¿Y qué pasaría si Jesús fuera el Mesías?

por ERIC NICOLAIEVSKY, Est. Psicología, PU. Católica.

 

Supongamos por un momento que el judaísmo se equivoca y, que de alguna forma u otra, Jesús es el mesías (reconozcamos que no es necesario que sea hijo de dios para que sea el mesías). Supongamos, ahora, que se adviene la era mesiánica y, como está predicho, vuelve este mesías a la tierra. ¿Con qué se encontraría? ¿Cuál sería su opinión?

Imaginemos que, en algún momento de este 2014, el cielo se abre y mientras se escucha la voz de dios en todos los idiomas (anunciando la llega de su mesías) baja Jesucristo en una nube de fuego en algún lugar entre el Domo de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa; el antiguo emplazamiento del santo sanctórum (el kodesh hakodashim), el lugar más sagrado del antiguo templo de los judíos, destruido por los romanos.

Obviemos la parte en que toda la policía religiosa islámica y los soldados del ejército israelí apuntan temerosos a este “objeto aéreo no identificado” que acaba de aterrizar en uno de los lugares más seguros de Israel, y saltémonos al momento en que el Papa (recién llegado de un vuelo privado que salió desde el Vaticano hasta el aeropuerto de Ben Gurion apenas reanudado el tránsito aéreo) se encuentra con el mesías.

Llega así el Papa (con una congregación extremadamente alegre, ya que finalmente saben que ellos eran “los que tenían la razón” de entre todas las religiones) a dar la bienvenida al Mesías. El primer problema que surgiría (y quizás el de origen más pragmático de todos) sería la comunicación entre Jesucristo (quien hablaría arameo, hebreo y un dialecto derivado del griego) y el papa Francisco I (sobre el que se conoce que habla italiano, alemán, francés, inglés y obviamente latín). Imagino que se produciría un momento incómodo en que el Papa trata de comunicarse en todos estos idiomas, y junto a su congregación (ya no tan feliz como antes) se dan cuenta que necesitan un traductor, probablemente un israelí común y corriente, para hablar en hebreo con el recién llegado.

Luego de unos momentos de confusión incómoda, tenemos a uno de los soldados de 20 años (que hace unas horas estaba de turno cuando llegara el mesías), explicándole a Jesús en hebreo que “todas estas personas vinieron a recibirte y llevarte a conocer el legado que has dejado”. Jesús, bastante contento, accede a subirse a este “milagroso pájaro de metal” en el que vino la congregación y parten rumbo al Vaticano, en donde ya espera un traductor propio, para no pasar por el mismo embrollo (frente a la mirada internacional a través de la prensa) de antes.

Camino al Vaticano, el Papa y su congregación, ansiosos por entablar relación con Jesucristo, intentarían comunicarse con él a través de señas y otros idiomas, hasta que alguno de ellos tendría la brillante idea de mostrarle uno de los mapas del avión y mostrarle a dónde es que se dirigen. Le mostrarían el mapa y señalarían Italia con el dedo, hasta que alguno de ellos dijera “Roma” y la confusión aplacara los ojos del mesías: “¡Roma!” (Pensaría en arameo) “¿Será acaso que, después de todos estos años, el imperio que me crucificó una vez sigue en pie y he caído en su trampa para eliminarme?”. Con un poco de miedo, el mesías trataría de averiguar qué es lo que sucede y probablemente no lo lograría hasta su llegada al Vaticano, en donde un traductor (bajo las órdenes de Francisco) le explicaría todo lo que ha sucedido estos 2000 años, y en donde se encuentra ahora.

En realidad, toda esta historia no es más que un escenario sobre el cual yo, como judío (al igual como lo era Jesús) me pregunto (como creo que Cristo se preguntaría si estuviera aquí) varías cosas que no comprendo de la iglesia católica. Si bien vivimos en una sociedad “judeo-cristiana”, dado que los valores del judaísmo fueron expandidos por todo occidente gracias al cristianismo, me pregunto ¿por qué fueron adoptados los valores del judaísmo, pero tantas otras cosas fueron dejadas de lado?

Jesús se preguntaría ¿por qué motivo, por ejemplo, los católicos dejaron de hacerse la circuncisión, o bajo qué pretexto las fiestas judías (por lo menos las que están fundamentadas en el “viejo testamento”) ya no deben ser festejadas? (siendo Pesaj tal vez el caso más relevante, dado que “la ultima cena”, en la que mataron a Jesús, era de hecho, un seder de Pesaj). ¿Desde cuándo que los sacerdotes no pueden casarse? siendo que los rabinos sí pueden y de hecho es una “buena acción” (mitzva) hacerlo. ¿Por qué los cristianos ya no respetan la kashrut? ¿Por qué “guardan” el domingo en vez del Shabat? Imagino que también se preguntaría por qué el Vaticano está en Roma (lugar que nunca conoció) y no en Israel, y por qué usan el latín y no el hebreo como idioma de culto. Recordemos que a Jesús lo mataron los romanos, por lo que de seguro no estaría muy contento con estos dos últimos temas.

La lista de preguntas podría seguir por varias páginas, pero lo cierto es que muchas de las respuestas a estas preguntas están más fundadas en coyunturas históricas que en razones religiosas. El papa Francisco I con su ideología de “volver al origen” está haciendo un profundo llamado a la reflexión; “¿Qué es lo que Jesús hubiera querido para el cristianismo?” Esa es la verdadera cuestión.

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5 comentarios

  1. Creo que hay un tema muy importante que no se tocó, y es respecto a las estatuas que encontraría en todos los recintos cristianos. Le daría lipiria y urticaria, si es que no sale corriendo de esos lugares por la presencia de los ídolos. Por último, Jesús jamás se imaginó el cristianismo, sus prédicas fueron siempre para judíos.

  2. Yo creo que no habría todo ese lío con el lenguaje, porque ni Dios ni sus ángeles ni sus servidores celestiales tienen barreras lingüisticas humanas… es como un poquito obvio.

    Si uno lo piensa, como los cristianos ya no están en la espera del mesías, muchas tradiciones se dejaron atrás y otras fueron reemplazadas. Se dice que Jesús instauró una nueva pascua que suple a la antigua. Muchas de las tradiciones se renovaron y adquirieron un nuevo sentido con su muerte y resurrección. Él pasó a tomar el lugar del chivo expiatorio en la cruz como ofrenda máxima del perdón de los pecados de la humanidad (ya que era el mesías). Hizo también un énfasis más en el amor que en el cumplimiento de las leyes y la justicia (ya que el amor al creador lleva naturalmente al cumplimiento de la ley, pero no sucede al revéz).

    Los primeros sacerdotes cristianos sí se casaban y los ortodoxos siguen haciéndolo. Ni idea cuando dejaron de hacerlo, pero parece que hubo un lío histórico.
    Lo del vaticano, es porque un emperador romano se convirtió y el imperio romano se cristianizó (donde el latín era el idioma oficial) y de ahí que durante los siglos se fueron trasladando las sedes de un lugar a otro (como estambul y francia) hasta que hoy en día quedó donde está.

    hay otras muchas cosas que no entiendo, pero de seguro están en internetz.

  3. Y por supuesto preguntaría por qué hay un estado de Israel, el que existe contrariando los mandatos de la Torah, como sostienen los rabinos de Neturei karta…

  4. Porque siguen hablando de estas estupideces de religión y fiestas idiotas de pueblos estúpidos peleando como sacos de weas, vivan su vida, sea feliz, sea solidario, y no se preocupe de cuentos de hadas y estupideces que usan para controlar su mente

  5. Súper Bueno el artículo, me pareció lógico y entretenido a excepción del último comentario que dejaron antes que el mío. En Chile, que es un país de tradición judeo cristiana (aunque muchos no quieren reconocerlo y les molesta), muchos miramos al pueblo hebreo y tierra Santa con respeto, pues algunos tenemos sangre hebrea (mi caso), no somos judíos, somos cristianos pero vemos a Israel por lo que es…y en conjunto somos el pueblo de Dios, solo él nos hará mirarnos como hermanos, porque Dios tiene un solo rostro y su espíritu no tiene restricciones y se manifiesta a su voluntad, no por la voluntad de los hombres…fíjense que nuestra actitud como cristianos ha ido cambiando, miramos a Israel en forma diferente que en el pasado, porque nos estamos planteando nuevas formas de ver las escrituras y mirar al otro con los ojos fraternos, es por eso que Francisco, los llama nuestros hermanos mayores, y es lo que son. Algún día nuestras diferencias se resolverán, pero mientras tanto la invitación es a leer la Torah juntos y los libros de los antiguos profetas, buscando en ellos la sabiduría y la verdad que nos acerca al único Dios. Sobre los temas históricos y todo lo demás, eso se resolverá con el tiempo, cuando nos conozcan más a nosotros y nosotros más a Ustedes, y se darán cuenta que obviamente las cosas han cambiado en 2000 años, pero muchas no, verán en nuestro Oficio Divino, la antigua Tefilá, y muchas otras cosas que son tomadas del viejo pueblo de Israel y de su tradición, no todo es malo. Dios permita que el respeto entre nosotros sea mayor que nuestras diferencias y que Dios altísimo les bendiga. Desde la ciudad de Temuco, donde se encuentra la Sinagoga y la Torah más antigua de Chile, un gran saludo y un abrazo.

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