AMIA, el atentado vetado por la educación chilena

por FERNANDA GASSMANN, Est. Derecho, U. de Chile. Ex Rosh Tnua Bet-El, Comunidad Israelita de Santiago.
 
El 18 de julio de 1994 fue el atentado contra la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), atentado con coche bomba que causó 85 muertes y más de 300 heridos. Dos años después de la explosión de la Embajada Israelí en el mismo país, que causó 22 muertos y más de 240 heridos. ¿Por qué en Chile jamás nos hemos pronunciado sobre el atentado en la Amia? El atentado se produjo a sólo 1 hora y media en avión de Santiago, pero ni los “expertos” saben lo suficiente. ¿Dónde están las condenas en Chile a esta violación a los DD.HH.?
Le pregunté a mis compañeras de la universidad (ninguna judía) por 3 atentados del último tiempo, pero ninguna mencionó la AMIA. Hice la misma pregunta en un grupo de amigas judías y todas me dijeron la AMIA. El segundo atentado con más muertes en América después de 9/11 en los últimos 30 años, no se enseña en los colegios. No se enseña en ninguna parte fuera de las instituciones judías. Algo que tenemos tan claro nosotros dentro de la comunidad, la elite intelectual juvenil del país no sabe que ocurrió.
Más allá de lo que ocurrió posterior al atentado sobre el Fiscal Nisman, Cristina Fernández y las teorías acerca de quién está detrás de la AMIA, los hechos objetivos que sabemos al día de hoy son que un coche bomba explotó afuera de la mutual, matando a 85 personas, y se clasifica como atentado terrorista de carácter xenófobo, con objetivo la comunidad judía de Buenos Aires. El mayor atentado ocurrido en nuestro país desde el retorno a la democracia fue el del metro en el 2014, con un saldo de 14 heridos y ningún muerto.
¿Cómo puede ser que la Amia no se enseñe? ¿Cómo puede ser que esté sólo en los aprox. 20 mil judíos de Chile educar acerca de la AMIA? No me cabe ninguna duda que todos los jóvenes argentinos, judíos o no, saben lo que ocurrió un día como hoy hace 26 años en su capital. Incluso una estación del metro cercano lleva su nombre. ¿Por qué no se enseña sobre la Amia en los colegios en Chile? ¿Por qué no se habla de la Amia afuera de la comunidad?
La juventud se caracteriza por querer lograr la justicia, activistas de causas importantes, pero jamás he visto a un compañero o compañera condenar actos de violencia dirigidos hacia la comunidad judía. Nunca he visto a nadie externo a la comunidad alzar la voz voluntariamente frente al creciente antisemitismo que vivimos, conmemorar la Shoa, o cualquier forma de discriminación por ser judío. ¿Por qué pasa esto? No se ven condenas en rrss, las mismas que ante cualquier injusticia en cualquier parte del mundo contra cualquier población, están llenas de “activismo”. ¿Por qué la gente común no se identifica con la defensa del judío?
Hoy estamos en un peak de la información. La gran mayoría del país tiene acceso, en mayor o menor medida, a internet. Según cifras oficiales, al 2017 el 82,3% de la población en Chile tenía acceso a internet. Al 2018, el 88% de la población terminaba la educación media en Chile. ¿Por qué el joven común no sabe de la Amia? Es antisemitismo el hecho de que no se enseñe sobre la Amia, que no se pregunte en la prueba de selección universitaria, que no se considere como hito de la historia de América de fines del s.XX. Las autoridades escogen deliberadamente no educar sobre un atentado hacia los judíos. Es tan intrínseco el antisemitismo, que sabiendo los hechos, se decide no educar. No debería ser responsabilidad de los miembros de la comunidad judía del país educar a los 18 millones de Chilenos al respecto.
En nuestro país el conflicto palestino – israelí, está extrapolado de una manera muy tergiversada y mayoritariamente errónea, se informa con sesgo y se miente en la prensa por beneficio político. Pero tenemos que dejar de construir nuestra identidad judía en torno al conflicto. El conflicto no es lo único que nos hace judíos, un detalle comparado con todo el resto de las increíbles cosas que tiene nuestra religión y cultura. Sin duda, hay mucha autocrítica que podemos hacer a la comunidad, y también a Israel, pero considero que hay que dejar todas esas diferencias de lado cuando nos enfrentamos a este problema.
La sociedad hoy decide ignorar el crecimiento del antisemitismo. Vemos todos los días en las noticias internacionales que hay rayados judeófobos en cementerios, incidentes en colegios y universidades, ataques a judíos en las calles, etc. Lo que ocurrió en Buenos Aires hace 26 años, todas esas muertes con total impunidad, puede ocurrir en cualquier país y en cualquier momento. Pero estos no son los únicos indicios del antisemitismo; el negacionismo de la Shoa, los ataques verbales que muchos estudiantes, incluyéndome, hemos recibido en nuestras facultades, los comentarios y publicaciones en noticias y redes sociales alegando que los judíos somos parte de conspiraciones mundiales para dominarlo todo…
Cuando hablamos de la Shoa siempre decimos “recordar y nunca olvidar, para que no vuelva a suceder”, y por eso enseñamos de ella. Es el momento de comenzar a enseñar sobre lo que pasó en AMIA hace apenas 26 años en Latinoamérica. Frente a la indiferencia de la sociedad en la era de la información, tenemos que lograr como comunidad que este lamentable episodio de la humanidad en la historia reciente y actual sea parte del inconsciente colectivo de la sociedad chilena, enseñarle que los judíos también somos víctimas del odio. Quizás con este relato dramático en la mente del chileno promedio, los judíos en Chile pasemos a ser percibidos también como una población constantemente amenazada y violentada por el sólo hecho de ser, y así quizás se genere mayor empatía hacia nuestro sufrimiento e identidad.
 
Foto: Getty Images.

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