El circo de la FIFA

por GABRIEL CARVALLO, Est. Ingeniería Comercial, U. de Chile. Rosh Jinuj Hashomer Hatzair.

 

Qué bonito momento el que estamos viviendo, tan solo un mes cada cuatro años pasa, todo el mundo (guste o no del evento), se paraliza para presenciar, criticar, admirar, carretear y celebrar en torno al Mundial de Fútbol de la FIFA. Este es uno de los pocos eventos que no deja indiferente a nadie en el mundo, y también uno de los eventos que más dinero mueve en el planeta.

Hay un comercial que lo retrata a la perfección (http://www.youtube.com/watch?v=3XviR7esUvo) Aparecen dos equipos de barrio, en una cancha sector clase media, ambos equipos con diversa multiculturalidad y presencia de blancos y negros. El “capitán” de uno pareciera de clase más alta debido a su tonalidad blanca de piel y a la ropa que usa, mientras que el “capitán” del otro tiene aspecto de ser un rapero del Bronx.

Lo increíble radica en que, a los pocos segundos antes de iniciar el partido, los capitanes se transforman en ídolos del fútbol y comienzan a chutear bajo el lema “winner stays on” (“el que gana se queda”) Desde allí, se convierte en una historia de realismo mágico en el que aparecen más y más ídolos del fútbol, un estadio con 10.000 espectadores, quedando atrás el humilde barrio. De un momento a otro, tenemos gente en restaurantes, en el Oriente y en los barrios negros de Francia apoyando este partido, o discutiendo sobre algún penal. Y claro, el que gana se queda, el que gana trasciende, el mejor escribe la historia.

La FIFA es capaz de transformar estrellas, de generar estadios repletos donde no los hay, que en todo el mundo se observe este encuentro sin importar lo que pase afuera, y donde la procedencia de las personas en cancha pareciera no importar. “Se juega” como si Brasil al ganar el mundial, fuera a transformar realmente su historia que hay detrás, como si la realidad de México fuera a cambiar con el empate ante Brasil, como si por ganarle a Australia nos vamos a quedar ciegos ante la interpelación que tiene la Ministra de Vivienda debido al nulo avance en la reconstrucción (los que se defendían por la no reconstrucción del terremoto, hoy atacan para el otro lado).

La magia del fútbol es capaz de todo, porque todos celebramos a morir los triunfos ante Australia y España, pero debemos aspirar a más.

No dejemos que se olvide el contexto del mundial. Que esta clase de eventos sirva para ver mejor la realidad y no para ocultarla, por algo reunimos a todos los países del mundo. Que el realismo mágico actúe como un agente de cambio y no como un agente conservador. Las instituciones no nos dejan de robar, ni de explotar, ni de reprimir porque sea el mundial; la vimos por todo Brasil el mismo día del comienzo y el saldo de ocho muertes en torno a la preparación del mismo.

No debemos dejar de protestar ni de estar atentos, el mundial debería ser un punto de partida para un cambio mayor.

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