Urgente! Arte! Hillel Art Night Buenos Aires

por NOAJ SAUER, Artista auto-didacta. Artista oficial de El Diario Judío..

Un grupo de jovenes se juntan en Hillel Buenos Aires y crean una noche de expresiones artísticas de alto nivel.

El jueves 27 de junio, la Institución Hillel presentó el Hillel Art Night. Una exhibición sin curadores que da cuenta de la necesidad de expresar en cualquier formato el arte emergente de los jóvenes judíos en Buenos Aires. El desafío de los artistas fue el de presentar, cada uno en su área, material de calidad que haga honor a la confianza otorgada por la institución.

La experimentación se relacionó con el compromiso. Durante los últimos años se han agregado más ramas a las expresiones artísticas de las que solían participar en un opening común. La mirada del Pop hoy en día no se expresa solo en lo visual, pinturas y fotografía, el arte tiene que ser también expresado en vivo, con música, poesía, live art. El happening y el arte de participación acontecen en la vida cotidiana. Lo ecléctico es lo que llena en estos días.

Hillel Art Night reunió más de 40 obras de 15 artistas en Fotografía, Música, DJ, Stand Up, Poesía, Ilustración, Pintura, Escultura, Intervenciones y Live Art que prácticamente vieron la luz por primera vez en ese evento. Coordinado por el grupo de arte de Hillel Belgrano “11 Cabezas”, el evento Hillel Art Night permaneció funcionando hasta altas horas de la noche. La documentación de la exhibición se subió a las diferentes páginas de Hillel y las de sus participantes.

Acerca de la exhibición

Cuando Walter Liebhaber, uno de los encargados de Hillel, nos planteó la importancia de formar un grupo de arte en la institución para young adults Hillel, centró su discurso en el valor de la comunicación a través del arte y la influencia del mismo: el arte une, el arte es expresión joven en un momento mundial en el cual no hay reglas, es el espacio para decir y contar, no importa desde donde uno viene y cuanta técnica sabe.

Su reflexivo discurso y sus convicciones nos hicieron pensar que efectivamente era importante para la promoción del arte como lenguaje la generación de un evento en el cual se pusieran juntas diversas expresiones y se mostraran como opciones para un público que tiene mucho que decir, ya que desde hace unos años, Hillel Belgrano viene produciendo diversos eventos para otros campos de desarrollo (economía, arquitectura, etc). Este nuevo desafío debía de estar en sintonía con el programa de exhibiciones. Fue Eleonora Sucharzuk quien tomó a su cargo la dirección del proyecto y fue convocado Hernan Grabarnik como colaborador y participante del evento.

La búsqueda de trabajos y artistas fue revelando la creatividad, la multiplicidad de disciplinas, la rebelión, el trascender los límites; el resultado: una noche de arte que cambió la cara de los eventos de los jueves nocturnos, los artistas rompieron y quebraron estructuras, hubo aquellos que se comprometieron políticamente, y crearon imágenes para representar momentos trascendentes.

Hillel Art Night reunió un conjunto destacado de obras que fueron realizadas desde algunos años atrás hasta en la noche misma del evento. Las imágenes fotográficas en general documentaban viajes diversos que hicieron los fotógrafos, muchos de ellos en Israel. Algunos de los territorios que experimentaron los artistas, fue el de mostrar contrastes y contradicciones en la cultura de las distintas ciudades donde estuvieron (como las fotos de Nahuel Tow).

Las obras que se presentaron en el área de pintura, en general pertenecientes al arte contemporáneo y al arte moderno, se sumergían en la ambigüedad y la contradicción, como a la vez en la crítica y la estética como mensaje. Las imágenes terminaron conformando un cuerpo sólido de gran potencia iconográfica. Se trató de mostrar que es posible a través del arte de cambiar a la sociedad si la estética asume una potencia de transformación, de fricción del entendimiento crítico del mundo. Se expresó entre los espacios que van de la exaltación mediática del consumo y las realidades políticas a la estética per se, vana y fría, reforzando un objetivo de embellecer y cambiar el estado de ánimo.

La noche estuvo llena de sonido, En una sala paralela a las de exhibiciones abrieron el evento la banda de Rock Minimalistas, que fue seguida por un show de stand up de Pablo Grabarnik y lectura de poesía. Las pausas entre shows y el resto de la noche fue animada por el DJ Uri Srur.

Sin embargo, también desde el silencio, el cuerpo de obras seleccionado dialogó he hizo ruido en sí mismo, con Karina Korn realizamos Live art en un mural en el cual intentamos plasmar la trascendencia del pueblo judío en la historia usando 4 colores, mientras que Barbara Low, iluminando con aerosoles, daba la sombra de un árbol.

Es así que por primera vez en Hillel se reúnen 15 artistas, más de cuarenta obras, fotografías y documentos; al recorrer con la mirada las obras, el espectador se conmueve, y se deleita en las nuevas estéticas.

Esta única y extraordinaria exhibición fue organizada gracias a un conjunto de voluntades: en primer lugar, Walter Liebhaber, quien oportunamente vislumbró un espacio de expresión; luego, Ryan Fain, quien presentó el proyecto y la posibilidad de ser ejecutado, y con la certera convicción que colocábamos un ladrillo más dentro de la historia de Hillel Buenos Aires. Jen Arditi, que con su predisposición y trabajo se plegó rápidamente al proyecto.

La exhibición generó mucho interés, con una asistencia de más de 300 personas a lo largo de toda la noche. Una mención especial merecen los miembros del grupo 11 Cabezas quienes decidieron hacer concreta esta exhibición, colaborando cada uno desde su lugar, y con pequeños detalles que, funcionando a modo de engranajes, hicieron que todo saliera bien esa noche. A todos ellos, a los artistas, a los participantes, mi  más merecido reconocimiento. A partir de ahora el público y los lectores evaluarán nuestro trabajo.

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