Desde lo más profundo hacia lo más superficial de la Industria Sexual: de fantasías insatisfechas y una nueva Sexualidad.

por BENJAMIN KRAUS, Est. de Teatro, U. Mayor.

¿Cuál de los dos sexos que existen es el más importante? ¿Cuál es mejor? ¿Quién puede ganar más dinero? ¿A quién le va mejor en la vida? ¿al hombre? ¿a la mujer? Sicólogos, doctores, sociólogos, abogados, todos podrán tener sus opiniones acerca de este tema, pero son interrogantes que no solo existirán toda la vida, sino que además varían constantemente entre los distintos lugares, sociedades y culturas en el mundo. Pero hay un punto importante, que no muchas veces se toma en cuenta ya que las personas encargadas de debatir sobre esto temen hablar de él. Es un tópico un poco tabú entre la gente, ya que no se escucha todos los días. Me refiero al sexo. Pero no al que uno tiene cuando «hace el amor”, sino que a toda la industria que existe detrás de éste. La prostitución, la pornografía, la «trata de blancas» y todo aquello a lo que se le pueda sacar dinero a este acto que desde un principio puede ser algo tan noble y profundo, pero al mismo tiempo pasar a transformarse en algo tan banal y superficial.

La industria del sexo ha existido desde la antigüedad, donde podemos encontrar historias acerca de actos sexuales que fueron llevados a cabo por algo más que amor o simplemente calentura. De hecho, es una industria muy rentable. Todos tememos hablar de este tipo de relaciones, ya sea porque no estamos acostumbrados o porque no tuvimos una buena educación sexual en el colegio (en un pas como el nuestro, nadie la tiene) pero todos hemos tenido alguna vez una experiencia en la cual esta empresa estuvo ligada, incluso en una despedida de soltero.

La prostitución es el empleo más antiguo. Desde que hay conocimientos de historia, este trabajo ha estado presente. Algunos dirán que no es algo honrado de hacer, pero otros lo defienden con la vida, y por qué no, con el cuerpo y su dinero. Uno de los grandes problemas es que al hablar de prostitución, siempre se liga este tema a las mujeres: las putas, golfas, prostitutas, olvidando que también existen hombres en este negocio, aunque son menos conocidos, y más aun, hombres que se visten de mujer y se transvisten para despertar los más ocultos deseos sexuales de numerosos padres de familia y destacados empresarios y hombres de bien. Los gigolós siempre están presentes para hacer feliz a aquella mujer insatisfecha que requiera de sus servicios.

¿Quién es mejor para este trabajo? Las mujeres son más reconocidas, ya que se han hecho notar más debido a sus cuerpos y a la promoción que han tenido, quedando el derecho al placer sexual de la mujer mucho más rezagado que el placer masculino. Así, la mujer ha sido más explotada, ya que el hombre ha tenido históricamente mayor derecho a demostrar sus deseos carnales. Pero el prostituto hombre también está presente, pero las muchachas que necesitan de su ayuda son menos atrevidas y se esconden más, también por esta misma represión histórica de su sexualidad. En este mercado hay para todos los gustos, y nadie puede decir que no logra encontrar el elemento de su satisfacción inmediata, pero ¿es esto lo que realmente necesitamos?

Hay todo tipo de servicios para satisfacer las necesidades más excéntricas de las personas. En este punto, puedo decir que la mujer gana, ya que es mundial e históricamente más reconocida por ser buena en este trabajo debido a la manera en que sabe aprovechar su cuerpo. Nunca es bueno tratar a un trabajador sexual de puta ya que a fin de cuentas está realizando un empleo que todos necesitan de su servicio.

Todos hemos visto alguna vez en nuestra vida pornografía. Es imposible que exista alguien en el mundo occidental que nunca haya tenido contacto o que no haya visto algo que implique el tema sexual. Además es tan simple, ya que nos llama mucho la atención. Y ¿qué sucede cuando algo nos intriga tanto?, vamos directo al grano y lo vemos. La industria pornográfica es muy importante en el mundo. Genera millones de dólares, ya que siempre hay gente dispuesta a invertir en ella, ya sea con dinero o con su propio cuerpo. La razón, simple, este manera de hacer cine o fotografía cumple todas nuestras fantasías escondidas, aquellas cosas que nos imaginamos, pero que no nos atrevemos a hacer. Pero, ¿quién es más importante en este tema tan relevante? De nuevo ocurre que es más normal que el hombre ande en busca de porno, ya que la mujer a veces es más tímida. Pero dentro de los actores, ¿quiénes son más conocidos? Creo que de nuevo se puede decir que las mujeres son más conocidas en este ámbito. Puede ser porque dominan muy bien la técnica del sexo frente a las cámaras, o tan solo porque el hombre siempre las desea con más furor. Un hombre sediento de sexo es fácil de encontrar. Por eso también se encuentra tan extensamente desarrollada la industria de porno gay. Además, es muy fácil encontrar actrices porno que hayan decidido probar suerte en películas hollywoodenses, dejando de lado aquello tan notable que saben hacer. Sin embargo, los actores porno son demasiado importantes en su labor. A todos nos interesa saber cómo es tener sexo, antes de realmente tenerlo. Y la mejor escuela que existe en este país es internet, donde los padres, colegios e instituciones religiosas se quedan completamente lejanas. La web está llena de sitios y videos que realmente te enseñan qué es lo que debes hacer. En internet solo hay porno, y ese es un dicho muy verdadero. Todos siempre andamos en busca de esto, y tanto hombres como mujeres son relevantes en este ámbito.

Para hablar de un tema de la industria sexual donde el hombre puede llegar a tener mayor relevancia es en el de los juguetes y las tiendas. Todos tienen que entrar a una sex shop alguna vez en sus vidas, es casi una obligación. Son un mundo de originalidad y de fantasías hechas realidad. Es el hombre el que toma las riendas en este ámbito, donde de nuevo el hombre gay juega un rol muy importante. El hombre es capaz de hacer realidad sus fantasías mediante disfraces o juguetes que inciten el coito final. Él es el que concurre a estas tiendas para regalarle algo distinto a su novia, algo creativo, algo diferente para revitalizar su vida sexual. Él es el que llega a un local pidiendo algo para salvar su matrimonio ante la falta de sexo entretenido. Y por último, él es el que da la cara, ya que la vergüenza siempre será parte de nuestras vidas, y está demostrado que las mujeres siguen siendo un poco más pudorosas en este sector. Pero, ¿por qué debería darnos vergüenza hacer algo tan humano como querer variar y mejorar nuestra vida sexual?

Una vez vi una frase que me hizo demasiado sentido: “Dios sabe cuando estás viendo porno”. Puede ser cierto. Yo creo que no tiene nada de malo ver porno, tener sexo, masturbarse o cualquier cosa que tenga que ver con términos de nuestra sexualidad. Nadie puede juzgar al otro por sus gustos o sus actos. Mejor digamos, “gracias a Dios hay porno”. Admitámoslo, todos lo necesitamos. Y la pornografía es uno de los pilares de la industria sexual, habiendo otros como la prostitución (que es legal en muy pocas partes) y los juguetes eróticos. Si bien en estos ámbitos la mujer es la que mejor se desempeña, por las reflexiones realizadas anteriormente, el hombre también tiene un rol importante. La sexualidad y la industria sexual es lo que nuestra sociedad y nuestra cultura le permite que sean. El hombre es caliente de por sí, entonces a esta industria le sirve que las chicas sepan hacer mejor su trabajo para así tener mejores clientes.

Si quieres tener dinero fácil, creo que una buena oportunidad es entrar en el negocio de la industria sexual. Eso sí, se necesita gente atrevida y sin tantos escrúpulos. Y si decides dedicarte a esto, todos te lo vamos a agradecer. Gente así es muy necesaria en este mundo. Pero recuerda que eso es lo fácil, y que lo más profundo en nuestras vidas no puede estar ligado a lo más superficial.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *