El cinismo del Vaticano
por JAVIER AGUILÓ, Est. Derecho, U. de Chile.
Era el 28 de mayo de 2006, cuando el Papa Benedictino, sumo pontífice de la Iglesia Católica, paseaba por los jardines del pueblo polaco de Oświęcim, en alemán Auschwitz; uno de los principales campos de concentración de la Alemania Nazi durante el Holocausto.
Nueve años han pasado desde que Joseph Ratzinger, en representación de la Iglesia Católica, del Colegio Episcopal y de un sinnúmero de fieles creyentes, se posicionaba en la fábrica de muerte más famosa del mundo para realizar un discurso en el que expuso un par de preguntas no tan difíciles de responder.
Primero, cuestionó el lugar de Dios durante el Holocausto: -“Y, ¿Dios donde estaba?” Al parecer nadie le informó que Dios nunca se ha cambiado de domicilio. Y consiguientemente preguntó: -¿Por qué, Señor, permaneciste callado? Pero, ¿quién permaneció callado de verdad? Al parecer, nadie tampoco le informó que quién calló durante el Holocausto fue la Iglesia.
Su Iglesia hablaba en nombre de Dios mientras él estaba enrolado en las Juventudes Hitlerianas. El representante de Dios en la Tierra era llamado Pío XII, de nombre secular Eugenio Maria Giuseppe Giovanni Pacell. Las grandes preguntas deben dirigirse al Papa Pío XII: ¿Qué podría haber hecho? y ¿cómo hizo para callar en el momento en que se supo de la Shoa?
Daniel Jonah Goldhagen expone[1] que La Iglesia Católica, además de realizar enseñanzas antisemitas que aun perduran en la Biblia y el Catecismo, con el Papa Pío XII se convirtieron en parte de la misma maquinaria asesina nazi, colaborando excepcionalmente con los gobiernos de Eslovaquia y Croacia, formados por eclesiásticos, y las iglesias católicas de la Francia de Vichy y Alemania, las que en todo momento apoyaron a Hitler, llegando incluso a dar auxilio moral a los mismos asesinos sobre el terreno, en contraposición con las de Dinamarca y Noruega que se distinguieron por su verdadero papel humanitario.
El Vaticano incluso logró llevar a cabo artimañas para defenderse de una posible acusación antihumanitaria, inventando propios mártires como Maximilian Kolbe y Edith Stein que en teoría dieron su vida por los judíos pero en realidad murieron por otras razones. Kolbe fue un clérigo que fue llevado a un campo de concentración de la Alemania Nazi donde falleció por salvar de la muerte a un no judío, mientras que Stein fue asesinada por la Gestapo por ser de raza judía aunque conversa al catolicismo. Estos dos personajes le permitieron a la Iglesia proclamar que ella también fue una víctima más del Holocausto.
Las enseñanzas antisemitas siguen ahí, dando vuelta por sus “escritos sagrados”. El origen del antisemitismo se basa en la Biblia misma. Estos preceptos deberían simplemente eliminarse de las sagradas escrituras. Por lo menos, la Iglesia debería corregir esto y enseñar que la Biblia es el producto de una época en que los primeros cristianos trataban de sobrevivir y triunfar como religión diferenciada del judaísmo.
Pero mucho peor aún, los hechos evidencian que la Iglesia actúa como una institución política y no moral, por lo que su primera prioridad está en el reconocimiento y apoyo de los poderes vigentes de la humanidad para cada tiempo y espacio. Ronda la imagen del Papa Juan Pablo II reunido con el dictador sirio, Bashar al-Assad, quien aprovechó la llegada del secular para despotricar contra los judíos.
[1] En su libro La Iglesia Católica y el Holocausto: una deuda pendiente.
Benedicto XVI no Benedictino…
Interesante. Con relación a Maximiliano Kolbe creo que hay una frase del Talmud que dice algo así como «…salva a un hombre y salvarás el mundo». Siempre me gustó y pienso que se aplica a este caso. Cordialmente.
Este es un tema profundo para analizar y reflexionar. Pero, según mi criterio, en católicismo, siempre ha existido antisemitismo y prejuicio hacia pueblo Judio. Basta con recordar mitos «libelos de sangre», realizados contra Judios y que fueron causal de tanto sufrimiento que han padecido. También no podemos olvidar las expulsiones que Judios sufrieron por reyes católicos españoles ( Isabel de Castilla y Fernando de Aragón). Aquí no se trata de infundir odios ni recelos, sino simplemente de exponer sobre hechos reales , finalizar con tanta negación y relativización de pueblo judio.
El artículo escrito por Aguiló es más falso que los milagros de un profeta que vivió en Arabia, cuyo nombre no recuerdo.
Hay varios puntos que rebatir:
En primer lugar la Iglesia Católica nunca fue simpatizante del nacionalsocialismo, basta ver la encíclica » Con especial preocupación» que saco un Papa, no me acuerdo quien.
En segundo lugar , la Iglesia también fue perseguida en aquellos años, en los campos de concentración habían bastantes secerdotes.
En último lugar, la Iglesia, junto con otras personas e instituciones, apoyó y protegió a los judíos. Prueba de ello es la conversión del gran Rabino de Roma y los agradecimientos de Golda Mier al Vaticano.
Esta gran injuria merece una respuesta, por muy limitado que sea quien escribe.
Estimados, debemos entender el sentir del pueblo judío, lamentablemente la historia ha sido cruel con este pueblo y con su gente, y no podemos esperar que su visión sobre los cristianos sea diferente. Me gustaría compartir ( no aclarar), algunas cosas:
Nuestra Biblia, tiene los libros del Tanaj, que son muy queridos por nuestra Iglesia Católica y también por las otras confesiones cristianas, en cada ceremonia nunca faltan estas lecturas, una de la Torah o de los profetas y un Salmo, luego una lectura de nuevo testamento y el evangelio. Lo que intentamos recoger de las lecturas, en la homilía, son las tres cosas por las que se reconoce un cristiano: La fe , el amor a Dios y hacia el prójimo y la esperanza. No podemos llenarnos de odio, como en el pasado por problemas entre personas que vivieron hace 2000 años atrás, o hace 500 años o hace 70 años. No podemos odiar a un Judío, ni al pueblo judío, porque Jesús y sus seguidores eran Judíos, porque toda la base de nuestra fé se fundamenta en las tradiciones y en el sentir de este pueblo elegido por Dios, cada vez que hemos hecho esto, nos hemos escupido en la propia cara y pagaremos cada gota de sangre derramada. Sobre los católicos que cometieron y comenten faltas en contra del Pueblo Judío y de cualquier otra persona, deberán rendir cuentas cuando sea el momento. Pero por la mala acción de estas personas, no podemos condenar a los otros, a los que han sido llamados y reconocidos por defender con su vida a muchas personas, obviamente son mas que Maximiliano Kolbe y Edith Stein. Algunos han sido reconocidos por Israel, otros son anónimos, y otros murieron. No se puede demonizar a todos, por cosas cometidas hace años atrás, y esto menos en Chile, un país abiertamente judeo cristiano. La Iglesia está sufriendo cambios, son cambios muy fuertes que remecen nuestras bases, pero que nos hacen mirar hacia las escrituras y buscar lo que es justo y correcto en su justa medida, porque así seremos medidos. No nos interesa la conversión del pueblo Judío, ni tampoco culparlos por la muerte de cristo y los mártires cristianos, porque lo que sucedió, ya es pasado. Por lo menos en nuestra comunidad, no se tiene esa visión equivocada del pasado, pues Francisco nos llama a acoger las escrituras y ver en ellas la fuente de vida y verdad. Si el Vaticano es un Estado cínico (que puede que sea así), porque acogieron a Francisco en Israel?, Porqué Francisco acogió a la delegación israelita en el Vaticano y visita la gran Sinagoga de Roma?, Porqué el los llama hermanos mayores y se reúne con rabinos a compartir ?, y porque en su exhortación apostólica nos llama a nosotros los católicos a cumplir la voluntad de Dios y volver a las escrituras?. En estos momentos, los que matan cristianos y Judíos, son otros, no somos nosotros, yo no puedo levantar mi mano contra un Judío, primero por que tengo sangre hebrea, y porqué soy un cristiano católico del día de hoy, post Conciliar, de Chile y que trata de cumplir la ley de Dios. No puedo juzgar a personas que viven el hoy, por actos viles del pasado (Lo del Papa emérito Benedicto, se entiende, porque lamentablemente el pasado condena). Me parecen muy interesantes sus artículos que publican en esta página, son progresivos y se nota una forma de pensamiento que plantea ideas nuevas y busca la verdad, felicitaciones. Les deseo paz y bien y que Dios Altísimo les bendiga.