procesos de aprendizaje de les estudiantes entre primero y cuarto medio. Dejamos de aprender, dejamos de estudiar para aprender. Sólo estudiamos para la nota, para un buen NEM, para un buen ranking y para rendir una buena PSU.
Violento es dejar que los estudiantes de tu país dejen de querer aprender. Convertir algo tan bonito como la educación en la mierda que propone el Sistema Único de Admisión.
Violento es que al desarrollar mi Tesina en cuarto medio, que era sobre cómo se ve perjudicado el aprendizaje de les estudiantes durante la educación media por el Sistema Único de Admisión, les estudiantes me dijeron que ya no aprenden. Que lo único que quieren es sacar la mejor nota posible para poder entrar a la universidad, pero que luego de las pruebas se les olvida lo que aprendieron. Que ya no les importa
¿De verdad creen que la eliminación de una prueba violenta, que produce generaciones de rabia, frustración e indignación, puede no ser violenta? ¿De verdad creen que la vía pacífica de resolver las cosas existe aún, cuando la «normalidad» es profundamente violenta hacia la gran mayoría de la población, durante décadas?
Aunque yo venga de una posición privilegiada en esta sociedad, donde mi acceso a la universidad está bastante garantizado por la suerte que tuve al nacer, me llena de indignación la realidad. ¿Qué hago? No soy ninguna delincuente ni criminal, estoy más cerca de ser una niña boy scout alternativa, pero no puedo evitar sentir rabia y ganas de quemarlo todo cuando veo a los políticos reproducir una sociedad vergonzosa y asquerosa. Esta prueba no puede existir si queremos que se comience a acabar la desigualdad en Chile. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta que no quede nada y se haya quemado todo?

Publicaciones Similares

Un comentario

  1. Mientras haya tanta trinchera y polarización política, no podrán ser concretadas demandas sociales que Chile requiere. Los ciudadanos no queremos más ambición ni corrupcion.
    Además, me preocupa el nivel de división y previa difusión de Fake news o campañas de terror que están difundiéndose en redes sociales, respecto al plebiscito de este año. Niestras acciones deben enfocarse en construcción de un Chile más humano y justo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *