Reflexiones sobre la Historia Política Judía Moderna a través de mi experiencia en los Estudios Judaicos en Estados Unidos.

por VALERIA NAVARRO-ROSENBLATT. Historiadora, U. Católica. Est. Doctorado en Historia Latinoamericana y Judía en U. de Wisconsin – Madison, EE.UU.

Mi primer curso directamente relacionado con judaísmo e historia judía durante mi doctorado en la Universidad de Wisconsin – Madison se llamaba “Historia política moderna de los judíos, Emancipación y la formación de la política judía moderna, 1589-1919”, (semestre de primavera 2011), dictado por el profesor David Sorkin. Su propósito principal era enseñar en un ambiente universitario a estudiantes judíos y no judíos sobre las distintas formas de política durante la “diáspora”, así como identificar los distintos tipos de liderazgos existentes en las comunidades, y como éstos al encontrarse con nuevos desafíos, se han transformado para responder a las necesidades de los judíos y del entorno en el cual se sitúan.

Uno de los motivos por los cuales quise hacer mi doctorado en Historia de América Latina e Historia Judía afuera de Chile, era para aprender nuevas formas de entender y acercarnos a los estudios judaicos, a la historia de los judíos, y ver como la historia judía es parte integral de la historia universal, reaccionando y proponiendo desafíos al contexto.

Mi intención era fijarme, como hizo el profesor Sorkin, en la historia política, en como los líderes judíos van adecuando la “alianza vertical”[1] a los distintos tipos de gobiernos que han existido en Europa y luego en América. Esto significó la formación de nuevas técnicas de adaptación y creación de política interna, así como de espacios de mediación y vinculación entre las esferas del mundo/comunidad judía con las autoridades, reyes o dinastías en cada zona donde se establecía población judía.

Un elemento interesante de esta perspectiva es la complementada por David Biale[2], quien explica los distintos niveles en los cuales los judíos podían o no tener actividad política y vinculación con las autoridades de cada región. Esto demuestra, según Biale, que los judíos mantuvieron una consciencia, participación e imaginación política durante el exilio y en especial para enfrentar cada una de las instancias políticas que se fueron desarrollando a través de los siglos.

Es interesante ver cómo reconsiderar la participación política del mundo judío y las distintas estrategias de liderazgo (hayan sido los intercesores, nobleza judía, diplomáticos judíos, judíos de corte, profesionales y rabinato judío, dependiendo de qué periodo estemos hablando) cambia nuestra percepción sobre la vida judía durante el exilio, convirtiéndola en momentos conjuntos de creación continua. Así también, nos brinda antecedentes para comprender de dónde y en qué contexto surge el sionismo y las actuales políticas comunitarias.

Una de las contradicciones de la comprensión política del mundo judío durante el siglo XX, es creer, que antes del sionismo, no existía una política activa judía. En palabras de Yerushalmi, hay que alejarse de la interpretación que cree en una pasividad del pueblo judío y que sólo retomó un rol activo con el sionismo.

Es curioso que ésta es una de las principales interpretaciones que corren en la comunidad judía chilena actual, y que tiende a opacar siglos de participación en la sociedad general así como impide ver los cambios y evolución en las comunidades y liderazgo judío.

Reflexionando sobre como este curso de historia judía fue estructurado y su aporte a mi visión de lo judío moderno y contemporáneo, concluyo esta reflexión volviendo al momento inicial del curso. Cuando el propósito ha sido derribar algunos de los mitos sobre la participación judía en política, y la creación desde el liderazgo judío de políticas de vinculación, nos podemos dar cuenta que estos han sido creados tanto dentro como fuera del mundo judío y que en muchas ocasiones la compresión de lo que es judío, y en particular lo que es judío en Chile, ha sido leído y entendido desde estos mitos.

Esta nueva perspectiva, permitirá, en particular para el desarrollo de mi investigación, comprender como se vinculan los judíos con la política del contexto al que pertenecen, así como entender como desde este contexto se crea e imagina la mejor forma para ser parte de la sociedad general y mantener la particularidad étnico-cultural del mundo judío.

Finalmente, al considerar como se ha desarrollado la vida política judía a través de la historia, abre el espacio para entender y permitir que la política judía en Chile y en cada país sea válida para fomentar la vida judía en el entorno y no necesariamente se encuentre enfocada hacia Israel. Es decir, el vínculo entre ambas instancias existe, pero corren por carriles y vidas distintas.


[1] Concepto propuesto por el profesor Yosef Haym Yerushalmi, que explica como parte importante de la sobrevivencia de los judíos se debió a una temprana comprensión de sólo por medio de alianzas con las “más altas autoridades políticas y de poder gubernamental existentes”. De acuerdo a Yerushalmi, esto se traducía en que los judíos buscaban “alianzas verticales directas”, muchas veces en detrimento de alianzas horizontales con otros segmentos de las clases sociales de la población general. Yosef Haym Yerushalmi,“Servants of Kings and not Servants of Servants”: Some aspects of the Political History of the Jews”, The Tanenbaum, Family Lecture Series, Tam Institute for Jewish Studies, Atlanta 2005.

[2] David Biale, Power and powerlessness in Jewish history. Ed. Schocker Books, New York, 1986

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