Un Dios Salvaje

por ALLAN BORTNIC, Director Audiovisual, PU. Católica.

El best-seller de todos los tiempos, La Biblia, tiene números sorprendentes: ha sido traducido en 2,454 idiomas según el obispo Vicenzo Paglia presidente de la Federación Bíblica. Actualmente, se sabe que de éstos, en solo unos 438 idiomas está la Escritura al 100%. El Nuevo Testamento está en unas 1,468 lenguas, y otras porciones significativas de la Biblia como los Evangelios, el Apocalipsis o los Salmos, se han traducido a alrededor de 848 idiomas más.

La Biblia incluso ha sido traducida a 41 lenguas nativas del Perú y se proyecta hacerlo a otros 15 idiomas minoritarios del país andino, informó el director del Instituto Lingüístico de Verano (ILV), James Roberts.

No deja de ser asombroso que un libro, cuyas tres lenguas originales son el hebreo, arameo y griego, haya logrado semejante alcance a través del tiempo y el espacio.

Pero no puedo dejar de pensar que, independiente del idioma en que éste sea traducido o leído, las instituciones religiosas han invertido tiempo y esfuerzo en propagar como sea la información y mensaje del libro, pero han escatimado en lo que para mí como cineasta es una condición sine qua non para ser entretenido: la forma.

Tradicionalmente, la Biblia, independiente del país, e incluso religión en la que se lea/predique/estudie, cumple un régimen estructurado de lectura anual, donde calzan las mismas lecturas, todos los años, contadas, probablemente, por la misma persona, y me atrevería decir, con los mismos chistes, ironizando en las partes que lo ameriten.

Esos chistes son lo mejor de la lectura de la Biblia. Reconociendo su poder para la ayuda de millones de personas en su lucha día a día por lograr un mejor paso por el mundo terrenal, carezco de esa experiencia, pero gozo cada vez que se divaga, por lo que considero el real lado humano de la Biblia, el humor, la comedia.

La película “Year One” (2009) con el clásico Michael Cera, es la expresión más gringa posible del humor en la Biblia, con la interpretación de McLovin’ (Christopher Mintz-Plasse) como Isaac.  Pero las hay mejores, y es por eso que cada vez que aparece un autor con un nuevo aporte para el conocimiento público y el inconsciente colectivo, se agradece, en mí caso, de sobremanera.

El top 3 (que recomiendo) son:

  1. Julian Barnes con ‘La historia del mundo en 10 ½ capítulos’, que narra una visión alternativa de la historia del arca de Noé, desde el punto de vista de un gusano, los que no fueron admitidos a bordo y fueron ilegales durante el viaje.
  2. Elie Wiesel con ‘Celebración Bíblica’, premio Nobel de la paz en 1986.
  3. Woody Allen ‘Abrahan and Knowing the Voice of the Lord’ (cuento corto que recomiendo particularmente para lectura de baño, y adjunto link: http://storiesforspeakers.blogspot.com/2009/07/woody-allen-on-abraham-and-knowing.html?m=1)

La lista probablemente es más amplia, fructífera y en algunos casos soez. Invito a invitarme a leer recomendaciones, pero también invito a crearlos. Yo llevo un tiempo intentándolo. Acá los dejo con algunos pasajes:

 

1.

Dios: “Noé, todas las personas del mundo son pecadores, tú eres el único recto.”

Noé: “Ufff… gracias Dios, siempre he sido un fan, primera vez que me toca ser profeta.”

Dios: “Bueno… He decidido castigar al mundo entero con un diluvio.”

Noé: “¡Dios mío!, ¿no crees que es muy exagerado? ¿no podrías simplemente enseñarles a los hombres y mujeres del mundo el bien?”

Dios: “No, no… estoy pensando en un diluvio.”

Noé: “Me estás diciendo que prefieres matar a t—”

Dios: “¿Qué parte de diluvio no entendiste?”

 

2.

Dios: “Moisés… he visto la grave situación de los judíos en Egipto.”

Moisés: “¡En serio! Sólo después de, ¿cuántos son ya? ¿400 años?

Dios: “Así es”

Moisés: “¡Gracias!”

Dios: Eso si, los sacaré de Egipto luego de diez terribles plagas.

Moisés: “…¿Diez?”

Dios: “¿Algún problema?”

Moisés: “Es que… diez es mucho, ¿no? Mire Dios, no podría por ejemplo lograr todo esto en digamos… ¿dos plagas?

Dios: “Noooo, Moisés, te explico, primero tengo que endurecer el corazón del faraón en mi contra.”

Moisés: “Entiendo… vas a detener nuestra liberación de la esclavitud.”

Dios: “Claro, es una forma de verlo.”

Moisés: “Para castigar a la gente con plagas más terribles.”

Dios: “Precisamente.”

Moisés: “¿Y no hay nada que te parezca extraño de este plan?”

Dios: “…”

Moisés: “¿No hay otro Dios con el que pueda hablar?”

3.

María: “¿Enviaste la pensión del niño?”

Dios: “¡Sí, claro!, te envié con unos amigos incienso y mirra”

María: “… ¿Y?”

Dios: “Ahh y oro, claro, oro.”

María: “Mucho mejor.”

4.

Job: “…”

Dios: “Bueno, esto es incómodo.”

5.

Dios: “Abraham, agradezco tu fidelidad, necesito pedirte un favor en éste momento.”

Abraham: “Dime Dios, qué necesitas de mí.”

Dios: “Bueno, tú sabes como son estas cosas, no es fácil para mí pedírtelo, pero…”

Abraham: “Puedes pedirme lo que sea”

Dios: “Está bien… quiero que para mostrar tú fe en mí, te cortes el prepucio.”

Abraham: “Tus deseos son órdenes.”

Dios: “¡Oh mi yo!¡Lo va a hacer!”

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