América Latina

Cinco siglos lleva ya este continente cuando fue incorporado a la historia universal occidental. Al paso del Eurocentrismo y el Mercantilismo se encontraba este Nuevo Mundo, rápidamente administrado como un escenario de esclavitud, colonización, expansión, genocidio, expropiación, miseria y explotación.

En 100 años, su población originaria fue exterminada en un 90%, y nos siguen llamando la atención las demandas de los pueblos indígenas. Pero la población actual es una constante mezcla. En un abanico de distintas naciones, nos fuimos encontrando los pueblos originarios con los inmigrantes del viejo mundo, que definieron los futuros barrios y formaron parte del mosaico humano. Así se han distribuido también los distintos grupos dominantes de la región.

Pero no solo es mezcla su gente, sino también su arquitectura, política, instituciones, modelos económicos, sistemas religiosos y cualquier proyecto o idea que se exporte desde afuera. Nada en América Latina puede traerse sin que origine algo completamente particular y propio de nuestro continente. Desde su gente y no desde más allá del océano, es donde se encuentra el verdadero desarrollo de su futuro y el devenir de su sociedad.

Ser un Latinoamericano debería ser una enorme enseñanza de empatía, diversidad, autodeterminación y fraternidad.

 

Nico Riethmüller

Director – El Diario Judío

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