Intuición de Justicia: Entre la Ética, la Estética y sobre lo poco justo de nuestro Actuar.

por FEDERICO LEVI, Est. Arte, U. de Chile.

“justicia, justicia perseguirás!”

Devarim 16:20

 Al pensar algún tema relacionado con “la justicia” pareciera inevitable comenzar preguntándose ¿qué es justicia?, lo que nos conduciría a intentar elaborar una definición; sin embargo quisiera comenzar desechando ese intento, debido a que para crear esta definición sería necesario antes, responder a la pregunta acerca de cuál es el género próximo de la justicia, para después agregarle la diferencia específica apropiada. El problema es que al hacer esto establecemos  de inmediato un límite para la noción de justicia, con lo que –en mi opinión- se degrada y pierde lo mejor de sus características intuitivas.

Sin embargo, podemos abordar el concepto a través de algunas de las diferentes y múltiples dimensiones que involucra; por ejemplo,  desde su dimensión ética, ontológica (el ser de la justicia), epistemológica (cómo conocemos y entendemos el concepto) o estética (creación de la justicia).

Me interesa proponer el inicio de la reflexión desde la dimensión ética, puesto que es en esta dimensión en la que nos movemos cotidianamente en todas las actividades de nuestra vida en sociedad. Estamos siempre con “otros” y nuestras acciones siempre afectan a quienes nos rodean y al medio en el cual las desarrollamos.

Por otra parte, es en la acción con respecto a los demás donde nos enfrentamos a la necesidad de tomar decisiones y ahí es donde puede aparecer la intuición acerca de la justicia. Una decisión basada únicamente en un criterio de conveniencia o de satisfacción individual, excluye de esa decisión a la justicia, y es ahí donde aplicamos la dimensión ética, pues decidimos entre utilizar el criterio de “lo justo” o el criterio de lo más “conveniente”.

¿Cómo podemos determinar el criterio de “lo justo”? Esto pareciera ser mucho más difícil que determinar el criterio de lo más conveniente y, aparentemente tal determinación no se puede encontrar en una fórmula matemática o en  un manual de instrucciones. Me inclino a pensar que este “criterio de lo justo” aparece para cada uno como una especie de “chispazo” intuitivo, que ilumina efímeramente el camino de la decisión justa.

Si la posibilidad de apreciar el camino de lo justo en las decisiones que adoptamos radica en la intuición, podemos decir que la dimensión ética de la justicia se relaciona cercanamente a su dimensión  estética, por lo tanto al arte, entendido como creación artística. Desde este punto de vista, cada sujeto puede ser creador de justicia cada vez que se enfrenta a otro en su vida cotidiana, y ese es el gran desafío ante el cual se encuentra lo que hay de humano en cada uno de nosotros. Es decir, cada vez que tomamos estas decisiones se pone siempre en juego nuestra humanidad.

Tomando en cuenta lo anteriormente planteado, se me ocurre que es en esta época, en la que somos bombardeados por todos los medios posibles, llamándonos a emprender en búsqueda del éxito individual, en donde se nos presenta a los demás como límites para el ejercicio de nuestras libertades y se nos plantea como paradigma la teoría de la elección racional, tal vez valdría la pena pensar que todo ello oscurece y limita el camino de lo justo. Una manera distinta de enfrentar la vida, podría quitar el velo e iluminar nuestra acción y encaminarnos por el camino que intuyamos  “justo”.

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