Chile construyendo Patria: La importancia de no ser espectadores de nuestra Sociedad.

por  SAMUEL HUBERMAN, Est. Derecho, U. Adolfo Ibáñez.

Para introducir a la temática que expondré a continuación  es pertinente al caso que me de la libertad de exponer una pequeña parte de la doctrina Comunista expuesta por Karl  Marx joven. Me parece puntualmente real y apreciable para este contexto, y para no entrar en detalles que rebalsen el contenido del manuscrito, esta trata sobre la autodeterminación que esta sociedad ha corrompido.

Al encontrarnos en un mundo capitalista de mercado y de sociedad, la competencia es inherente a nuestra existencia, cosa que no forma parte de nuestra naturaleza como individuos. Cada vez menos tomamos decisiones y posturas propias y nacientes de nosotros mismos para nosotros y por nosotros para promover nuestra virtud individual y así, aumentar el cálculo de utilidad del mayor número, tal como señalaban  las doctrinas del utilitarismo.

Esto al largo plazo lleva a una desconfianza brotante y pujante en todos y para con todos,  y a raíz de esto una felicidad flaqueante e incierta por el común del Mundo, lo que llamaríamos actualmente la post-modernidad. Nuestro profundo desagrado por el desequilibrado mundo que vivimos, pero sin embargo nos preparamos para poder derrotarlo, para poder sobrevivir en el. Nuestra carrera por la vida nos hace actuar  y reaccionar no siempre por nuestra propia decisión o determinación, sino que en respuesta de la acción del otro, por lo que deja de ser nuestra en su origen y en su forma residual o realizada. Consecuencia, que son pocas las personas que se ven en el fruto de sus trabajos reflejados por su esfuerzo, o gusto en la actuación y realización del mismo,  sintiéndose ajenos a sí y a la sociedad que los rodea, llevándolos a tomar decisiones erradas, equivocadas, mal encaminadas, sinvergüenzas etc.

Al estar incrustados en esta sociedad en continuo movimiento, en este Mundo que nunca duerme, las personas van tomando decisiones en concordancia con las exigencias y competencias que en el día a día se ven enfrentados a realizar para su  protección y auto sustentación. Que quizá sea el único principio que aún reza y se sobrepone en las sociedades, conformando algo así como la detestable competencia que habla Jean Jacques Rousseau en su “Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres”: Es muy difícil pensar noblemente cuando no se piensa más que para vivir”. Haciendo de esta una sociedad egoísta por naturaleza, pero sí, las excepciones son las que aun nos dan el aire de humanidad y las sonrisas que esbozamos en algún momento del día.

Vergüenza: “Turbación que se siente ante los demás al cometer una falta o al hacer algo que se considera ridículo o humillante”. Todos alguna vez hemos experimentado esta sensación de ser por un momento, los mas estúpidos del País. Pero no se sientan especiales, esta sociedad desde sus orígenes, aunque yo personalmente creo que más recientemente, está dejando de lado la vergüenza para crear un nuevo tipo de persona o institución, que para no degradar a nadie en tan alto nivel llamaremos sin-vergüenzas, o como usted más cómodamente los identifique –infascheimpte.

Hay variadas cosas que nos llevan a sentir esta grisácea y fea sensación tal como la verborrea de nuestra Concertación, la poca gobernabilidad del actual grupo ejecutivo y administrativo de nuestro País, la decadencia de la clase política, la hermosa, estricta y eficiente fase de ejecutación judicial que por lo menos aún nos protege de que no nos metan las manos en los bolsillos en su forma más literal, y sólo en algunos casos.- Pero y si nuestro presidente del senado tiene antecedentes penales ¿Qué  podemos esperar de más abajo? <<” ¡Oro!, ¡oro maravilloso, brillante, precioso! ¡No, Oh dioses, no soy hombre que haga plegaria inconsecuentes! Un poco de él puede volver lo blanco, negro; lo feo, hermoso; lo falso, verdadero; lo bajo, noble; lo viejo, joven; lo cobarde, valiente ¡oh dioses! ¿Por qué? Esto va a arrancar de vuestro lado sacerdotes y a vuestros sirvientes;  va a atar y desatar lazos sagrados, bendecir a los malditos, hacer adorable la lepra, dar plaza a los ladrones y hacerlos sentarse entre los senadores, con títulos, genuflexiones y alabanzas”>> hasta Shakespeare lo veía venir en el “Timón de Atenas”-.

Vergüenza que la CUT quiera “reconstruir” Chile y ni siquiera apoyó los 190 mil de sueldo mínimo, vergüenza. Vergüenza hacia el colegio de profesores que alegan y marchan por calidad y no aceptan su calificación y evaluación como todos nosotros.  Vergüenza que los mayores personajes detonantes de estos malestares y manifestaciones se adhieran a ella, por lo que no habrá ningún infascheimpte en las sedes de los partidos políticos.  Vergüenza que la clase media Chilena –casi el 80% de nosotros-  destruida por la Concertación en épocas de Eduardo  Frei Ruiz-Tagle, hecho que hasta el posterior Presidente del Banco Central, de la misma corriente política abala, que el mal manejo de la crisis, fantasma aún para ese entonces tardarían entre 20 a 25 años  recuperar en materia de posicionamiento económico y las pérdidas sufridas que aún azotan a nuestra sociedad,  y a uno de sus pilares más importantes, la Clase Media Chilena, la trabajadora, la profesional, la que paga por respirar…  y sí, esta apoya indefinidamente a sus causantes.
Vergüenza me da pensar que en vez de ser un País sub desarrollado deberíamos ser un país de supra idiotas  o meta tontos, bueno,  para Europa es lo mismo.

El otro día escuche algo muy cierto, interesante y valido con respecto a mi postura. “No tengo la fórmula para el éxito, pero la fórmula del fracaso es tratar de quedar bien con todo el mundo”. Aquí hay dos opciones, o sienten vergüenza y sufren de rosácea crónica como yo por nuestro estado social y jurídico actual, o son ustedes unos sinvergüenzas.
Me siento anticipadamente feliz a que pueda haber personas identificadas y se sientan a gusto con mi interpretación, y también a otras que les desagrade, porque la encuentren poco académica, ortográfica, literata, lingüística, ilustrada etc. Pero que nunca les sea indiferente, que es lo que ocurre con la mayoría de las cosas en nuestro País y comunidad.
Que por el lema de nuestro escudo de armas “Por la Razón o la Fuerza”, La Razón la tienen los académicos y gobernantes en blindar, enflorar y tapar  nuestros problemas para que así fácilmente  no exista culpable alguno, y la Fuerza la tienen los manifestantes a esto, lo que se traduce en quemar autos, robar tiendas etc. Pero, ¿y el resto?, el resto de nosotros no hacemos nada. Me avergüenzo de mi mismo por solo quedarme en la teoría y escribir, ver las noticias y leer el diario y no poder enflorar nada para dárselo a nadie,  ni tampoco quemar ni romper nada, y este es el actual estado de la mayoría de nuestro País.

Concluyendo, realmente la base, el contenido y la trayectoria de este ensayo, si es que así se puede llamar, no es propiciar a la separación o a la controversia por diferentes posturas o idealismos, puesto que hacer una crítica a derecha política ni siquiera es necesario, Chile entero cargará con ese saco de culpa por muchos años más. Sino que meditar, tematizar, despertar a nuestra comunidad, familia, País, y empezar a formar parte de ellos. Salir de la monotonía de la opinión personal sin color y debatir, hablar etc. Aunque eso signifique vivir con sueño, y sacarle 80 segundos a un minuto, pero de eso se trata, es nuestro deber cívico, ciudadano, comunitario, no pasar desapercibidos, que nuestra opinión desaparezca en la indiferencia que uno mismo le da a la propia, o la indiferencia de los demás por no tener las ganas de exteriorizar lo nuestro, cualquier cosa que aquello signifique, pero siempre con la máxima de precaución que nos proporciona Aristóteles: “Un hombre sabio no dice todo lo que piensa, pero piensa muy bien todo lo que dice”, y así recién veremos un nuevo y verdadero cambio en la sociedad. No en nuestro País, no se engañen, cualquiera sea el Gobierno todos debemos seguir trabajando, estudiando, creando etc. aquí nadie nos va a regalar nada, el cambio del cual hablo será desde el interior de cada persona consigo, y para eso no se necesitan marchas, que acorralan a los que quieren estudiar, ni destrozos que dificultan a los que tienen que trabajar – Aunque obviamente la educación necesite reformas urgentísimas – , lo único que necesitamos para este gran cambio son las ganas de que ocurran y formar parte.
Si quieres resultados distintos, No hagas siempre lo mismo” A. Einstein.

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Un comentario

  1. Te felicito Samuel por tu artículo. Es muy edificante ver que un joven como tú se preocupe tanto por el país, como por su sociedad y la participación de cada uno en esa sociedad. Creo que eso es lo principal, la participación, sobre todo sin son jóvenes.
    ¡Muy buena reflexión sobre la actualidad! Porque lo que expones, va más allá de un solo país, es una realidad del mundo.

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