Crisis política en Chile: La muerte de las utopías.

por ANDRES ARAOS, Est. Ingeniería Civil, U. de Chile.

 

La crisis política de Chile ya es tema de todos los días. Estamos en época de elecciones y no es raro que sea el tema de moda, incluso relegando a la educación. La partida de Laurence Golborne y la bajada de las primarias parlamentarias en la Concertación parecen ser señales de que esto ya está tocando fondo, y lo peor de todo es que no se ve salida. ¿Pero, en qué consiste realmente la crisis política en Chile?

Para ver esto hay que entender un concepto clave, el de ideología. A diferencia de las utopías, que plantean un concepto de sociedad, las ideologías sirven a un grupo de interés. El Marxismo servía a la clase obrera, al proletariado, al igual como el Capitalismo sirve al empresariado. ¿A quienes sirven nuestros partidos políticos? Al mismo grupo de interés: al empresariado, al capital.

¿Por qué ocurre esto? ¿dónde nace la crisis política de Chile? No es tan sencillo de ver, pero a mi parecer tiene que ver con la muerte de las utopías que sostenían las ideologías clásicas. La caída del comunismo acompañó la vuelta a la democracia en nuestro país, lo que debe haber significado una victoria de la izquierda, pero al mismo tiempo una derrota, había caído el único real sostén de su ideología, el único imperio que sostenía la posibilidad de alcanzar la utopía Marxista. Las implicancias de esto son claras, y es que no podemos decir que los años que estuvo la Concertación, ésta gobernó para la clase obrera. Es más, la apertura de nuestro mercado es obra suya, además de que existen casos notables, como el de Ricardo Lagos, que es recordado como el presidente de los empresarios. No es que la izquierda en Chile sea igual a la derecha, es solo que su base social ya no está en la clase popular, está en el mismo empresariado, porque la utopía Capitalista aún arde, y hoy debe sostener varias ideologías.

Es por esto que yo no creo que la solución esté solamente en primarias presidenciales o primarias parlamentarias o mayor democracia, debemos parar un instante a pensar. Estamos en un mundo hambriento de nuevas utopías, porque la Capitalista está pronta a morir. La crisis y la destrucción de nuestro planeta evidencian que nuestro actual modelo no aguanta más el concepto económico de “externalidad”. No podemos decir que no hay base social para nuevas ideologías, el descontento social es notorio, y parece ser que esta vez afortunadamente somos menos exigentes que en períodos pasados. La base social de hoy está en las clases o en el capital, está en la definición de ser humano, porque cuando nos podamos ver y entender lo que somos, nacerán nuevas utopías y nuevas ideologías. Hasta entonces la crisis seguirá.

Creo que antes de pedir más democracia debemos preguntarnos para qué la queremos. Luego de esto viene el período en que la gente y sus convicciones llegan al poder. Pedir educación gratuita, nacionalización del cobre, mayor democracia, entre otras demandas, es válido, y en mi opinión necesario, pero así como estamos hoy, por mucha democracia que tengamos, no llegaremos a ningún lado.

Parte de definir utopías e ideologías tiene que ver con definir qué entendemos por Desarrollo, y mientras más difuso esté dicho concepto, más confundida está nuestra identidad política. Hoy creo que nadie lo tiene suficientemente claro.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *