Principales desafíos y problemas del fútbol israelí

por ALVARO GLISSER, Est. Derecho, U. de Chile. Ex Rosh tnua Maccabi Hatzair.

 

Se han preguntado alguna vez, ¿cómo puede ser que Israel, siendo un país primermundista, desarrollado, segundo en cotizaciones en el Nasdaq, democrático y con un montón de otros títulos y lugares excelentes en los rankings más importantes del mundo, NUNCA haya tenido lugar en una Copa del Mundo, en una Eurocopa o nivel de club en alguna instancia definitiva en las competiciones más importantes de la UEFA como lo son las Champions o la Europa Legue? Menos podemos decir que ha sido sede de alguna gran final.

Les explico a continuación el factor fútbol en la sociedad y en el gobierno israelí. Para que un país tenga buenos exponentes en el deporte rey, lo más importante se encuentra en la cantera, en las incubadoras de fútbol que podemos encontrar en los diversos clubes, como ejemplo más extremo tenemos a La Masía en Barcelona, lo que finalmente alimentará la selección nacional. En Israel nos encontramos con una nula “incubación” de jugadores profesionales, a pesar de las grandes posibilidades y tecnología que encontramos en Israel para formar campeones, nos encontramos con un proceso que se ha visto frenado (y con justa razón) por la seguridad nacional.

Es en el ejército donde se encuentran los potenciales “jugadores”, desde los 18 a los 21 años, edad en la que los cadetes del fútbol tienden a desarrollarse y ganarse un precio en el mercado, como hemos podido observar, por ejemplo, con Goetze del Dortmund que ha superado los 35 millones de dólares en la tasación de su pase. Luego los “jugadores” israelíes viajan por el mundo y recién los tendremos disponibles a los 23 o 24 años, muy tarde para el fútbol que hoy vivimos. Es así entonces que no tenemos una base real y sólida, lo que resta a Israel de los grandes escenarios futbolísticos mundiales, perdiéndonos una gran posibilidad.

La seguridad nacional debe ser el ítem más importante en el único país judío del mundo, y el fútbol parecería ser algo muy pequeño en comparación con esto.

Es cierto que no todos los países cuentan con los problemas que tiene Israel ni con los apremios que lo obligan a tomar medidas muy diversas en comparación al común denominador de países desarrollados, pero aún así no podemos olvidarnos del fútbol, del deporte en general. Israel es un país que gasta millones de dólares al año en lograr una correcta campaña de Hasbará, en recuperar la buena imagen que la prensa mundial se ha encargado de ensuciar con el correr de los años.

Para el mundo, hoy vale más que un deportista haga algo o diga algo en relación a Israel o al pueblo judío a que lo haga un político o alguna otra figura pública, es cosa de observar las imágenes que dieron vuelta al mundo cuando selecciones como Inglaterra, comandadas con jugadores de la talla de Frank Lampard, estuvieron presentes en Auschwitz con el mensaje claro de “Never Again”, o  las imágenes de Cristiano Ronaldo apoyando la “causa palestina” que hicieron tanto revuelo en las redes sociales. Todas estas imágenes, que pesan muchísimo y dan vuelta al mundo con mensajes claros y contundentes, son finalmente, si las tenemos de nuestro lado, la mejor defensa.

La genialidad israelí tiene que lograr encontrar la fórmula y la política correcta para conseguir un buen desarrollo del fútbol, solo así podremos contar con estos embajadores en el mundo. El fútbol es un idioma universal, aprovechémoslo.

Publicaciones Similares

Un comentario

  1. Estimado, se comete un pequeño error en este articulo. Israel sí jugó un muandial. Fue en Mundial de México 1970. Participó en el grupo B. Junto con Italia, Uruguay y Suecia. Perdió en el debut 2-0 con Uruguya, en el Segundo partido empató a 1 gol con Suecia y en el último partido empató sin goles con Italia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *