Adictos a la Justicia Social: compartir y aprender para cambiar mis percepciones a la sociedad.

por ARIEL VAISMAN, Est. Ingeniería Comercial, U. de Chile.

Generalmente, el significado de la palabra adicción está inmediatamente relacionado con drogas, con el consumo de tabaco y el alcohol, en general a sustancias adictivas. Pero pocas veces se hacen alusiones a las razones fuera de la sustancia misma, que es lo que nos hace adictos también, algo que va más allá del placer físico.

Comúnmente se ve a la adicción como algo negativo, para que haya adicción implica que prefiera el consumo de la sustancia ante perjudicar mi propia salud. Pero por qué no podemos ser adictos a querer, adictos a enseñar, adictos a agradecer o adictos a amar? siempre el sesgo existente nos hace pensar en aquella persona “adicta” como la que está hundida en problemas y no obtiene respuestas, aquella persona que no está haciendo bien las cosas, sometida ante los placeres físicos. Sin embargo, que pasaría si un día te dan ganas de empezar a hacer buenas acciones todas las veces que sea posible, ¿la gente te comenzará a llamar adicto?, seguramente no.

Por otra parte, algunos piensan que ser adicto es simplemente consumir mucho de un bien material, llámese droga, comida, dinero, azúcar, café, etc., entonces para dejar de ser adicto hay que dejar de consumir esos bienes materiales o placeres físicos. No obstante, si consumimos mucho de un bien o placer intangible como por ejemplo ser solidario, o ser respetuoso, o simplemente ser “simpático”, nadie dirá que eres “adicto” a ser simpático, sino que simplemente serás. Entonces, ¿por qué a la adicción solamente se la relaciona con lo negativo y físico, y no con lo positivo e intangible?

Lo que nos hace ser adictos a algo va mucho más allá de un placer físico experimentado en el consumo de sustancias, sino que más bien está relacionado con lo que podemos lograr a futuro, con el impacto que podemos causar en nuestra sociedad, en las cosas que podemos cambiar y nuestro rol de agentes y actores sociales, o ejerciendo un rol social ejemplar en la impresión que podemos dar cuando “consumimos” lo que nos preferimos y elegimos, sea tangible o intangible, como acciones responsables.

Si todos fuéramos adictos a la justicia social. Empecemos a ser más adictos a las cosas que nos hacen bien y no apartarlo solamente para las cosas malas. Seamos adictos a compartir, adictos a aprender, y por sobre todo, adictos a pensar.

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