A través de los muros de los territorios palestinos.

por RAFAEL GUENDELMAN, Lic. en Artes Visuales, PU. Católica. Diplomado en Teoría del Cine, PUC.

El libro de Eyal Weizman, corto pero preciso, hace un análisis en torno a las metodologías del ejército israelí en la “guerra urbana” de la última década. En él, se incluye el período correspondiente a la segunda Intifada (2003-2006) y la Segunda guerra del Líbano (2006).

“A través de los muros” se basa en las renovaciones del ejercito israelí durante el período citado, en las que surgieron desde el interior de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) adopciones de teorías filosóficas y estéticas, relativas a entender el Espacio (de Deleuze, Debord, Guatari; por poner algunos) para determinar una nueva forma de moverse y actuar, a las que se denominó “geometría inversa”. La adaptación desde la filosofía a la práctica bélica no es algo novedoso, explica Weizman, ya que “desde Marco Aurelio a Robert McNamara, el poder siempre ha encontrado maneras de utilizar teorías y metodologías concebidas en otros campos”[1]

En primera instancia, se toma el concepto de Enjambre, que proviene del mundo animal y que hace referencia a una nueva forma de entender el espacio y la organización militar en él. La guerra ya no se estructura mediante una línea de avance, sino que se ve como pequeñas células que obran desde diversos ángulos y en forma simultánea. El ataque a las ciudades es radial, y cada grupo tiene cierta independencia para actuar. El ejército se percibe como “vibración”, tal como un enjambre de abejas. Los conceptos clásicos de guerra lineal, como coordenadas cartesianas, líneas de operación, cadenas jerárquicas de mando; se ven, durante este período, trocados por conceptos como simultaneidad, red, solapamiento y asimetría.

Uno de los lugares más peligrosos para actuar militarmente, según Israel, han sido los campos de refugiados palestinos. Es allí donde estas teorías se podían poner a prueba y ver su viabilidad efectiva. Uno de los pilares de este sistema fue la práctica de avanzar por el interior de las viviendas, atravesando sus muros, tal como un gusano que se abre camino a bocados. La tecnología para abordar los muros, sustentaron este modo de actuar: lentes para percibir cuerpos al otro lado, balas que no se desviasen al atravesarlos y estrategias técnicas para perforarlos de manera veloz.

“El enemigo interpreta el espacio en términos tradicionales y yo no estoy dispuesto a obedecer su interpretación”[2] explicita Aviv Kochavi (oficial FDI), quién plantea el movimiento en la ciudad no desde un fluir por sus espacios sino desde su transformación, a partir de la reinterpretación de los mismos. En este sentido, ve una relación directa con la práctica arquitectónica, y afirma que ellos, como los arquitectos, trabajan desde la teoría urbana hacia la práctica, subrayando eso si que “sobre todo nos dedicamos a construir y destruir, y, a veces, a matar”[3].

Esta “filosofía sutil” de actuar, como algunos del FDI referían, no tuvo gran éxito en el transcurso de los años, principalmente, después de la incursión en Jenin, en Abril del 2002. Allí la resistencia palestina pudo contener las nuevas formas de ataque del FDI, lo que llevó al ejercito israelí a una incursión sin sutilezas, a partir de tanques y buldóceres que destrozaron a su paso la mayoría de las casas del campamento.

Los soldados acusaron poco conocimiento para actuar, y se declararon confundidos a la hora de llevar a la práctica una teoría nueva y de origen abstracto. Tiempo más tarde, la ciudad de Jenin fue reconstruida, situando entre medio, ha pedido de la DFI, avenidas por las que pudiesen pasar tanques en el futuro. La nueva teoría de incursión y ocupación, fracasaba. Sin embargo, el control sobre el espacio se hacía más radical.

El libro de Weizman es un comentario interesante en cómo las referencias filosóficas llegan a influir en la guerra y en las propuestas delirantes de altos mandos, así como el fracaso de ellas tras su libre interpretación práctica. Al mismo tiempo es un interesante análisis desde el punto visto arquitectónico de la guerra, sobre la brutalidad y el impacto de la ocupación militar en las ciudades y los modos de vida, de los territorios palestinos.

“La “geometría inversa” concebida para “darle la vuelta” a la ciudad, reestructurando sus espacios públicos y privados, plegaría entonces de igual manera al Estado palestino dentro del concepto de seguridad israelí, y lo sometería a una constante transgresión como consecuencia del ir y venir a través de sus muros”[4]


[1] WEIZMAN, Eyal. A través de los muros. Ed. Errata Naturae. 86 p. 2012.

[2] Ídem 52 p.

[3] Ídem 55 p.

[4] Ídem 109 p.

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