Matrimonio Homosexual: desafiando la demagogia política chilena.

por GIANFRANCO RAGLIANTI, Egresado de Derecho, U. de Chile.

 

El judaísmo, al igual que la mayoría de las religiones, es claro frente al tema del matrimonio homosexual: lo prohíbe.

Si bien no se condenan las inclinaciones homosexuales, los actos sodomitas son muy mal vistos (de hecho el término proviene de una ciudad bíblica famosa por lo pecadora: Sodoma). Ignoro si el talmud matiza la condena, pero el pentateuco es claro: “Si alguien se acuesta con un hombre como si se acostara con una mujer, se condenará a muerte a los dos, y serán responsables de su propia muerte, pues cometieron un acto infame” (Levítico 20:13).

Estudiando un poco, se sabe que los tribunales judíos rara vez aplicaban la pena de muerte y que para ser condenado no basta con sólo cometer el acto, sino que además se requiere la advertencia previa de dos testigos de que lo que se está a punto de cometer está en contra de la ley judía y que tiene aparejada una pena determinada. Esto, sumado a una declaración bastante formal del infractor, que debe admitir que lo sabe y que aún así desea infringir la ley, recién podían permitir aplicar la pena.

Pero entre una lectura no tan literal del texto, y una que lo interprete en sentido contrario (como si el judaísmo permitiera los actos homosexuales) hay un mundo de diferencia. Eso desde el punto de vista religioso.

Pero desde el punto de vista civil, la situación es distinta. El matrimonio homosexual civil tendría numerosas ventajas. Comenzando con regularizar temas sucesorios, hasta todo tipo de cuestiones procedimentales (por ejemplo, si un homosexual puede ser obligado a declarar en juicio contra su pareja), pasando, obviamente, por la adopción.

Respecto al matrimonio homosexual, el argumento más estúpido que pueden dar los políticos es, curiosamente, el más común: es que como sociedad no estamos listos. Demuestra la demagogia en la que se está hundiendo la clase política actual, ya que el ejercicio es al revés: Un político no debiese ser un intérprete de los deseos de la sociedad, sino ser un miembro de ella con un punto de vista claro (y fundamentado) respecto a muchos temas. Si su opinión es compartida, entonces votaremos por él porque nos representa. Esa es la lógica de la democracia. Pero actualmente nos estamos viendo obligados a votar por gente que tiene miedo a expresar sus ideas antes de ser elegidos.

Por eso, si el político no tiene ideas, y lo que pretende hacer es transmitir las del pueblo, entonces lo que ocurre es que entramos en un mecanismo que perpetúa el statu quo, porque el político no tiene ideas, y el pueblo, la única forma que tiene para ejecutarlas, es a través de la elección de los representantes, formándose así, el círculo vicioso en el que se estancó la política en Chile. Por eso, la demagogia, según Aristóteles, es la degeneración de la democracia.

El argumento religioso para prohibir el matrimonio civil tampoco me parece válido. La religión no le otorga validez al matrimonio civil. Una pareja, ya sea judía o cristiana, que se casa sólo por el registro civil, permanece impedida –según la religión- de realizar los actos que sólo están reservados para después del matrimonio. En el caso judío más extremo: tocarse. En el caso católico: tener relaciones sexuales.

Por lo tanto, si una pareja homosexual se casa civilmente, la consecuencia sería la que describe el artículo 102 del Código Civil: vivir juntos y auxiliarse mutuamente, sumando a esto todos los corolarios legales que benefician a los cónyuges civiles, y excluyendo, naturalmente, la procreación a través del acto sexual, la que obviamente sería imposible, pero que no puede ser considerada esencial del matrimonio, por un motivo evidente, y es que en tal caso las parejas infértiles tampoco podrían casarse. No tendría ninguna consecuencia religiosa.

De esta forma, el matrimonio civil no estaría en contra de la idea religiosa de prohibir los actos homosexuales, ya que, desde el mismo punto de vista religioso, sólo es el matrimonio religioso previo –con todas sus ritualidades, simbolismos y liturgias- el que los habilita, y no el matrimonio civil, al que la religión no le da importancia alguna. En otras palabras, desde un punto de vista religioso, el matrimonio civil es irrelevante, y por tanto, no habrían fundamentos para prohibirlo.

Lo mismo ocurre con determinados delitos sexuales denominados “de mera inmoralidad”. Estos delitos son resabios de una época en que el Estado no era (al menos en teoría) laico. El ejemplo más claro es el incesto, ya que si dos familiares mayores de edad consienten libremente en tener relaciones sexuales, por muy asqueroso o aberrante que nos pueda parecer, los únicos bienes jurídicos afectados son “las buenas costumbres”,  “la moral” o “el orden de las familias”. No se afecta la indemnidad sexual, no se afecta la libertad, no se afecta la vida ni la integridad física y mucho menos la propiedad.

Respecto a los homosexuales, todavía existe una disposición a todas luces discriminatoria. Es el artículo 365 del Código Penal que castiga con reclusión menor en sus grados mínimo a medio, al que accediere carnalmente a un menor de 18 años de su mismo sexo, si no mediaren las circunstancias de la violación o el estupro. Es decir, si es que la supuesta víctima es mayor de 14 años y consiente en el acto, ya que si no lo hiciere, por cualquier motivo, estaríamos en las hipótesis de la violación o el estupro.

Lo primero que llama la atención es que la norma se limita a las conductas homosexuales entre hombres (se ha entendido por acceso carnal a la introducción del pene). Así, una relación sexual mantenida entre mujeres, una de las cuales tiene entre 14 y 18 años, no es castigada. Lo otro que llama la atención, es que sólo se castiga la relación sexual si es que el menor es a quien acceden. En términos vulgares, si el menor es el “activo”, no hay delito.

No existe ninguna lógica en nuestra legislación que avale tal discriminación. Por mucho que uno pueda pensar (aun cuando la OMS se ha referido muchísimas veces al tema indicando que la homosexualidad no es una enfermedad) que no es una opción sexual adecuada, sancionar penalmente o limitar la vida civil, por un asunto religioso, que no lesiona intereses ajenos, no tiene sentido.

Esto no es caer en el relativismo. No se trata de despenalizar el homicidio porque a la religión se le ocurrió que matar es malo. Pero así como mentir, o pelar, son conductas prohibidas por la torá (y es aun peor, porque todos estamos más o menos de acuerdo en que no son correctas) y nadie rasga vestiduras a favor de su incorporación como delitos, estimo que los actos homosexuales, por muy condenables desde el punto de vista religioso que parezcan, no debiesen penalizarse, porque el castigo para los asuntos religiosos no es una multa ni tampoco es la cárcel; es la conciencia, y –si uno cree- el mundo porvenir.

Finalmente, cabe indicar que la homosexualidad socialmente aceptada es un fenómeno de los últimos años. Todavía hay temas sensibles y por lo mismo, cuestiones que parecen fundamentales como realizar estudios serios respecto a la naturaleza de la homosexualidad (¿es una opción?, ¿existe predeterminación genética o biológica?, etc.), todavía despiertan resquemor en el grupo minoritario que ve esto como un retroceso en un terreno que ya había ganado.

Pero independiente de los estudios biológicos, sociológicos y sicológicos que puedan hacerse, la conclusión no puede ser sino legalizar el matrimonio y permitir la adopción, independiente de que mientras civilmente no existan argumentos serios que impidan esto, siendo el “como sociedad no estamos listos” claramente inválido, porque todo parece indicar que sí.

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8 comentarios

  1. estoy de acuerdo en el hecho que dices que el matrimonio civil no tiene ninguna valides.
    pero en legalizar un matrimonio homosexual es algo distinto…. el hecho de legalizar un matrimonio homosexual es aceptar que el ser homosexual es algo normal… y es abrirle las puerta a todo joven inseguro de su orientación o visión de vida a una opción que no necesariamente tenía….
    por asi dar un ejemplo…. si a alguien le decin que robar cosas pequeñas, como un dulce en un supermercado, no es malo, cuando tenga la oportunidad de hacerlo lo hara… ya que la sociedad no lo ve con malos ojos, asi el ser homosexual y aceptar «la diversidad» (pongo diversidad entre comillas por que últimamente esto tambien es sinonimo de homosexualidad) se ha convertido casi que en una moda.
    en fin para poner una solución del punto de vista practico. en realidad no veo ni entiendo la finalidad de un matrimonio civil, si alguien quiere hacer una sociedad con alguna persona, tiene todo el derecho de ir a un registro civil y crear una sociedad en la que se estipulen los mismos derechos y obligaciones que en un matrimonio con la persona que desee.

    1. Max: En primer lugar quiero señalar que me parece bastante básico (por decirlo menos) el ejemplo que das, te invito a repensar tu analogía.
      En segundo lugar me parece que la idea del matrimonio homosexual no tiene como objetivo el confundir a la juventud, sino, encaminar a nuestra sociedad por las vías de la tolerancia y permitir que aquellos jovenes que hoy viven en la angustia de no ser aceptados por su condición sexual vivir una vida de libertades y desiciones propias como lo hacen hoy en día todos los heterosexuales. Finalmente tu último párrafo me parece bastante contradictorio pues propones un documento entre dos personas en el cual se establescan «los mismos derechos y obligaciones que un matrimonio CON LA PERSONA QUE SE
      DESEE» por ende estaríamos hablando de un matrimonio igualitario.
      Me parece que las «ideas a medias» son reflejo de nuestra incapacidad de decir las cosas por su nombre.

  2. «el hecho de legalizar un matrimonio homosexual es aceptar que el ser homosexual es algo normal» –> Y no es eso lo que como sociedad se está conviniendo hace un tiempo?
    «asi el ser homosexual y aceptar “la diversidad” (pongo diversidad entre comillas por que últimamente esto tambien es sinonimo de homosexualidad) se ha convertido casi que en una moda.»–> El mismo punto, siento que partes de la premisa que ser homosexual está mal, y te invito a dar tu opinión con todas sus letras y que nos expliques por qué piensas eso. Yo soy de la idea que se debiese dilucidar la naturaleza de la homosexualidad y la idea de esta columna era abrir el debate, por lo tanto, te invito a que defiendas tu postura como corresponde y no a medias tintas.
    «tiene todo el derecho de ir a un registro civil y crear una sociedad en la que se estipulen los mismos derechos y obligaciones que en un matrimonio con la persona que desee.»–> Estimado, las sociedades no se constituyen en los registros civiles, se hacen, por regla general, en notarías (y publicando un extracto en el diario oficial e inscribiendo el mismo en el registro de comercio).
    Además, si hubieras leído la columna bien, te darías cuenta que una sociedad no puede tener todas las implicancias del matrimonio. Sólo podría cubrir, parcialmente, la forma de administrar los bienes que la pareja tiene en su conjunto, y quizás resolver de forma práctica el tema sucesorio. Pero no los convierte recíprocamente en cónyuges, por lo que todas las disposiciones relativas a los beneficios de un cónyuge que están esparcidas por la legislación, no aplicarían, como la inhabilidad para declarar en juicio contra su pareja, o cualquier norma relativa al parentezco.
    Ahora bien, si propones crear un acuerdo de vida en pareja, que sí convierta a la pareja en cónyuges y sea exactamente igual al matrimonio, entonces la pregunta es por qué no decirle matrimonio, ya que si parece un pato, camina como pato y hace cuac, lo más probable es que sea un pato.

    1. ya que me preguntan mi opinion la dare :
      yo no creo que el ser homosexual sea una «condicion» o que este en la «naturaleza de la persona» serlo.
      si no que es una desviación y justamente ese tipo re argumento son los que hacen creer que es algo que no se puede cambiar o que es algo que esta bien.
      hoy en día la sociedad lo acepta, pero quien dijo que esta bien? por dar un ejemplo con los espartanos era aceptado que si nacia una gugua deforme se podia matarla por que no

      1. (continuación) serbia para la guerra.
        asi en cada generación va tomando conceptos que nos parecen reprochables o que ahora aceptamos, asi el ser homosexual hace 50 años atras era algo no aceptado.
        asi cualquier persona con duda sobre su orientación sexual lo pensaba 2 veces antes de abrir su mente a la posibilidad de ser homosexual.
        hoy en día no solo que no es mal visto ser homosexual, sino que es casi una moda.
        y este tipo de pensamientos hace que personas aspiren a eso y no solo eso el destape qu esto provoca es que otros chico lo vean como un modelo a seguir…
        asi los chicos piensen que existen tres generos: los hombres, las mujeres y los homosexuales.
        abrir el tema del matrimonio es darle espacio a este tipo de pensamientos.
        y a eso me niego rotundamente.
        ahora si existen parejas homosexuales no soy partidario de quemarlos en la hoguera ni mucho menos, son perdonas que merecen respeto igual.
        y justamente si lo que buscan es de cierta forma garantias frente la otra persona no necesitan mas que un contrato social entre ellos.
        leyes de herencia no aplican a ellos por que una pareja homosexual no deja decenrencia y no soy partidario de la adopción homosexual.
        asi que un matrimonio homosexual de ninguna manera puede ser igual a uno heterosexual.

  3. un último punto que se me quedo afuera.
    un matrimonio homosexual si atenta con la religión.
    por que atenta justamente con el concepto de matrimonio tal cual lo ve la religión.

    1. Veo que el pueblo judío no aprendió de lo que es la intolerancia, lástima los comentarios de Max…. si aplicáramos en Chile el estado laico, sepa usted que no sólo deberíamos excluir a los gays, sino que también a quienes no compartan el catolicismo (religión oficial del estado).

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