Embajador de Israel funado en Facultad de Derecho U. Chile

por FEDERACIÓN DE ESTUDIANTES JUDÍOS FEJ.
A la Comunidad Universitaria de nuestra Facultad,
Nos dirigimos a ustedes como integrantes de esta comunidad para manifestar nuestro total y enérgico repudio a la decisión tomada el día jueves 29 de octubre, por una asamblea extraordinaria de Escuela, que decidió no permitir futuras instancias en las cuales representantes del Estado de Israel puedan expresar su postura.
Cabe hacer notar que a la asamblea aludida asistió un universo aproximado de 130 alumnos que había sido convocada para discutir acerca de las implicancias de la exposición del Embajador de Israel en Chile, realizada el día anterior en la Facultad.
A nuestro juicio, dicha decisión atenta contra los principios fundamentales en los cuales se debe cimentar y construir nuestra universidad pública: la no discriminación, la libertad de expresión, la libertad de cátedra y, en definitiva, el pluralismo intelectual.
Es indignante que en la universidad con la más grande y trascendente tradición chilena, símbolo del republicanismo de nuestra nación, se pretenda censurar y restringir la libertad de expresión dentro del espacio público que debería constituir el más diverso intercambio de ideas. Es gracias al rico debate que se da en nuestra Facultad, que se construye la verdadera Universidad de Chile. Si no es aquí donde podemos dar esas discusiones, ¿dónde va a ser? Si no es aquí donde tiene cabida la exposición de las más diversas posturas políticas ¿Dónde va a ser? Si en ese contexto pretendemos formarnos como servidores públicos de la nación ¿Qué tipo de país queremos construir? Aquí nos formamos abogados, profesionales que deben informarse, saber escuchar argumentos, que no debieran juzgar sin darle la oportunidad a la contraparte ¿Qué se puede esperar si comenzamos censurando?
Nuestra Universidad es un lugar para el intercambio abierto de ideas. Está en su esencia el intercambio intelectual libre de presiones políticas u otros extremos. El rechazar o negarse a trabajar, invitar o cooperar con algunos académicos o figuras públicas debido a su nacionalidad, identidad étnica u opiniones políticas, es la antítesis de academia, es una afrenta contra el discurso académico y la libertad de cátedra. Es el diálogo con quien piensa distinto el que nos enriquece. Una censura previa importa una seria contravención al quehacer universitario, nos retrotrae a prácticas totalitarias sufridas en el pasado por nuestra querida casa de estudios, en las que el debate de las ideas cede paso a la imposición unilateral de prejuicios y la persecución contra quien disiente.
La libertad de expresión implica el derecho de manifestar nuestras ideas sin que seamos censurados de forma previa, o perseguidos por nuestras opiniones. Es el derecho de informarnos sin que exista una censura o limitación en los medios de información. La decisión tomada por la asamblea atenta contra esta libertad. Establece una censura previa e irrestricta; de la misma forma atenta contra el derecho de todos los integrantes de esta comunidad a informarse sobre las distintas posturas que existen en este debate. Esto constituye un acto de discriminación arbitraria y un asalto escandaloso a la libertad intelectual y académica.
Miembros de esta comunidad, decisiones como la tomada por la mencionada asamblea de escuela, únicamente logran carcomer los cimientos de nuestra Universidad, por lo que se hace necesario que todos aquellos que estemos por mantener un debate abierto e irrestricto de ideas en un plano de tolerancia y respeto nos pongamos al servicio de la defensa de esos ideales y rechacemos la lamentable decisión tomada el día de ayer.

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