El olvido del Otro en mi egoísmo y búsqueda de Realización Personal.

por ALBERTO DUEÑAS, Est. Ingeniería Comercial, U. Adolfo Ibáñez.

Para realizarnos en la vida, primero debemos conocernos bien a nosotros mismos, es decir, entender nuestra naturaleza y saber vivir con aquello. A medida que mejor vayamos conociéndonos y entremos en contacto con nuestro ser interior, más creativos tenderemos a ser ya que podremos usar nuestra “naturaleza” de forma direccionada a algo que queramos, y no donde nos lleve por inercia. Si no estamos conscientes de quiénes somos y de qué queremos, difícilmente, por no decir imposible, alcanzaremos la realización personal.

Una de las mayores formas de conseguir la autorrealización, es entregar sin esperar nada a cambio, lo cual paradójicamente termina siendo uno de los actos que más placer da, porque sin esperar una retribución, recibimos la gratitud y generosidad de un tercero, llega casi como un regalo. Una de las formas más fáciles de obtener lo que queremos es ayudar a los demás a obtener lo que quieren.

El propósito final de cada judío en el mundo es la realización personal y la satisfacción espiritual (las cuales van de la mano), lo cual se conoce como “yugo de la Torá”. Desde hace milenios, a cada judío se le tiene encomendada una sola misión: ser feliz. Sin embargo, ¿hacemos lo necesario como para ser felices? ¿Hacemos las debidas acciones que nos harán sentir tan bien que finalmente nos hagan decir, soy feliz? Yo creo que no. La respuesta está a la vista.

Hoy en día, el sentido de “comunidad” prácticamente se ha perdido. La gente va por el mundo como un único elemento egoísta y no como una gran unión de personas. Nos hemos olvidado para qué estamos acá, como nos fue encomendado. Las tasas de infelicidad son altísimas. Pero si nos fijamos y ahondamos en este punto, no debería sorprendernos. Cada persona hoy está encapsulada en lo suyo, con susto de que no lo echen del trabajo, de poder pagar los colegios, de llegar a fin de mes, con stress, sin que nadie tienda una mano. A pesar de que estamos en la época de la “globalización”, en donde las comunicaciones son cada vez más fáciles y expeditas, no hemos hecho más que alejarnos de nuestros cercanos y acercarnos a quienes no tienen ninguna injerencia en nuestra vida.

Hay que tener autocrítica. Si no mejoro yo lo que veo mal en el otro, no recibiré lo que quiero como ayuda. En eso tiene que ver la autorrealización, en ser capaz de mirar, de analizar lo que está bien y mal a nuestro alrededor, y utilizarlo y actuar para alcanzar el bien de los demás que luego se traducirá recíprocamente en un goce para mí también.

Hay gente que puede guiarse por las enseñanzas de la Torá, cumpliendo las mitzvot. Hay gente que podrá lograrlo meditando o siguiendo otras creencias, y hay gente que simplemente lo podrá hacer juzgando y juzgándose, más bien por un asunto lógico. Lamentablemente, hay gente que no lo logrará porque no lo querrá ver, a esa gente de todas formas hay que intentar guiarlas porque no son más que personas perdidas, con el rumbo extraviado. El ciego no eligió perder el ojo.

La realización debería tener que ver más con algo benevolente y hacia los demás, que con una autorrealización individual y personal, llamada egoísmo.

 

El saludo de MOSHE ROZEN, Ex- Sheliaj de la Sojnut para Hashomer Hatzair en Argentina.

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Un comentario

  1. A mis estimados compañeros, autores y lectores, redactores y colaboradores de EL DIARIO JUDIO,
    desde Israel, envío a todos y a cada uno de ustedes, un afectuoso saludo y la felicitación por la tarea cumplida y los futuros desafíos.
    Como educador, me produce una enorme alegría verificar que la pasión intelectual judía es compartida por nuevas y talentosas generaciones.

    MOSHE M. ROZEN
    ExSheliaj Hashomer Hatzair Argentina
    Agencia Judía para Israel – Sojnut
    Kibutz Nir Itzjak

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