Judaísmo, ¿Ideología o Acción?

por DAVID ARIAS, Egresado de Música & Sonido, UNIACC. Mazkir Noam AmLat. Moré de Judaísmo en el Círculo Israelita de Santiago y Estudiante del Seminario Rabínico Latinoamericano, sede Chile.

 

Hace ya un par de meses que hice Aliá, decidí establecerme aquí en Israel por múltiples razones, y sin duda que la ideología ha sido una de ellas.

Al llegar aquí y comenzar a relacionarme con judíos de otros países, de otras culturas, de otras perspectivas, empecé a entender que muchas veces caemos en el error de buscar aquello que nos diferencia y no fortalecer aquello en lo que somos similares.

Durante un Shabbat que pasé con madrijim en Hanaton*, el guía de una de las actividades nos dejó la siguiente frase: “En el judaísmo no existe eso de la ideología”. Al comienzo, me pareció extraño y me provocó cierto rechazo porque la ideología para mí, durante muchos años, ha sido el motor de mi forma de actuar, entonces que aparezca alguien diciendo que la ideología en el judaísmo no existe, es fuerte. Lo curioso es que con el pasar de los días y con las experiencias que he ido viviendo acá en Israel, me he ido dando cuenta que la frase tiene bastante razón.

¿Cómo se manifiesta en nosotros una ideología? ¿De qué forma podemos darnos cuenta de la ideología en la que cree una persona? Lo que uno piensa o cree se manifiesta a través de la acción, y ese es el punto principal. El judaísmo se ha mantenido principalmente por la acción, porque hay gente que se ha dedicado a hacer y no solo a hablar.

Desde la perspectiva masortí, las mujeres están en igualdad de oportunidades rituales que los hombres, ya sea como parte del minián, en Kriat HaTorá (lectura de la Torá) o bien compartiendo el mismo espacio físico sin la existencia de la mejitzá. Yo creo en esos valores y me eduqué en un hogar judío conservador desde muy chico.

Al llegar al Merkaz Klitá, el centro de absorción en el que vivo, nos organizamos para hacer un minián todas las mañanas y así poder rezar. Yo me ofrecí para ser Sheliaj Tzivur (oficiante) y lo hago regularmente, a pesar que el Beit Knesset (sinagoga) del lugar tiene mejitzá y que las mujeres no son contadas para el minián.

Como judíos, tenemos la obligación de respetar diferentes visiones y de hacer que coexistan perspectivas distintas… ya que después de todo, lo que verdaderamente importa en ese pequeño grupo de personas que rezamos todos los días es la acción y no tanto lo que pensamos.

No es que la ideología no tenga importancia, por supuesto que la tiene, y no es que en el judaísmo no exista, pero mientras no haya una acción… no sirve de nada. Pensar en algo no es lo mismo que actuar de una determinada forma. Es lo que Shimón, hijo de Raban Gamliel, dijo en el Pirkei Avot: “Lo HaMidrash hu haIkar, ela HaMaasé” – “No es la enseñanza lo principal, sino la acción” (Avot 1:16).

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