India, el orden dentro del caos
por VANESSA HITES, Egresada de Derecho, U. Chile.
País en donde pareciere reinar un orden dentro del caos. Entre bocina, vaca, peatón, carreta, bocina, camello, gallina, cabra se entienden. País de las miradas penetrantes. Te miran fijo y te calan hondo. Me sentí agobiada a veces, pero recibí más amor que nunca antes en mi vida.
Me atacó un buey. No comí vaca. Estuve en un templo de ratas. Amo observar a los monos. Un chanta nos leyó la palma pero un verdadero brahman nos hipnotizó. Tuve una indian momma. Extrañé a mi mamá.
Me maquillaron, peinaron y enjoyaron 5 mujeres. Vestí un sari rojo, como el libro. Me sentí en una película. Bailamos. Me bendijeron. Comí de una olla de 85L. Nuestro guía nos abrió las puertas de su casa, y de su corazón.
Sociedad inamoviblemente estratificada. No se pueden casar con alguien de diferente casta pero tampoco con alguien de su mismo clan. Muchos se casan sin amor. No se lo cuestionan. Lugar donde se germinó el kamasutra pero no se tocan ni conocen hasta el matrimonio. Sigue existiendo la dote. Las leyes de la tradición son imperturbables.
Las mujeres son hermosas. Desde mi cosmovisión occidental las veo subyugadas, pero creo que ellas son conscientes de su inmenso poder. Y belleza. Quizás sienten tranquilidad dentro de su no-libertad, quizás son felices. No sé hasta qué punto me banco estas tradiciones por cultura. No sé hasta qué punto ellos se bancan la mía. Me hacen reafirmar mi libertad como mujer.
La honra es algo primordial. El respeto por la familia es intransable. Aquí, la reverencia supera el abrazo. Sus flatos tranquis, cotidiano, normal. Se come con la mano, pero no con la misma con que se limpian el poto.
El “no spicy” igual es spicy. El naan de ajo es mil veces mejor que el pan con mantequilla.
La propina es un derecho adquirido, pero el regateo es ley. Miseria. Crudeza. Humo que te ahoga. Me quise ir, pero también me quise quedar. Lloré mucho.
Bailes hindis, susurros en sánscrito y cánticos musulmanes que llegan al alma. Olores, luces y colores que emocionan. Muchos colores. Muchos abrazos también.
Fortalezas, templos y palacios milenarios. Sabiduría ancestral. Y tanto más.
Dhayne bat India♥️ @ Rishikesh
Foto: Vanessa Hites.